Ayotzinapa sale a las calles para decir no a las elecciones
Son las 10 de la noche y todo el pueblo de Tixtla está a oscuras.
Felipe de la Cruz, vocero de los padres que reclaman el regreso con vida de los 43 estudiantes, está convencido que el apagón es estratégico y es el presagio de un operativo del Gobierno para desalojar la Escuela Normal de Ayotzinapa un día antes de la elección de hoy domingo.
“¿Por qué crees que es el apagón?, pregunta De la Cruz, tras encabezar una manifestación por las calles de Tixtla en contra de las elecciones de este domingo.
“No es casualidad. Vienen por nosotros”.
César CepedaSon las 10 de la noche y todo el pueblo de Tixtla está a oscuras.
Felipe de la Cruz, vocero de los padres que reclaman el regreso con vida de los 43 estudiantes, está convencido que el apagón es estratégico y es el presagio de un operativo del Gobierno para desalojar la Escuela Normal de Ayotzinapa un día antes de la elección de hoy domingo.
“¿Por qué crees que es el apagón?, pregunta De la Cruz, tras encabezar una manifestación por las calles de Tixtla en contra de las elecciones de este domingo.
“No es casualidad. Vienen por nosotros”.
La marcha del movimiento de Ayotzinapa ha terminado en el zócalo de Tixtla, frente al palacio municipal que está tomado desde hace meses por maestros del CETEG.
La manifestación ha sido un éxito.
El pueblo de Tixtla –prácticamente sitiado por las fuerzas policiacas- salió a las calles para solidarizarse con el movimiento de los estudiantes de Ayotzinapa y gritar un rotundo no a las elecciones programadas para hoy domingo.
“Si no hay paz ni seguridad no hay elecciones”, rezaban las pancartas que familiares de normalistas desplegaron en la marcha.
“Sin justicia no hay elecciones. Ayotzi vive”.
La manifestación -convocada por los padres y estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”-recorrió las principales calles de este municipio de manera tranquila y sin incidentes.
Durante la manifestación jóvenes simpatizantes del movimiento colocaron pegotes en las fachadas de las casas para inconformarse por las elecciones y la desaparición de los normalistas.
“Ellos no tuvieron piedad. Justicia Ayotzinapa” y “No habrá elecciones. ¡¡Justicia!!”, eran las leyendas inscritas en los papeles.
Los manifestantes realizaron pintas en la sede estatal del PRI y colocaron fotografías de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos el año pasado en el municipio de Iguala.
Los simpatizantes del movimiento de Ayotzinapa preteden impedir hoy la instalación de casillas en este municipio de Tixtla ubicado a media hora de Chilpancingo.
Omar García, uno de los voceros del movimiento de Ayotzinapa, adelantó que hoy –en lugar de las elecciones- se propondrá instalar un consejo municipal que gobierne Tixtla.
“A la fregada los partidos políticos y a la fregada las familias ricas de Tixtla”, dice García, uno de los sobrevivientes de la tragedia del 26 de septiembre de 2014.
“Siempre son los mismos”.
La marcha de ayer viernes estuvo vigilada por elementos de la Policía Comunitaria de Tixtla, que tiene a su cargo la seguridad en este municipio y que también respaldaron la campaña para boicotear hoy la elección.
La movilización terminó en el zócalo de Tixtla en la oscuridad total tras el corte del suministro eléctrico. Se prendieron fogatas para iluminar la noche.
“Los ojos del mundo están en Ayotzinapa”, comenta Pablo Díaz, representante del movimienteo que busca instaurar en Tixtla un consejo popular autónomo para gobernar a los tixtleños.
“Estamos desafiando al Estado pegándole a su sistema de las elecciones”.
El municipio de Tixtla desde hace una semana está sitiado por autoridades federales con retenes donde se revisa a todos los vehículos que entran y salen de este pueblo.
El contingente de la protesta de ayer estuvo conformado por cerca de 600 manifestantes entre padres de los 43 estudiantes, familiares y estudiantes normalistas.
El reclamo es el mismo que ha dado vuelta alrededor de todo el mundo: “Justicia, justicia y justicia”, pero ahora agregándole el del boicot electoral.
María de Jesús, madre de José Eduardo, uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, advirtió que hoy domingo llevarán hasta las últimas consecuencias su rechazo a las urnas.
“No se van a instalar las casillas, entiende hijo de la chingada”, advirtió en su discurso dicho en el zócalo de Tixtla.
“No habrá votación hasta que nos entreguen nuestros hijos”.
Está claro que Ayotzinapa y el pueblo de Tixtla nunca se rendirán en su lucha.