Un obstáculo más

El otoño aún no se acaba y el frío ya está presente en algunas partes del mundo. Por ello, en Europa las inclemencias del tiempo se han vuelto un obstáculo más que tienen que vencer los migrantes y refugiados de Medio Oriente que siguen llegando al Viejo Continente con el fin de encontrar un hogar.

La mayoría de los migrantes y refugiados sirios, afganos, eritreos y sudaneses viene de países en donde el calor y la sequía han azotado sus tierras, por lo que al llegar al suelo europeo se encuentran con bajas temperaturas y lluvia.

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
Comparte esta nota
Los migrantes y refugiados que llegan a Europa no solo le temen al cierre de las fronteras, también están preocupados por el invierno que se acerca

El otoño aún no se acaba y el frío ya está presente en algunas partes del mundo. Por ello, en Europa las inclemencias del tiempo se han vuelto un obstáculo más que tienen que vencer los migrantes y refugiados de Medio Oriente que siguen llegando al Viejo Continente con el fin de encontrar un hogar.

La mayoría de los migrantes y refugiados sirios, afganos, eritreos y sudaneses viene de países en donde el calor y la sequía han azotado sus tierras, por lo que al llegar al suelo europeo se encuentran con bajas temperaturas y lluvia.

Además, muchos de ellos son niños y adolescentes, que son más vulnerables a enfermedades por exponerse a situaciones de hambre y frío. Se estima que más de 12 mil niños no acompañados solicitaron asilo en Suecia este año.

Y es que debido a la cantidad de migrantes y refugiados, algunas fronteras están cerrando y los trabajadores del gobierno –junto con los voluntarios– atraviesan episodios de ansiedad para poder atender y albergar a los refugiados, de acuerdo a una publicación en The New York Times (NYT).

Por esta razón, algunos de los migrantes se tendrían que quedar en tiendas de campaña en las fronteras, casi al aire libre, en donde la calefacción es una quimera.

Uros Jovanovic, quien forma parte de un albergue improvisado en un antiguo hospital psiquiátrico en la frontera serbio-croata, dijo a NYT que “por ahora está bien (…) pero en 20 días se pondrá realmente muy frío aquí”.

Los migrantes se están moviendo constantemente entre una frontera y otra, por lo que están expuestos al frío y la lluvia diariamente, lo que también tiene preocupados a los refugiados.

Ali Lolo, un migrante de Siria, dijo al diario estadounidense mencionado que una vez que llegan a Europa, las preocupaciones principales son que cierren las fronteras y el invierno, “debemos llegar a nuestro destino antes de que comience a caer la nieve”.

Mette Petersen, quien es portavoz regional de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), dijo que el temor que tienen –al igual que Lolo– es que “el invierno está cerca”, y ante el posible cierre de las fronteras los migrantes “se están moviendo con mucha prisa, prisa, prisa”. 

> En el primer semestre del año, más de 350 mil personas provenientes principalmente de Siria, Somalia, Eritrea, Senegal y Etiopía han atravesado el Mediterráneo a través de Grecia, Turquía, Italia y España, superando así a los 219 mil desplazados que se registraron en 2014. 

Un estimado de 3 mil 300 migrantes entraron a Eslovenia este fin de semana, luego de que Hungría cerrara sus fronteras. Y casi 2 mil refugiados entraron a Austria el domingo.

Show Player
Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil