Por unanimidad, con 494 votos a favor, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen que reforma la Ley de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que prohíbe la compra, venta y suministro de comida chatarra en los planteles escolares de educación básica en todo el país.
Con ello, se busca impedir el consumo de productos con alto contenido calórico entre los pequeños, es decir, alimentos y bebidas con exceso de sal, azúcar y grasas en todas las escuelas desde nivel preescolar hasta secundaria.
Al fundamentar el dictamen, que fue remitido al Senado de la República, la diputada Ana Lilia Herrera, del Partido Revolucionario Institucional, comentó que esta iniciativa, que había quedado pendiente en la legislatura pasada, es en beneficio de la niñez mexicana, que a causa del consumo de dichos productos sufre de sobrepeso y obesidad.
Aprobamos el dictamen que reforma la fracción VIII del artículo 50 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, para prohibir la venta de comida chatarra en las escuelas, cuya fundamentación estuvo a cargo de nuestra Diputada @AnaLiliaHerrera. pic.twitter.com/F0qn3DzJYE
— Diputadas y Diputados Federales PRI (@GPPRIDiputados) December 9, 2021
Manifestó que 3 de cada 4 niños en México padecen de sobrepeso y 2 de cada 4 tiene obesidad mórbida. Es más, 7 de cada 10 defunciones por COVID fueron relacionadas con la obesidad.
Lee también: Oaxaca: entra en vigor ley que prohibe venta de comida chatarra a menores
“El reto es prevenir y combatir la obesidad infantil y fomentar hábitos alimenticios y saludables a niñas y niños adolescentes que acuden a estas instituciones; estamos poniendo en términos generales la prohibición de vender comida ‘chatarra’ al interior de nuestras escuelas de educación básica”, puntualizó la legisladora priista Ana Lilia Herrera, presidenta de la Comisión de Derechos de la Niñez y Adolescencia en el Palacio de San Lázaro.
Reconoció Herrera Anzaldo que la reforma está muy lejos de ser una solución integral para combatir la desnutrición crónica y aguda, el sobrepeso y la obesidad, así como otros trastornos de conducta alimentaria, mediante la promoción de una alimentación equilibrada.
“Estos retos no solo demandan legislar, demandan que usemos el resto de nuestras facultades, la aprobación del Presupuesto y la vigilancia de los recursos ya asignados, por cierto, cada vez más pocos para la niñez y la juventud”, concluyó la priista.