Videos para el placer
Existe una basta comunidad de usuarios que ha encontrado su propia medicina, terapia y fuente de excitación sexual en Internet, específicamente en YouTube.
En la plataforma hay canales como “GentleWhispering”, donde una joven rusa llamada Maria introduce a sus 400 mil suscriptores al mundo virtual de la Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma (ASMR, en inglés).
Eugenia RodríguezExiste una basta comunidad de usuarios que ha encontrado su propia medicina, terapia y fuente de excitación sexual en Internet, específicamente en YouTube.
En la plataforma hay canales como “GentleWhispering”, donde una joven rusa llamada Maria introduce a sus 400 mil suscriptores al mundo virtual de la Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma (ASMR, en inglés).
La ASMR describe una sensación extrema caracterizada por escalofríos en todo el cuerpo o un hormigueo en la cabeza o el cuero cabelludo –entre otras sensaciones placenteras, incluso excitación sexual– en respuesta a ciertos estímulos visuales y auditivos. Muy parecido al “efecto” que provocan las hotlines.
No todas las personas son receptivas a este fenómeno.
En sus videos con millones de visitas, Maria dobla toallas, hojea las páginas de una revista, pasa sus dedos por unas medias, sopla el humo de un quemador de incienso, cepilla el cabello de una persona… Todo mientras habla en una voz sumamente baja, con micrófonos binaurales que producen un efecto de sonido tridimensional que hacen que el oyente sienta que la joven está justo detrás de ellos.
Para quienes experimentan la ASMR, la sensación de placer al escuchar la grabación es tal, que la misma ha sido descrita como “orgasmos cerebrales”.
“El crecimiento de la comunidad ASMR ha sido rápida y masiva”, dijo a Pacific Standard Heather Feather, quien al igual que Maria, es una de las exponentes más populares del fenómeno en YouTube, con más de 225 mil suscriptores y cerca de 50 millones de visitas.
Sin embargo, para Heather Feather la ASMR no tiene una naturaleza sexual.
“La sensación es una que provoca la relajación y el sueño, por lo que es contraproducente para la excitación. “Dicho esto, las personas pueden y van a sexualizar lo que quieran”, agregó. “También habrá personas que traten de integrar sexo y ASMR. “Esto viene con el territorio de estar en Internet”.
En un artículo publicado en la BBC, el psicólogo cognitivo Tom Stafford, de la Universidad de Sheffield, en Reino Unido, señala que el ASMR tiene algunas semejanzas con la sinestesia, “la percepción conjunta de los sentidos en el que un color puede tener sabor, por ejemplo, o los sonidos producen efectos visuales”.
Explica que por muchos años, la sinestesia no era del interés de la comunidad científica, pues se veía como producto de la imaginación de las personas en lugar de un fenómeno sensorial real.
Actualmente, la sinestesia es objeto de estudio dado que existen técnicas que pueden medir con precisión los efectos de la misma.
> Gentle Whispering
El canal de Maria y la ASMR