El viaje de un robot submarino reveló que bajo la Antártida la existencia de una gran biodiversidad marina como gusanos, esponjas, algas y estrellas de mar.
Las imágenes fueron captadas por la cámara de un robot sumergido en la bahía O’Brien, cerca de la estación científica Casey, en el este de la Antártida.
Glenn Johnstone, biólogo de la División Antártica Australiana, detalló que éstas se lograron tomar cuando un grupo de científicos recuperaban un registrador de datos SeapHox pH, el cual registra la acidez, el oxígeno, la salinidad y la temperatura del agua.
“Cuando se piensa en el medio ambiente marino de la costa de la Antártida todo el mundo tiene en mente especies emblemáticas como los pingüinos, focas y ballenas”, dijo.