Borge: falso embajador de la ONU
“Desde luego quiero enviarle, a través de su conducto, al presidente de la Organización de la Naciones Unidas, a (sic) Don Ban Ki Moon, y a todos los que integran este consejo de la Organización Mundial por la Paz”.
Son las palabras de un serio Roberto Borge, gobernador de Quintana Roo. Su rostro adusto muestra la entereza con la que se debe tratar el tema.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo está nombrando Embajador Mundial por la Paz. O eso es lo que le han hecho creer.
Es el 26 de junio del 2012. Viste una guayabera blanca de manga larga.
Armando Estrop
“Desde luego quiero enviarle, a través de su conducto, al presidente de la Organización de la Naciones Unidas, a (sic) Don Ban Ki Moon, y a todos los que integran este consejo de la Organización Mundial por la Paz”.
Son las palabras de un serio Roberto Borge, gobernador de Quintana Roo. Su rostro adusto muestra la entereza con la que se debe tratar el tema.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo está nombrando Embajador Mundial por la Paz. O eso es lo que le han hecho creer.
Es el 26 de junio del 2012. Viste una guayabera blanca de manga larga.
Una bandera con el escudo del Estado apenas ondea mientras el novel político ve que en menos de año y meses su gestión tiene ya tintes internacionales.
Y es que él no lo pidió, lo buscaron para notificarle que por sus méritos políticos el Estado y su persona alcanzaron tan inigualable distinción.
Desde un atril manifiesta su respeto a la ONU y le da título de “Don” al titular del organismo internacional. La ocasión amerita el aire de solemnidad del joven priista.
Porque además de nombrarlo embajador por la paz, la ONU está elevando a su Estado por encima de capitales europeas. Luego de una deliberación Quintana Roo es la capital mundial por la paz en todo el mundo.
“El que se adjudique en un consejo donde votan delegados de otros países… y que Quintana Roo como Estado haya sido elegido como capital mundial del turismo por la paz, título que llevará por dos años, bajo las condiciones en que se ha visto nuestro país es una gran distinción.
“Y quiero destacar por qué. Platicaba con Don Carlos Alberto Peralta, hace aproximadamente tres semanas, cuando tuve la oportunidad de recibirlo en la Casa de Gobierno, cuando se me comunicó, en una audiencia oficial, que Quintana Roo había sido nombrado capital mundial del turismo por la paz, que la razón por la que le ganamos a París, Roma y Río de Janeiro entre otras ciudades es por la calidez de los mexicanos y por la calidad en el servicio. Por la atención que se da”, presume orgulloso.
Solo que su título es falso. Es un bien planeado fraude en el que el gobernador y sus colaboradores cayeron totalmente. No hubo quien verificara en las oficinas centrales de la ONU si en realidad ellos entregaban el reconocimiento.
La verdad es que es una organización inventada por su presidente, la cual se ha visto involucrada ya en fraudes de este tipo. Solo que ahora le tocó al gobernador de uno de los Estados más visitados por turistas del todo el mundo.
En el evento estuvieron personalidades como el futbolista mexicano Giovani Dos Santos. Los presentes escucharon el florido discurso de Borge. Los políticos locales, empresarios, secretarios de Estado, diputados, senadores. Un encuentro de gala. Un fiasco.
La organización que le entregó este reconocimiento se hace pasar como dependiente del organismo internacional pero no es real. La ONU la desconoce y sabe de la serie de fraudes que ha cometido.
Su presidente, Carlos Peralta, a quien amablemente agradece el priista durante su discurso, es identificado por la ONU como un defraudador al que tienen ubicado con varios alias.
María Luisa Chávez, del Departamento de Información Pública de la ONU en México envió un correo electrónico desconociendo a la llamada Organización Mundial por la Paz.
“Podemos confirmar que la organización que representa el señor Carlos Fortunato Peralta (pseudónimo Carlos A. Peralta) la Organización Mundial por la Paz o alguna de sus subsidiarias, no está asociada con las Naciones Unidas”, dice el documento.
Además advierte que todas las actividades que haga Peralta, quien en la página de Internet de la asociación aparece como el “Presidente Permanente” pueden ser constitutivas de delito.
“Cualquier actividad que el señor Peralta lleve a cabo en nombre de las Naciones Unidas constituye una seria ofensa contra la organización… y puede ser constitutiva de delito por falsedad documental”, advierte la funcionaria oficial en su comunicado a los abogados del empresario que demandó a Peralta.
Ni embajador por la paz ni capital mundial de la paz. Ni saludos a “Don” Ban Ki Moon y tampoco proyección internacional del estado. En puerta un posible conflicto legal y la pesada carga de haber sido embaucado.