Una película abstracta, con sentimientos floreciendo en cada toma, bajo la mirada íntima y personal de Terrence Malick, así es “To the wonder” (2012).
La película muestra de una manera etérea y orgánica esa delgada línea entre la felicidad y la desdicha. Y la historia representa cómo es que el amor que se cosecha entre dos personas, puede marchitarse a causa de la monotonía o el enfrentamiento de las diferencias que surgen entre ambos seres.
De una manera poética, con pocos diálogos y mucha melancolía que brota en cada cuadro, Malick logra captar la belleza de la naturaleza y su interacción con los seres humanos.
El reparto está compuesto por Ben Affleck –quien suplió a Christian Bale en el papel–, Olga Kurylenko, Javier Bardem y Rachel McAdams.
Affleck interpreta a Neil, un escritor norteamericano que vive bajo la idea de compartir la vida con alguien para encontrar un equilibrio. Neil conoce a Marina en París, una joven ucraniana que es madre soltera de una niña de 10 años, Tatiana.
Ambos se enamoran y viven un romance utópico, muy al estilo francés, después se mudan a Estados Unidos y las crisis –y reflexiones– existenciales, así como la nostalgia por la propia cultura, derrumban su conexión potente y sentimental.
Cuando Marina abandona ese torbellino de vacío, aparece Jane (Rachel McAdams) en la vida de Neil.
En paralelo se cuenta la historia del Padre Quintana (Javier Bardem), un hombre que confronta un sentimiento semiamargo en relación a su fe, su devoción y su misión de alimentar espiritualmente a quien lo necesita.
Como suele hacerlo, Terrence crea una oda de sentimientos a través de una narrativa poco convencional, comunicando con la expresión de las miradas del elenco.
Su dirección es bella, orgánica y uno de los elementos que más destacan de su trabajo en “To the wonder” es la evocación de la memoria y lo que provoca cuando se recurre a ella.
No es de sorprender que Emmanuel Lubezki –quien colabora por tercera ocasión con Malick– sea quien está detrás de la fotografía.
Lubezki es clave en la lírica que logra esta cinta para la que no se utilizaron luces.
“No usé nada de luces. Es chistoso, porque a veces habló con otros fotógrafos y dicen ‘Oh Dios, Terrence no te permite usar luces’, pero no es que no me deje, no me gusta usarlas”, dijo el fotógrafo mexicano.
“Esa complejidad de luz natural y la forma en que choca con los rostros es maravillosa, y cuando comienzas a trabajar de esta forma, es difícil volver atrás y utilizar luz artificial”, añadió.
El retrato de la luz natural y la sutileza con la que ésta acaricia a los actores solo se logra con la mancuerna entre Lubezki y Malick.
Lubezki mencionó que durante el rodaje optaron por ser espontáneos, “la clave es reaccionar rápido a un momento inesperado”.
La película acaba de estrenarse en México y si quieres apreciar una producción que enaltece las relaciones humanas y los claroscuros de los sentimientos, no dudes en ver esta delicia audiovisual.
Película recomendada
Una experiencia de sentidos
Trailer de “To the wonder”: bit.ly/ToWonder