Canal envenenado

La proliferación de asentamientos irregulares en la zona chinampera de Xochimilco ha provocado fuertes niveles de contaminación en los canales de agua, afectando la fertilidad de la tierra, las plantas y los animales
David Martínez David Martínez Publicado el
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La contaminación de los canales de Xochimilco con metales pesados podría dejar infértil una de las zonas productoras más importantes de la Ciudad de México que genera 40 mil toneladas de distintos productos al año.

El biólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Miguel Rivas, afirma que las zonas urbanas de los canales son las más afectadas por la contaminación.

“Las grandes concentraciones son en las zonas urbanas donde hay avenidas o carreteras, ahí está la mayor densidad de metales pesados como el mercurio”

Rivas indica que, aunque la concentración en la zona productora es mínima, la mayoría de los trabajadores usan esa agua para regar sus cultivos y les perjudica.

Además explica que el problema se remonta a la urbanización de la capital a la mitad del siglo pasado y la proliferación de asentamientos irregulares.

Igualmente, señala que la situación de los canales también se debe a que el agua de las chinampas ya no proviene de los 30 ríos prehispánicos, sino de la lluvia y de tres plantas de tratamiento que están en el Cerro de la Estrella en Iztapalapa.

“Es líquido semitratado, son aguas de todas las casas de la capital, le quitan material orgánico y la vuelven a verter, sólo cumple la norma para ser usada para regar”, explicó.

El especialista añade que la contaminación no repercute en la salud de las personas pero sí en la fauna y la flora.

“Ajolotes y peces no soportan las concentraciones de metales pesados y mueren o dejan de proliferar en ciertas zonas”
Miguel RivasBiólogo de la UNAM

José Luis Camacho, productor de la chinampa, cuenta que la contaminación del agua la hace salina y echa a perder la tierra o complica que se dé la cosecha.

“Es un proceso donde a la tierra le sale una capa blanca y no se puede cultivar, ya que no hay condiciones suficientes para que las plantas tengan bien las raíces”, menciona.

De aumentar la concentración de metales pesados, el productor considera que en 10 o 15 años el daño causado será irreversible.

Reporte Índigo recorrió la zona de Chicalhuacán, en el barrio chinampero de Caltongo, donde el agua de los canales toma un color verde con blanco debido a que quienes habitan irregularmente no tienen una red de drenaje y tiran sus derechos residuales a los canales.

Floricultores de la zona señalaron que la situación lleva alrededor de 20 años y afecta la producción de flores.

En el año 2012, la UNAM llevó a cabo la Determinación de metales pesados de un canal de Xochimilco como proyecto de Servicio Social que se realizó en Cuemanco y determinó que el cadmio rebasa los límites permisibles.

“Para el cadmio se mantuvieron los valores constantes en el primero y segundo muestreos 0.001-0.002 partes por millón (ppm) tanto en el fondo como en la superficie, dichas concentraciones se encuentran dentro de los límites máximos permisibles tanto para descargas residuales como para agua potable”, indica el documento.

Respecto al plomo, otro elemento tóxico, el estudio indica que los niveles están por encima de lo máximo permisible en 0.025 ppm para el consumo humano y para aguas residuales.

La contaminación en el agua la hace salina y echa a perder la tierra o complica que se dé la cosecha

Problema integral

La diputada local por Xochimilco, Donají Olivera, refiere que el problema es de antaño y es provocado por los asentamientos irregulares en los canales que tanto autoridades como habitantes han propiciado.

“El Gobierno no vende la chinampa, lo hacen los dueños, es una responsabilidad compartida, el tema es complicado, la alcaldía no es dueña de las chinampas, es la gente la que la vende, pero no sólo es de ellos el problema, también ha sido de las autoridades”, señala.

Olivera considera que los dueños de los predios en zonas de conservación, que forman parte de bienes comunales, los venden para que otros construyan viviendas.

“Es un tema bien complicado convencer a la gente de que no siga vendiendo terrenos para que no haya descargas de aguas residuales, el trabajo de concientización debe ser más agudo para que no se caiga en esa irresponsabilidad y en el problema el cual todos tenemos que resolver”.

Olivera asegura que la alcaldía ya está trabajando con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) en un proyecto anual para la limpieza de la chinampa.

“Tienen el ánimo de atender, pero hay que ver si la población está dispuesta a ya no vender más terrenos en los canales de Xochimilco”, apunta.

La diputada argumenta que los Gobiernos delegacionales y el de la alcaldía han realizado acciones de saneamiento mismas que no son efectivas si continúa la venta de predios irregulares.

Apenas el 29 de marzo pasado, la alcaldía de Xochimilco realizó una limpieza de canales que es parte de un programa permanente en el cual colabora la Universidad de Chapingo.

Olivera también atribuye el problema a que una tercera generación de familias de productores no quisieron dedicarse a la chinampa y buscaron profesionalizarse académicamente o ya no consideraron productiva la actividad agrícola.

Por lo cual, muchos optan por vender sus predios para construir, aunque la actividad esté prohibida.

De aumentar la concentración de metales pesados en el agua de los canales de Xochimilco, en 10 o 15 años el daño causado será irreversible

La esperanza de la cosecha

A pesar de la situación que aqueja a Xochimilco existen opciones para que las chinampas puedan salvarse.

De acuerdo con Rivas, el Instituto de Biología de la UNAM y 25 productores llevan a cabo el proyecto Chinampa Refugio, con el cual se sectorizan fracciones de terrenos y canales para evitar que el agua contaminada se mezcle con la que ya pasó por un proceso de saneamiento.

“La intención es que el programa crezca y alcance a la mayor parte posible porque 25 aún son muy pocos, pero la intención es que los agricultores produzcan de manera sustentable”, señala.

El productor José Luis Camacho afirma que trabaja con la asociación Umbral Axochiátl la cual promueve capacitación a productores sin el uso de productos químicos ni pesticidas que afectan a la tierra y al agua.

Camacho explica que el agua puede ser saneada para cultivo si pasa por filtros de arena; sin embargo, hace falta la capacitación para los productores

La asociación también promueve el uso de las técnicas tradicionales de cosecha y aprovechamiento del agua para riego, así como lleva a cabo acciones para la preservación del ajolote.

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