Una vida llena de talento
Arturo Díaz Santana logró con “Rita, el documental”, hablar de la figura central entorno a la agrupación Santa Sabina, abarcando su aspecto personal pero sobre todo su dedicación excepcional a la música, al teatro y al performance
Hidalgo Neira[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_56fhc9wl” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] Inquieta, despierta y dedicada al estudio, así es recordada Rita Guerrero por su familia desde que era niña y su padre le enseñaba solfeo.
Su natal Guadalajara le quedó chica a pronta edad por lo que emigró a la Ciudad de México, donde encontró mayores oportunidades para desarrollar sus talentos.
Sin embargo, su fuerte carácter y liderazgo también le hicieron chocar con el temperamento de los hombres, aunque eso no le impidió estar a la cabeza de uno de los grupos más característicos del rock mexicano: Santa Sabina.
Con 26 testimoniales, incluidos los de la banda a la que perteneció y los de Alejandro Marcovich, Alfonso André y Alejandro Otaola entre otros, fue como Arturo Díaz Santana tejió un documental con el que dio a conocer la vida de Rita desde sus orígenes, pasando por su carrera teatral, su éxito en el mundo de la música y su deceso a causa del cáncer de mama en 2011.
“Una de las ideas centrales es darla a conocer a quienes no la conocen, a las nuevas generaciones, pues me parece que es bien importante que los jóvenes conozcan ese pasaje de la historia del país y de la cultura llamado Rita Guerrero”, pronuncia el director en entrevista con Reporte Indigo.
“Rita, el documental” se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, para después pasar a la gira documental Ambulante; en todas sus funciones tuvo lleno total y ahora se prepara para seguir el resto del circuito de muestras fílmicas en México y otras partes del mundo.
Primero amistad, luego documental
El beneficio que tuvo Díaz Santana fue que él estaba cerca del circulo social de la cantante, por lo que la conoció a profudidad, aunque su intención nunca fue hacer una película de ella hasta tiempo después de su fallecimiento.
“Le grababa sus tocadas de música antigua para que ella hiciera sus carpetas y sus promociones, hicimos viajes juntos, tocábamos la jarana, todo así de cuates, así la conocí (…) un par de años después, cuando vi el documental de Bob Marley de Kevin Macdonald en la Cineteca, ahí se me prendió el foco, a mí nunca se me había ocurrido nada parecido”, recuerda el realizador.
Le propuso la idea del documental a quien fue la última pareja sentimental de Guerrero, Aldo Max, –que es íntimo amigo de Díaz Santana– quien accedió y de paso esto sirvió para amortiguar el duelo de la artista.
“A mí la sensación que me dio siempre en lo íntimo fue que a ella no le gustaba que grabáramos videos ni que tomáramos fotos, como que tenía una imagen muy controlada, pues con su conocimiento teatral-escénico se construyó un personaje y una imagen”, comenta Díaz Santana.
Contrapuntos sin rencores
Rita Guerrero abrazó a Santa Sabina como suyo aunque ella entró por invitación, sin embrago, sus ideas imponían y esto provocó que algunos miembros se separaran del grupo.
A pesar de todo, en el documental se reúnen voces de los exintegrantes como Jacobo Liberman, Patricio Iglesias, Juan Sebastián Lach, entre otros que comparten cómo se distanciaron de la artista y el ensamble musical, pero lo hablan sin enojo o resentimiento.
“Eso se ve en la película y eso me parece parte de lo interesante, las relaciones que se pueden volver algo rasposas a la hora de tomar decisiones (…) y Rita sí tuvo rivalidades con algunos personajes pero fueron trascendidas por el cariño también, por la música, por el trabajo en equipo”, dice Díaz Santana.
El mismo Otaola lo confiesa en la cinta al momento de que es entrevistado: “En Santa (Sabina) siempre había como esta fricción creativa y eso también como que se volvía parte de la música, por eso mismo las relaciones entre nosotros eran intensas”.
Material y distribución sin límite
Alrededor de cuatro años les tomó levantar el documental y elaborarlo. Díaz Santana tuvo acceso a mucho material de archivo e inclusive fotografías que enviaron los fanáticos del grupo y de Guerrero, por lo que tardaron en clasificarlo y en tenerlo listo para hacer un primer corte.
“El primer armado duraba más de 15 horas, no me acuerdo si 16 o 18, pero a partir de ahí tuvimos que decir qué es lo que se quedaba para editar”, comparte el realizador.
Con tres millones de pesos se logró sacar adelante la producción de la película, y tras estrenarse en el pasado Festival de Guadalajara y después de llegar a Ambulante, la intención es que pueda seguir en otros festivales en México y en el extranjero.
Su hijo al margen
Testimoniales de músicos, celebridades, hermanas y la madre de Guerrero están en el documental, pero una voz que quedó fuera fue la de su hijo, esta fue una decisión a conciencia del director.
“Sentía que era posible que le hiciéramos una entrevista a Claudio o que mínimo tocara una canción a cuadro, pero se tomó la decisión que mejor no, esto para protegerlo por que está muy chiquito (…) después cuando Claudio vio la película dijo ‘está muy bien, nada más le falta una cosa a la película, no me entrevistaron a mi’”, agrega entre risas Díaz Santana.
El 24 de mayo –dos días después del natalicio número 54 de Guerrero– el documental se exhibirá en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris en una velada especial, ya que al término de la película todos los músicos que en algún punto fueron parte de Santa Sabina se subirán al escenario para recordar a la cantante y tocar los temas de la banda.
Hace 7 años fue la última vez que Santa Sabina se presentó ante un público y fue en el mismo recinto, sólo que con la presencia de Guerrero, ahora el reencuentro sucederá sin la cantante en el evento llamado “Vuelta al Sol. Rita, el documental” y los boletos ya se encuentran a la venta por Ticketmaster comenzando desde los 150 pesos.