“Un demonio me dijo que ni le hablara porque no me iba a escuchar”, así es dormir con parálisis del sueño

Algunas de las personas que padecen parálisis del sueño, y siente que “se les sube el muerto”, sufren graves alucinaciones o sueños terroríficos durante estos episodios
Elizabeth González-Manrique Elizabeth González-Manrique Publicado el
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Cuando alguien menciona que “se le subió el muerto” mientras dormía se refiere a un conjunto de sensaciones entra las que destacan opresión en el pecho, incapacidad para despertar y para moverse, sin embargo, la parálisis del sueño, como se denomina médicamente a esta condición poco tiene que ver con muertos.

Sin embargo, un rasgo en común de quienes padecen estos episodios es la observación, durante el sueño, de seres fantasmales o demoníacos, lo que abona a la terrible sensación que los acompaña.

Las causas de la parálisis del sueño aún no son claras para los científicos, no obstante, hay algunas condiciones que reúnen quienes la han sufrido que podrían indicar qué la origina.

Muchas de las personas que han vivido esta condición se muestran preocupados a la hora de dormir, lo que deriva en otros trastornos del sueño, como el insomnio.

Así se siente padecer parálisis del sueño

Claudia ha tenido pocos episodios en su vida de parálisis del sueño, sin embargo, el último que tuvo aún la mantiene aterrorizada.

“El último que me dio sucedió precisamente durante la pandemia, era una época de mucho estrés, me redujeron el sueldo, me cambié de casa, tenía mucho trabajo y encima las labores del hogar, sentía que estaba agotada”, menciona Claudia.

La parálisis del sueño es una afección caracterizada por la imposibilidad del paciente a moverse o hablar, al quedarse dormido o al despertar. Quien lo sufre se mantiene consciente de lo que está pasando.

Aunque no se conocen las causas exactas de este padecimiento, se muestran como características en común entre los pacientes: no dormir lo suficiente, no tener un horario regular para dormir, estrés, y dormir boca arriba.

Fue durmiendo boca arriba que Claudia experimentó la sensación de que “se le subía el muerto”.

“Yo nunca duermo boca arriba, duermo de lado porque mi bebé toma leche materna y duerme conmigo, ese día ya estaba muy cansada de dormir de lado, por lo de la leche, y pues cuando mi hijo se durmió decidí acostarme boca arriba, y de repente, yo creo que empezaba a dormirme, cuando empecé a sentirme muy mal, paralizada, sin poder moverme”, relata.

Claudia cuenta que estaba soñando que estaba en su casa y que una serie de demonios comenzaron a querer arrebatarle a su bebé, uno estaba encima de ella, y que ella sabía que su esposo estaba dormido al lado, por lo que trató de moverse para despertarlo y que “le ayudara”.

“Fue horrible y muy real, estaban ahí los demonios acechándome y hablándome al oído, así oía las voces demoniacas, luego sabía que mi marido estaba al lado y recuerdo haber querido gritar y no poder, entonces pensé ‘voy a tocarlo’ y traté de gritar de nuevo, fue en ese momento cuando uno de los demonios de mi sueño dijo que ni le hablara porque no me iba a escuchar, así me dijo ‘ni le hable porque no va a responder’, me aterroricé más y en eso desperté por fin”, comenta.

Testimonios como el de Claudia abundan, pues se trata de una afección bastante común. Un aspecto poco documentado de esta condición es las alucinaciones que ven quienes lo padecen.

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Paul Broks, un neurosicólogo de Reino Unido, explicó en una charla con la BBC, que físicamente durante estos episodios, suceden algunos cambios. 

“Hay algo de evidencia de un aumento del flujo de sangre al área menos racional del cerebro. Y la amígdala, un pequeño grupo de neuronas que está en lo profundo del cerebro y es el detector de peligro, entra en hiperactividad. Por fuera a menudo experimentan dificultades para respirar, sensación de presión en el pecho y un miedo intenso”, relata. 

Broks también explicó porque las personas ven estas alucinaciones durante estos momentos y la razón de que estas parezcan reales, como comenta Claudia. 

“Otra cosa que la gente dice es que los monstruos parecen conscientes, que su mirada revela que saben precisamente qué están haciendo. Para quien sufre de parálisis del sueño, tienen todas las características que asociamos con criaturas reales. En ese sentido son indistinguibles de la realidad”, dijo Broks. 

Hay ciertos problemas médicos que están asociados al padecimiento de la parálisis del sueño. Enfermedades o afecciones como la narcolepsia, trastorno bipolar, el trastorno de estrés postraumático, trastorno de pánico.

También el uso de medicamentos para el Trastorno de hiperactividad con déficit de atención y el uso de sustancias nocivas para la salud, como drogas y alcohol, contribuyen a que una persona padezca este trastorno del sueño.

El sueño tiene diferentes etapas, que van desde el adormecimiento leve hasta el sueño profundo. En la etapa MOR (de movimiento ocular rápido), los ojos se mueven rápidamente y el individuo tiene sueños vívidos.

En la fase del sueño MOR el cuerpo se encuentra relajado y los músculos carecen de movimiento. Todas las noches las personas atraviesan ciclos MOR y noMOR, es durante esta transición que sucede la parálisis del sueño.

Cuando alguien despierta súbitamente, pues su mente está en un ciclo de sueño noMOR, pero su cuerpo no responde, pues está en fase MOR, suceden estos episodios, que pueden durar pocos segundos o hasta 1 y 2 minutos.

Ana Laura padece esta condición desde que tiene 15 años de edad.

“La primera vez tenía como 15 años y venía llegando de la prepa, me acosté por la tarde y fui sintiendo como se me dormía el cuerpo y no podía moverme, me asusté muchísimo porque no tenía ni idea de lo que había pasado. Como se seguían repitiendo (los episodios) el médico me dijo que era parálisis del sueño”, relata.

El doctor explicó a Ana que esta condición se debía a estrés, malos hábitos al dormir, entre otras condiciones.

“Aunque desapareció siguió ocurriéndome a lo largo de los años, a los veintitantos tuve muy recurrentemente, vivía en España, por una situación en específico que estaba viviendo, tuve depresión y ansiedad a los 24 años y a partir de eso empezó a darme muy seguido, ahorita que empezó la pandemia me ha estado volviendo a suceder”, cuenta Ana.

La joven cuenta que durante estas crisis ha sentido mucha desesperación y angustia, algunas veces quiso gritar o moverse pero no pudo.

“El tema este de ver alucinaciones y sombras me explicó una de las psicólogas que me trató que es muy común, me dijo que como no estás muy consciente tu mente comienza a ver ’tonterías’ y es en ese momento cuando sientes el famoso ‘se me subió el muerto’”, comenta.

Uno de los aspectos que más desesperan a Ana Laura es el hecho de estar con los ojos abiertos durante las crisis y escuchar cómo la llama alguien y no puede responder.

“A veces tengo periodos de insomnio en los que mi cuerpo simplemente me manda a descansar y siento como se me duerme la mitad de la cara y el cuerpo e irme de lado, caerme al sillón, si me dan muy fuerte. Me ha pasado una gran cantidad de veces, ya no me espanto, a veces me empiezo a desesperar”.

En redes sociales abundan los testimonios de internautas que han padecido en carne propia estos episodios. También relatan los de sus familiares. 

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