El fallo a favor de la licitación de Monterrey VI fue para el consorcio integrado por la constructora Productos y Estructuras de Concreto (Pyecsa), empresa de Gustavo Cavazos, líder del Grupo Allende.
Desde el pasado 28 de agosto Pyecsa se perfiló como la favorita, cuando durante la oferta económica descalificaron a Abeinsa por incumplir requisitos técnicos.
De los 17 mil millones que se tenían contemplados como el costo de la obra, aumentó el presupuesto a más de 40 mil millones de pesos.
El Gobernador Rodrigo Medina argumentó que el incremento se debía a que se incluían los costos de operación y financiamiento.
La paraestatal deberá de pagar al consorcio mensualmente casi 125 millones de pesos sin incluir IVA, durante 27 años a partir de que finalice la obra.
Incluso, con la inversión original de 17 mil millones de pesos, Monterrey VI ya era la propuesta más costosa que pudo haber elegido el Estado para dotar a la ciudad de una nueva fuente de abastecimiento de agua potable, de las ocho que se analizaron.
El consorcio también está integrado por Concretos y Obra Civil del Pacífico S.A. de C.V, Controladora de Operaciones de Infraestructura S.A. de C.V., Recsa Concesiones, S.A.P.I de C.V., y Desarrollos Rogar S.A. de C.V.
La entrega de documentos será el 17 de septiembre, para firmar el contrato el próximo 26 de septiembre con una duración de 30 años.
El inicio de los trabajos está programado para el 14 de diciembre y se espera que la obra concluya en tres años.
Fue el pasado mes de marzo cuando el Gobierno del Estado, a través de la paraestatal Agua y Drenaje de Monterrey, lanzó la licitación pública APP-919043988-C3-2014, para la adjudicación del contrato de Asociación Público-Privada, de la construcción del Acueducto Monterrey VI.
Esto, incluyendo la prestación del servicio de entrega de agua potable a la zona metropolitana.
Este proyecto, que pretende traer agua del Río Pánuco, se pagará con recursos procedentes del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), de la CNA y del Gobierno del Estado, además de una aportación por parte de algunos particulares.
Monterrey VI ha recibido las críticas de varias asociaciones, que lo consideran un crimen ambiental.
También conocido como el proyecto hidráulico más largo de América Latina, es catalogado por organizaciones de la cuenca del Pánuco como un ataque al ecosistema de la región.
El proyecto pretende dotar de agua al área metropolitana de Monterrey durante los próximos 50 años.
Su longitud total es de 520 kilómetros y deberá proveer a Monterrey de 5 metros cúbicos por segundo del vital líquido.
El proyecto enfrenta el rechazo de los habitantes de la zona del Río Tampaón, ramal de la cuenca del Pánuco, así como de especialistas que han externado sus críticas en Veracruz, San Luis Potosí y Tamaulipas.
Argumentan que el río será incapaz de dotar las cantidades de agua que se planean.
Los ambientalistas prevén la afectación directa a 7 mil trabajadores de caña de azúcar del Río Pánuco.
Las Asociación de Usuarios de la Cuenca Hidrológica del Río Pánuco, conformada por agrupaciones civiles, ganaderas, agrícolas e industriales, asegura que la cantidad de agua que se planea extraer no es viable, ya que no hay suficiente líquido para sacar la cantidad de 5 metros cúbicos por segundo, por lo que podría secarse la cuenca.