¿Viste a Justin Bieber llorar en los VMA? ¿A la polémica Miley Cyrus como maestro de ceremonias (con un par de tirantes que cubrían sus pezones)? ¿El momento en que el rapero Kanye West anunció que se lanzará como presidente de Estados Unidos para el 2020?
Es muy probable que no te enteraste de nada de esto hasta ayer o incluso el día de hoy. Y perdértelos seguramente no te quitó el sueño.
Estas son algunas de las razones que explican por qué los VMA han perdido brillo entre los jóvenes en la era del auge de las redes sociales.
Mal servicio de streaming en vivo en la página oficial de MTV: enfoques a la audiencia con bad timing y feeds de baja calidad fueron algunas de las características de la transmisión en línea.
Malos chistes y uso excesivo de malas palabras por parte de la host: “nunca en la historia de entrega de los premios hubo tanta blasfemia”, señaló Los Angeles Times.
O como dijo en un comunicado el Consejo de Televisión de Padres: “MTV tuvo la oportunidad de utilizar su poderosa plataforma VMA para estimular a una joven audiencia a aspirar a algo más positivo e inspirador. Por el contrario, eligieron perpetuar la sexualización flagrante –en gran parte auto-infligida por los artistas– y celebrar el uso de drogas ilegales.
MTV calificó el contenido del programa apropiado para un niño tan joven como 14 años, aunque dicha calificación de contenido le parecería absurda a la mayoría de los padres de adolescentes.
Entretenimiento que nada aporta: está claro que los VMA son un show de premios. Pero es precisamente por esa misma razón que podría sacarse provecho de la noche de los galardones de MTV.
Porque la realidad es que los Premios VMA son más que un espectáculo: “(…) también son uno de los mayores escenarios del mundo, y así Russell Brand haya atacado a la administración de George Bush en 2008 o Miley Cyrus haya puesto foco sobre los indigentes el año pasado, los premios pueden ser una plataforma”, indicó un análisis de Billboard.
“En un año como 2015, el hecho de que casi nadie, incluyendo MTV, la utilizara para algo más que el auto engrandecimiento, los malos chistes y las banalidades es un triste signo de los tiempos”.
O como expresó en The Guardian Rob LeDonne, quien ha trabajado en los VMA un par de veces como asistente de producción y consultor de redacción: la gran broma cada año es que el show que rinde homenaje a los videoclips lo realiza un canal que ya ni siquiera los toca. Las únicas personas que realmente se preocupan por quién gana son los nominados mismos e incluso eso es discutible (…). El mayor truco que ha jugado MTV es haber engañado al mundo de que los VMA eran realmente acerca de premios a los videos musicales”.