A más de dos años de movilización constante, algunos grupos de autodefensa han lanzado lo que apunta a ser una propuesta de paz para el Gobierno federal: sugieren la reestructuración de la Policía Estatal, con la debida depuración de aquellos elementos que hayan pertenecido al cártel de los Caballeros Templarios.
Los integrantes de los grupos de autodefensa de Los Reyes, Cotija, Periban y Tancítaro, propusieron la desmovilización al Gobierno federal. Esta sería la primera oferta para la paz que emana de los grupos de civiles armados, los que reconocieron la necesidad de contar con una Policía Estatal que atienda el principio de servicio a la comunidad.
Reunidos en cónclave, en la plaza principal de Los Reyes, al menos 670 elementos de las autodefensas de la zona de la montaña del estado de Michoacán, anunciaron en voz de sus comandantes y jefes de grupo su intención de dejar la movilización armada, a cambio de que el Gobierno federal garantice la funcionalidad de una Policía Estatal honesta.
De esa forma se rechazó la operatividad de la Policía Fuerza Rural integrada por el que fuera el comisionado para la seguridad de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, y de la que se ha reconocido en informes del Cisen y de la PGR, está infiltrada por elementos que atienden intereses de los Caballeros Templarios y del Cártel Jalisco Nueva Generación.
La propuesta de desmovilización no ha tenido respuesta de ninguna instancia del Gobierno federal o estatal de Michoacán. En la Secretaría de gobierno local se desconoce del tema, ni siquiera se reconoce la existencia de grupos de civiles armados en esa parte de la entidad.
Los otros grupos de autodefensa –ubicados en la zona limítrofe de Michoacán con Jalisco y Colima, así como en la zona de la Costa Sierra Nahua- no han hecho ningún posicionamiento oficial entorno a la postura de desmovilización de las autodefensas de la zona de la Montaña. Algunos jefes de grupo han reconocido el valor de la propuesta, pero estiman que mientras los Caballeros Templarios sigan cazándoles, el movimiento civil armado no se termina.
La propuesta de desmovilización de las autodefensas solo es respaldado por cuatro de los 13 grupos de civiles armados que se mantienen activos en Michoacán. Todas las autodefensas activas son leales al liderazgo del doctor José Manuel Mireles Valverde, hoy preso en una cárcel federal de Sonora.
La policía infiltrada
De acuerdo a funcionarios del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), la policía estatal Fuerza Rural, integrada con 752 elementos de campo, está infiltrada por al menos 431 personas relacionadas con diversos cárteles de las drogas que operan en la entidad. Los Caballeros Templarios sería el que más policías rurales tendría a su servicio.
De acuerdo a algunos de los jefes de grupo de autodefensas, también la Policía Federal preventiva se encuentra infiltrada; algunos de sus elementos podrían estar a las órdenes del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Los jefes de las autodefensas de Los Reyes exigieron al gobierno estatal y federal que diluyan las policías municipales y se someta a revisión el mando único, para cerrar la posibilidad de que emisarios de los cárteles estén al frente de la seguridad de los michoacanos.
Temen a Semeí Verdía
A Semeí Verdía, el comandante de los civiles armados de la zona Costa Sierra Nahua y preso por portación de armas, se le agregaría el cargo de homicidio, anunció el gobierno de Michoacán.
Jaime Esparza Cortina, encargado de la política interna de la entidad, dijo que el estado no tiene ningún interés en mantener en prisión a Semeí Verdía Zepeda, pero que se tiene que hacer valer el estado de derecho. El gobierno estatal tiene pruebas que presentará ante un juez para pedir que a Semeí se le sancione por homicidio.
