El documental El silencio de otros se encarga de visibilizar a las víctimas del Franquismo, la cuales siguen sin tener justicia por parte del Estado ibérico.
Caminando con la ayuda de un bastón de madera y una andadera, María Martín cruza la carretera rodeada de un paraje verde y matorrales sepia en una mañana despejada. Su vestimenta negra contrasta con su cabello canoso.
En sus manos sostiene un arreglo floral de girasoles con rosas rojas, el cual coloca en el acero de seguridad que resguarda el camino de alta velocidad, ahí lo amarra con un cincho, mientras describe ante la cámara con movimientos circulares que forma con su brazo izquierdo “(Este es) el sitio de la fosa”.
Ahí se encuentra el cuerpo de la madre de Martín, que recuerda perfecto desde que tenía 6 años, la gente del pueblo se llevó a su mamá, fueron aquellos que apoyaban a Francisco Franco; no le permitieron una santa sepultura en el panteón y fue arrojada en ese lugar clandestino.
“Injusta que es la vida, no la vida, los humanos somos injustos”, reflexiona la mujer de la tercera edad, mientras descansa al pie del guardarraíl de la carretera.
Con esa historia, Almudena Carracedo y Robert Bahar comienzan el documental El silencio de otros, en el que recapitulan más anécdotas como la de Martín, de sobrevivientes de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el Franquismo en España y que han preferido ser olvidados.
Martín falleció sin ver la justicia para su madre y así continúa este éxodo para miles de españoles, ante las cortes de derechos humanos que siguen sin resolver el caso a su favor.
“Lo que la película intenta es crear un panóptico, un rompecabezas, un mosaico de todos esos crímenes para poder entender el paisaje de impunidad ahora mismo. Es un reflejo muy duro de la sociedad española presente, es una llamada muy dura y reivindicativa hacia la clase política”, comenta la directora Almudena Carracedo, en entrevista para Reporte Índigo.
Dentro del marco de la conmemoración de los 80 años del Exilio Español en México, la cineasta reconoce la labor de rescate que hizo en su momento el presidente Lázaro Cárdenas en el inicio del franquismo; sin embargo, también recuerda que muchos otros españoles estuvieron lejos de tener la posibilidad de tomar la ayuda que ofrecían otros países.
“Es cierto que México fue un país que apoyó muchísimo a la República, y siguió siendo fiel al Estado Republicano durante un tiempo. Creo que por eso en México hay muchos relatos alrededor de esa inmigración, el problema es que Franco continuó en España. No todo el mundo tuvo la oportunidad de emigrar, es importante también que entendamos que había mucha gente pobre que no tuvo esos recursos para poder salir”, comparte la directora.
Para Carracedo, distintos factores impidieron la migración española, además de que en ese instante todavía no se potencializaba la magnitud sobre cómo afectaría la dictadura de Francisco Franco en la vida de millones de inocentes.
“Si estabas cerca de una frontera era más fácil, si estabas en el centro de España tenías que cruzar demasiadas cosas, no todo el mundo que quiso salir pudo y, además, en ese primer momento no todos entendieron lo que podía llegar a representar para sus vidas. Esta es la historia de los que se quedaron, de los que tuvieron que quedarse”, comparte la directora, durante la entrevista.
La realizadora comenta que en España más de un millón de espectadores han podido verlo, sobre todo, nuevas generaciones que desconocían el pasado del Franquismo.
“Muchos de ellos son jóvenes que no sabían nada o gente que ha reconsiderado su postura, tenemos esta narrativa aprendida de hay que olvidar, dejar atrás la historia de nuestros abuelos, para resituarla en un presente de lucha en España, de dignidad y sacrificio”, dice la cineasta, vía telefónica desde Estados Unidos.
Documental sobre víctimas del Franquismo, Reflejo de la realidad
México tiene sus propios conflictos contra la memoria, episodios que el Estado ha buscado callar, crímenes humanitarios como la masacre del 68 o incluso los recientes hechos de los 43 normalistas de Ayotzinapa, los cuales siguen generando escozor entre la sociedad. Ante eso, Carracedo observa que su documental es un cristal que funciona para subrayar la impunidad universal.
“La película es un espejo, cuando se pasa en España es un reflejo de la realidad española, cuando se pase en México reflejará la realidad mexicana, contra estos asuntos pendientes, es un poco el legado de la violencia pasada, pero también una violencia presente”, comparte.
Aunque dice no tener una fórmula perfecta para resolver el conflicto, la realizadora sí cree que este análisis histórico debe prevalecer entre los ciudadanos del mundo.
“No conozco suficiente de la realidad mexicana para poder decir cuál es la receta, pero no me cabe la menor duda de que cuando las sociedades no lidian con su pasado, no sólo están condenadas a repetirlo, sino además regresa permanentemente. Meter las cosas debajo de la alfombra nunca ha ayudado” señala.