Violación, deseo y pecado

Bajo un cielo gris de invierno descansa una de las urbes que vio crecer a Estados Unidos con el establecimiento de las trece colonias, el puerto de Boston esconde bajo su gélida apariencia el candor criminal que ha sido amortiguado durante décadas bajo la pureza de la nieve que adorna la ciudad.

Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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“En primera plana” muestra los casos de casi 100 sacerdotes pederastas de Boston, que vivían sin culpa y libres de fuero

Bajo un cielo gris de invierno descansa una de las urbes que vio crecer a Estados Unidos con el establecimiento de las trece colonias, el puerto de Boston esconde bajo su gélida apariencia el candor criminal que ha sido amortiguado durante décadas bajo la pureza de la nieve que adorna la ciudad.

En la profundidad de la editorial del periódico The Boston Globe, más allá de la llanura de la redacción y el cuerpo de editores, después del corazón administrativo y en el fondo del edificio, ahí en el interior y el recoveco de la intimidad de un despacho de no más de 5 escritorios, se  fragua el destape criminal que sacudirá a una sociedad moralista que prefiere callar antes de sentir el látigo del castigo divino clerical.

Michael Rezendes, Sacha Pfeiffer, Matt Carroll son de la sección Spotlight, periodistas encargados de investigar bajo la tutela de Walter “Robby” Robinson, quien ha recibido instrucciones del editor Marty Baron para realizar el reportaje de lo que sucede al interior de la institución católica en Massachusetts, ahí donde se rumora que hay sacerdotes que debajo de la sotana están dispuestos a ser tocados y tocar con la divina gracia de la castidad a inocentes infantes.

 El filme “En primera plana” tiene como entrada este contexto escabroso que fue vivido en el año 2001, y narra el viacrucis periodístico que tuvieron que vivir los reporteros para esclarecer la verdad acerca de la infamia atroz con la que casi 100 sacerdotes pederastas vivían sin culpa ni pecado y libre fuero.

Más allá de la tinta

La historia se destapó un 6 de enero del 2002, y de ahí no se detuvo la verdad. El diario bostoniano dio seguimiento a las víctimas del clero y publicó réplicas durante todo el año. 

Para finales del 2002 ya se había destapado la cloaca del escándalo sexual que había estado sellada por más de tres décadas en las inmediaciones de Boston.

La investigación periodística de Spotlight le hizo acreedor a The Boston Globe al Premio Pulitzer, en su edición 2003, al servicio público. Y Walter Robinson recibió la presea de manos del presidente de la Universidad de Columbia, Lee C. Bollinger.

Boston es una de las ciudades con mayor porcentaje de feligreses católicos en Estados Unidos, debido a la inmigración que se ha dado desde Irlanda, Italia, Polonia, Canadá, Portugal, entre otras naciones del mundo.

En 2001, el 44 por ciento de la población en Boston era católico según la encuesta de identificación religiosa, aunque la Arquidiócesis de Boston reportó que en realidad era el 52.8 por ciento, un estimado de 2 millones 038 mil 032 fieles de una población total de 3 millones 857 mil 751 de bostonianos.

“Esta historia no es sobre la Iglesia, se trata de preguntar ‘¿cómo es que algo como esto pudo suceder?’, la Iglesia lo llevó a cabo y en algunos casos se sigue haciendo, actos de maldad institucional no solo como abusadores de niños sino también con el encubrimiento del abuso. ¿Cómo es que este abuso duró por décadas sin que la gente se levantara y dijera algo al respecto?”, es la opinión del cineasta Tom McCarthy, quien dirigió “En primera plana”.

El cardenal Bernard Francis Law, oriundo de Torreón, Coahuila, estaba a cargo de la Arquidiócesis de Boston cuando se publicó el artículo de Spotlight y presentó su renuncia al Vaticano y Juan Pablo II se la concedió el 13 de diciembre del 2002. 

Pero aunque Law renunció a la Arquidiócesis, siguió siendo cardenal, por lo que participó en el conclave papal del 2005, cuando se designó a Joseph Ratzinger como el Papa Benedicto XVI.

México: el nido Maciel

Después de que salió a la luz pública la mafia pederasta que sostuvo Marcial Maciel durante décadas,  encubierta por el Vaticano, en México siguen saliendo los trapitos al sol debajo de las sotanas abusadoras.

En San Luis Potosí se condenaron los abusos del ahora ex sacerdote Eduardo Córdova, a quien se le inculpa de al menos 100 casos de pederastia. Aunque no ha podido ser penalmente procesado, se encuentra expulsado de sus oficios clericales y prófugo de la ley desde el 25 de junio del 2014, día que se ordenó su captura por un juzgado potosino.

En la próxima visita del Papa Francisco a México se podría dar una reunión del Sumo Pontífice con víctimas de abuso sexual por parte de la Iglesia, según expresó a  Pulso Diario de San Luis Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de San Luis.

Entrando en la redacción

“En primera plana” cuenta con un reparto estelar hollywoodense encabezado por Michael Keaton, involucrándose con su personaje a tal grado de visitar frecuentemente a “Robby” Robinson,  a quien interpretó a cuadro.

Lo mismo sucedió con Mark Ruffalo, que personificó al reportero Michael Rezendes, pidiéndole inclusive que leyera sus líneas antes de que él las dijera al momento del rodaje, para así poder imitar la manera de ser del periodista.

Robinson señaló que la actuación de Keaton fue “como verse al espejo, pero sin tener control de la imagen reflejada en el espejo”.

La película se hizo con el módico presupuesto de 20 millones de dólares (mdd), cifra que apenas logró recuperar en la cartelera estadounidense, con todo y a pesar de que le favorecen las críticas, tanto del público como de la prensa. 

Inclusive miembros del clero han sabido aceptar la bofetada de guante blanco que ofrece el filme. Por ejemplo, el cardenal actual de la Arquidiócesis de Boston, Sean O’Malley, dijo a The Boston Globe que la cinta ilustra cómo los reportajes llevaron a la Iglesia “a enfrentar algo que era vergonzoso y oculto”.

Actualmente la Iglesia Católica en Boston sigue enfrentando el golpe asestado por el escándalo, ya que solo en 2014 se impusieron 32 reclamos de violación que sumaron los 2 millones 240 mil dólares, más 3 millones 130 mil dólares que la Arquidiócesis gastó en prevención y divulgación en ese mismo periodo, incluyendo la psicoterapia y medicación en curso para 288 víctimas, según cifras presentadas por el diario.

Marty Baron: La mente detrás del reportaje

Más allá del equipo Spotlight, que sacó a la luz pública el nido de ratas pederastas en la ciudad de Boston, hay un autor intelectual que perpetuó la línea y supo seguir el olfato periodístico de un escándalo mediático.

Martin “Marty” Baron fue el editor responsable que dio pauta a los reporteros para investigar y dar seguimiento a los abusos cometidos por sacerdotes en el estado de Massachusetts.

El periodista graduado de la Universidad de Lehigh, Pensilvania, es judío y empezó trabajando en 1976, en The Miami Herald, en su natal Florida.

Después escaló a las grandes ligas del periodismo, llegando tres años después a Los Angeles Times, y en 1996 pasó al cuerpo editorial de The New York Times. 

Su camino en The Boston Globe inició en 2001, de donde migró para el 31 de diciembre del 2012 convertirse en editor general de The Washington Post.

Cuando Josh Singer, guionista, conoció a Baron en su oficina del periódico capitalino notó que “él tenía un post-it en su oficina que decía ‘Yo no soy amigable’. A Marty no le interesa en absoluto si va a hacer enojar a alguien, su trabajo es conseguir la historia”.

El actor Liev Schreiber, quien interpreta a Baron en la cinta, comentó que “una cosa que noté es que su trabajo lo consume todo. A él no le importa a dónde lo llevó la historia. A Marty le gusta la pelea y no se echa para atrás y el está dispuesto a ir tras las organizaciones y las personas intimidantes para llegar a la verdad”.

Toma conciencia

La película te invita a que no te quedes con los brazos cruzados, en la página bit.ly/SpotlightAct se puede firmar la petición para el Papa Francisco y encararlo a terminar la violencia sexual por parte de la Iglesia Católica, además de apoyar económicamente a los sobrevivientes del abuso cometido por los sacerdotes pederastas.

Persigue la hemeroteca

Si la curiosidad sigue después de haber visto el filme, en el portal del Premio Pulitzer se encuentran los textos de la investigación realizada por el equipo de Spotlight –de The Boston Globe– para su consulta gratuita.

Debajo de la sotana

La hipocresía con la que algunos miembros de la Iglesia Católica han llevado a sus fieles a lo largo de los siglos a consolidar su fe, se pone en duda al desmitificar la pureza de los actos de sus sacerdotes, en los siguientes filmes.

> Mea Maxima Culpa: Silence in the House of God

El documental del 2012, producido por HBO, trata sobre el tema del abuso desde el clero, solo que la perspectiva cambia, ya que las víctimas sexuales son sordomudos. Los cuatro hombres exponen su versión de los hechos ocurridos a mediados de la década de 1960.

> Obediencia perfecta

La ópera prima del mexicano Luis Urquiza causó revuelo al emular en la ficción la historia de Marcial Maciel, acusado formalmente por abusar de menores desde 1940. El guión de Ernesto Alcocer y basado en parte en su libro “Perversidad” (2007), narra la historia de una de las víctimas del padre desvinculado del Vaticano.

> Amores santos

La doble moral sacerdotal se deja sin velo en este documento fílmico que recaba las grabaciones de 150 religiosos –de 30 nacionalidades distintas– al tener sexo virtual con un joven actor contratado por Dener Giovanini, quien  es productor y director de la cinta. Alrededor de 500 horas fueron grabadas.

 

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