Cambio de estafeta en caso Cienfuegos
El caso que inició en Estados Unidos con la detención del General Salvador Cienfuegos ahora está en manos de la Fiscalía General de la República, institución que deberá revisar los documentos entregados por el gobierno norteamericano y definir su situación jurídica
Ernesto SantillánEl General Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, llegó en calidad de libertad a México el día de ayer después de haber sido detenido por sorpresa hace un mes en Estados Unidos por autoridades de la DEA, quienes lo señalaron por narcotráfico y lavado de dinero.
Así lo confirmó el canciller mexicano Marcelo Ebrard, quien aseguró que ahora el caso estará en manos de la Fiscalía General de la República, después de que el Estado mexicano interviniera y lograra que el Fiscal General de EEUU, solicitara a la la jueza federal de distrito, Carol Bagley Amon, desestimar los cargos para que pudiera ser investigado en México.
“A las 18:48 horas descendió el General de División en Retiro, exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Cepeda, vestido de ropa formal y corbata.
“A su descenso, se le acompañó hacia una sala privada en las oficinas del citado hangar de la FGR, donde se le practicó, con su anuencia, un dictamen pericial médico […] posterior a ello, el Agente del Ministerio Público de la Federación le notificó formalmente al General Cienfuegos de la existencia de una investigación en la que él se encuentra involucrado con la información que se recibió del Departamento de Justicia de los Estados Unidos de América, y que en lo sucesivo la investigación estará a cargo de las autoridades mexicanas, a través de la FGR”.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República, el General Cienfuegos se dio por notificado y proporcionó toda su información personal y de contacto, incluyendo domicilio y teléfono celular, donde puede ser localizado y citado para las diligencias a que haya lugar y ordene el Ministerio Público de la Federación, manifestando su total disposición de atender los requerimientos propios de la investigación.
Ebrard, dejó en claro que no se trata de una extradición, pues en el país no se ha presentado ninguna orden para detenerlo.
“La Fiscalía General de la República dará a conocer los detalles, tiene que definir el camino procesal que va a seguir, pero el señor Cienfuegos viene a México como un ciudadano repatriado por la autoridad norteamericana y se va a poner a disposición de la FGR en libertad.
“La diferencia con un procedimiento de extradición es que este se lleva a cabo cuando hay una orden de aprehensión en México, pero la evidencia proveniente de Estados Unidos ha sido puesta apenas hace seis días, falta analizarla” dijo Ebrard durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para Carlos Matienzo, politólogo por la UNAM y MPA en Seguridad y Resolución de Conflictos por la Universidad de Columbia, este giro inesperado que se dio en el caso del General Cienfuegos responde más a los intereses políticos de ambos países que a los de justicia y podría demostrar también una falta de coordinación entre las agencias de seguridad de nuestro país vecino del norte.
“En el fondo creo que tanto para la DEA como para el Gobierno de México, la justicia está en un segundo plano. Siempre hubo una intención política.
Ante esta realidad, la Fiscalía General de la República se sacó la “rifa del tigre”, dice el especialista en seguridad en entrevista para Reporte Índigo, pues si la decisión de devolverlo es política, es decir, de cuidar al Ejército Mexicano más allá de hacer justicia, entonces la FGR, cuya autonomía además ha sido muy cuestionada en este gobierno, difícilmente podría contravenir lo que ya decidieron el Presidente y el Canciller que es cuidar al General Cienfuegos.
“Lo ideal sería que correctamente el Gobierno de México haya exigido por los canales adecuados que se le devuelva al exsecretario por una cuestión de soberanía y de respeto a nuestras propias leyes y que se le juzgue adecuadamente.
“Si se le investiga y es culpable, que se le castigue en México, así se demostrará que no había necesidad de que Estados Unidos arrestara de esa manera al General. Ahora, si el caso queda impune a pesar de que haya muestras de que los ilícitos se cometieron, entonces se evidenciará que en México lo único que pesa es lo político y no la justicia”.
El camino a seguir en el Caso Cienfuegos
Estefanía Medina, licenciada en Derecho, especialista en Sistema Penal Acusatorio y cofundadora de la organización Tojil, explica que por el momento, los documentos que entregaron las autoridades de Estados Unidos a las mexicanas para que se investigue al General Cienfuegos, aún no pueden considerarse como pruebas.
“Lo van a entregar en libertad y con un cúmulo de expedientes con información que para efectos técnicos aún no pueden considerarse como pruebas, sería más bien como el contenido de una denuncia con datos robustecidos de lo que se ha hecho en esta investigación por parte de Estados Unidos en un inicio”.
Lo que sigue ahora, dice la experta en la materia, es iniciar una investigación al igual que cualquier otra pero con más datos de los que normalmente se tienen gracias al trabajo de Estados Unidos. Por lo tanto lo primero que se tendrá que revisar es la licitud de estos documentos.
“Si te fijas, en todas las órdenes refieren que el nexo se da a través de la intervención de sus comunicaciones, es decir equipos Blackberry.
“En México, cuando este tipo de pruebas no las aporta alguien que participó en las comunicaciones tiene que pasar por control judicial. Entonces ahí brincan muchas dudas en el tema de legalidad que es lo más fuerte”.
Además, a lo largo de la investigación, se debe determinar si el caso se llevará ante un juez, quien giraría la orden de aprehensión y definirá por qué delitos.