Acabar con la corrupción, compromiso en el aire
Acabar con la corrupción continúa presente en el discurso del Gobierno federal, sin embargo, cumplir esta promesa parece cada vez más difícil, pues los instrumentos para detectar, prevenir y castigar esta práctica están debilitados
Ernesto SantillánLa promesa de acabar con la corrupción en México por parte del Gobierno federal se diluye.
De acuerdo con el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción (CCC) 2020, el cual evalúa y clasifica a las naciones según su eficacia para hacer frente a este problema, el país obtuvo una calificación de 4.5 puntos de 10.
Solo en el último año, la fuerza del Estado mexicano para cumplir lo que se catalogó como el principal objetivo de la actual administración, ha disminuido en todos los aspectos: capacidad legal, democracia e instituciones políticas, sociedad civil, medios y sector privado.
Aunado a esto, con la pandemia de COVID-19, el mal de la corrupción se agravó y se propició, pues el control del mismo se dificultó.
“Para atender la pandemia los gobiernos se vieron obligados a movilizar cantidades masivas de recursos para poder responder a la crisis sanitaria y económica […] un ambiente que ha propiciado el uso indebido de los mismos”, advierte el CCC.
México estancado
De manera específica, el estudio desarrollado por la organización Americas Society/Council of the Americas (AS/COA), destaca que a pesar de que en el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador el tema de acabar con la corrupción sigue muy presente, en la realidad el país se ha estancado y mantiene una pobre habilidad para detectar, prevenir y castigar esta práctica.
“Existen distintos motivos por los cuales México se encuentra estancado en esta situación, pero uno de los más importantes es la falta de progreso en el desarrollo de reformas institucionales a largo plazo.
Aunado a esto, la organización Americas Society/Council of the Americas, advierte que el Gobierno federal impulsa sus megaproyectos y aumenta el gasto en salud para combatir la pandemia de COVID-19 de manera discrecional, una combinación que aumenta los riesgos en materia de corrupción.
Con esto concuerda el analista político Salvador Mora, quien además critica la estrategia de utilizar las consultas populares para determinar investigaciones en esta materia o que cuando se trata de sus cercanos, la severidad de sus acusaciones disminuye o simplemente se pasan por alto.
“Cómo la administración de un presidente cuya bandera dice ser el combate a la corrupción, investiga a Bartlett y lo declara inocente.
“Decir que vas a terminar con la corrupción vende en taquilla, pero llevarlo a la realidad es otra historia”, asevera.
El brazo contra la corrupción
En la lucha de la cuarta transformación contra la corrupción, destaca una institución a la cual le han aumentado sus atribuciones y responsabilidades en busca de resultados nunca antes vistos.
Sin embargo, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ha dejado mucho que desear.
“La UIF lo que ha hecho es impartir justicia de manera parcial; para los opositores al gobierno. Además, su titular, con el respaldo del presidente, ha utilizado la tribuna de la conferencia mañanera para lanzar acusaciones, judicializar casos e intimidar”, opina el analista político.
Por su parte, el estudio del CCC, dice que la Unidad de Inteligencia Financiera ha levantado cuestionamientos sobre qué tanto control mantiene Andrés Manuel López Obrador sobre la institución.
“La calificación de México en cuanto a la independencia y eficacia de las agencias anticorrupción en el país disminuyó al igual que para el sistema de justicia, actualmente los rangos del país se encuentran muy por debajo de países como Brasil, Colombia o Perú y más cercanos a los de Guatemala o República Dominicana, dos de los peores calificados”.
Arma de doble filo
Como candidato a la Presidencia el compromiso de erradicar la corrupción fue uno de los motivos que llevó a López Obrador al poder, asegura Salvador Mora.
Sin embargo, ahora esa promesa le puede resultar perjudicial en las elecciones del 2021, pues los malos resultados en materia anticorrupción será un arma que la oposición seguro utilizará.
El panorama a futuro parece poco alentador y el principal compromiso de la actual administración cada vez más difícil de cumplir, pues de acuerdo con el estudio desarrollado por la organización Americas Society/ Council of the Americas, para que México mejore, primero debe avanzar en el desarrollo de su sistema penal acusatorio, algo que aún tardará mucho tiempo en afianzarse.