Y se hizo el Internet

Primero, fueron los cables los que nos comunicaban. Después, y durante los últimos años, las ondas de Wi-Fi –comúnmente conocido como Internet inalámbrico, pues fue la primera opción “sin hilos”– se convirtieron en el medio más común para tener acceso a la Red.

En octubre del año pasado, científicos del Instituto de Física Técnica de Shangai demostraron lo que prometía ser el siguiente paso en el Internet inalámbrico: la transmisión de datos a través de la luz de focos LED, ahora comúnmente llamada Li-Fi.

Ana Paulina Valencia Ana Paulina Valencia Publicado el
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Primero, fueron los cables los que nos comunicaban. Después, y durante los últimos años, las ondas de Wi-Fi –comúnmente conocido como Internet inalámbrico, pues fue la primera opción “sin hilos”– se convirtieron en el medio más común para tener acceso a la Red.

En octubre del año pasado, científicos del Instituto de Física Técnica de Shangai demostraron lo que prometía ser el siguiente paso en el Internet inalámbrico: la transmisión de datos a través de la luz de focos LED, ahora comúnmente llamada Li-Fi.

La investigación sobre las posibilidades de transmitir datos a través de la luz, comenzaron a principios de la década pasada en el Instituto Digital de Comunicaciones de Edimburgo, en Escocia.

Ahora, ingenieros mexicanos de la empresa Sisoft planean traer esta innovación a nuestro país, y aseguran que podría estar disponible a partir del próximo año.

“Creemos que tendrá un gran impacto social y económico, pues permite entregar velocidades de navegación de hasta 10 gigabytes por segundo, y con una fracción del costo de inversión de los servicios actuales”, dice a CNN México Arturo Campos, matemático fundador de la empresa Sisoft.

La velocidad de la luz

Con una conexión Li-Fi, el espectro de luz de los focos es aprovechado para transmitir paquetes de datos, que pueden ser texto, audio o video. Como solamente funciona con dispositivos que estén al alcance de las ondas luminosas, la velocidad es mucho mayor que en una saturada red de Wi-Fi convencional.

El Li-Fi tiene otra ventaja ya que, como hemos mencionado en este espacio, hay un límite en la cantidad de ondas electromagnéticas o de radio –como las del Wi-Fi– que pueden transmitirse.

Las ondas de luz tienen una frecuencia mucho más alta, además de que no se necesita una concesión para usarlas.

“La tecnología de Li-Fi nos permite llevar Internet a ambientes donde se tengan problemas con los espectros o la infraestructura para las señales, como en aviones, campos militares o dentro de áreas médicas con materiales de resonancia magnética”, afirma Campos a CNN.

La luz transmitida por los focos de este tipo necesita parpadear para poder transmitir datos, pero estas variaciones de intensidad son tan veloces que el ojo humano no puede percibirlas. 

Incluso son más rápidas que las de un foco convencional.

Además, los dispositivos requerirían un receptor para traducir la luz a datos.

Por ahora, el proyecto de InternetLedCom –nombre bajo el que Sisoft comercializará el servicio– está en fase de pruebas iniciales, pero los ingenieros esperan poder comenzar pronto a hacer pruebas con usuarios.

“Dependiendo del foco hemos alcanzado rangos de cobertura que van desde los ocho metros hasta los 20 metros”, agrega el matemático.

Campos señala que, si todo sale bien, esta tecnología podría estar disponible para el público en la primera mitad del 2015, con un precio aproximado de entre 600 y 800 pesos por mes, que podría disminuir conforme esta tecnología se utilizara por más usuarios. 

Todo tiene un ‘pero’

Aunque la tecnología Li-Fi parece ser la solución a algunos de los principales problemas del Internet –velocidad y costo de acceso–, no todo es miel sobre hojuelas.

De hecho, esta innovadora forma de conectarse tiene varias limitaciones, relacionadas a la naturaleza del servicio.

Para que el Li-Fi sea efectivo, el dispositivo de destino tiene que estar al alcance de los rayos de luz, por lo que no es posible realizar una conexión en un lugar en el que hay luz de día. 

Para poder usarlo durante el día se tendrían que cerrar las ventanas y prender los focos que emiten las señales Li-Fi, lo que es dañino para el medio ambiente (y para el bolsillo).

Incluso una luz atenuada podría reducir la velocidad de la transmisión de datos.

Por lo mismo, tampoco se puede recurrir a este tipo de conexión en completa oscuridad. La señal solo puede recibirse en un radio limitado, y a menos de que instales uno de estos focos cada habitación de tu casa, perderás la flexibilidad que hizo al Wi-Fi tan popular.

Para esto, la solución podría ser la luz infrarroja que, según el Li-Fi Consortium, alcanzaría 50 veces la velocidad del Wi-Fi tradicional.

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