Candidatos bajo fuego
Aunque hablan de un estado idílico, donde temer por la vida era cosa del pasado, todos los candidatos al gobierno estatal de Michoacán ha tomado a la ligera su seguridad. Todos han tomado sus providencias. Todos están fuertemente resguardados.
A cinco de los seis postulantes a gobernador, la Federación les ofertó una estrategia de seguridad -con recursos, vehículos y hombres- a fin de garantizar su integridad, principalmente al visitar la zona de Tierra Caliente.
J. Jesús LemusAunque hablan de un estado idílico, donde temer por la vida era cosa del pasado, todos los candidatos al gobierno estatal de Michoacán ha tomado a la ligera su seguridad. Todos han tomado sus providencias. Todos están fuertemente resguardados.
A cinco de los seis postulantes a gobernador, la Federación les ofertó una estrategia de seguridad -con recursos, vehículos y hombres- a fin de garantizar su integridad, principalmente al visitar la zona de Tierra Caliente.
Solo los candidatos del PRI, Asención Orihuela Bárcenas; y del PAN, Luisa María “Cocoa” Calderón Hinojosa, aceptaron.
Tras blindar su seguridad personal y de algunos miembros de su familia, el candidato del PRI no ha tenido empacho en señalar que “el rostro de la seguridad en Michoacán es otro”.
Públicamente dijo que recorrió el estado en compañía de su esposa, “en mi auto particular y lo que percibo es que el estado tiene buenas condiciones de seguridad”.
Por su parte, “Cocoa” Calderón dijo que en Michoacán no existen focos rojos que pudieran poner en riesgo el desarrollo de las elecciones, pero su agenda de trabajo no contempla la insistencia del voto en la mayor parte de los municipios de Tierra Caliente.
El día del arranque de su campaña “Cocoa” fue acompañada por el líder de su partido, Gustavo Madero, quien aseguró que ninguno de los candidatos del PAN tendría seguridad especial.
Pero él mismo arribó en una camioneta blindada y varios de los candidatos a diputado federal –como el caso de Hugo Anaya Ávila– estuvieron casi de la mano con sus escoltas.
Otro que encarnó la contradicción fue el candidato multipartidista Silvano Aureoles Conejo -del PRD, PT, PANAL y PES-, quien públicamente se negó aceptar la seguridad del Gobierno Federal aludiendo que en el estado prevalece un clima de tranquilidad que permite hacer campaña sin vigilancia especial, pero en lo privado comenzó a utilizar chaleco antibalas y reforzó su equipo de escoltas en dos círculos de seguridad.
Manuel Antúnez Oviedo, del Movimiento Ciudadano, tampoco aceptó la seguridad que le ofreció la Federación. No explicó las razones, pero se filtró que la negativa obedeció a cuestiones de categoría: Miguel Ángel Osorio Chong le propuso enviarle como escoltas a media docena de elementos de la Policía Federal Preventiva, y no a miembros del Estado Mayor Presidencial, como se le había solicitado.
La candidata de Morena, María de la Luz Núñez Ramos -que llegó desde la alcaldía de Atoyac de Álvarez, en Guerrero, para buscar gobernar a los michoacanos- optó por no aceptar a los Policías Federales que le fueron asignados como escoltas, pero el vehículo blindado que le fue enviado por la Federación, sí lo recibió.
El encargado de la seguridad de la candidata es su mismo esposo, Arturo Martínez Nateras, quien coordina a un grupo de 5 personas encargadas de ese asunto.
El único de los candidatos al gobierno estatal de Michoacán que no aceptó ningún tipo de apoyo del Gobierno Federal fue Gerardo Dueñas Bedolla, del Partido Humanista, pero asegura que eso fue porque ni siquiera se lo ofrecieron.
Dueñas Bedolla inició su trabajo de proselitismo en petit comité, sin arriesgarse en grandes concentraciones. El inicio de su campaña lo marcó asistiendo a misa, para celebrar el Domingo de Resurrección.
Casi el paraíso
Fiel a su política de negación, el gobernador Salvador Jara ha insistido que en Michoacán existen las condiciones de paz y seguridad para que se lleven a cabo con normalidad las campañas políticas que concluirán con la jornada electoral del primer domingo de junio.
No existen –como no han existido para él desde que asumió la suplencia del gobierno estatal- conflictos armados que trastoquen la seguridad pública de los michoacanos, dijo.
Ha reiterado que en Michoacán “no hay focos rojos” que pudieran poner en riesgo la jornada electoral en proceso, y pidió a todos los candidatos, desde aspirantes a regidores hasta gobernador, a que denuncien cualquier hecho que pudiera alterar el curso normal de este proceso.
La voz disonante
Frente al estado idílico del que habla el gobernador, salta la voz insurgente de Hipólito Mora.
El exlíder de las autodefensas ha insistido en la falta de condiciones de seguridad en la zona de Tierra Caliente.
Mora se ha dicho con temor de un atentado en contra de su persona y su familia, como consecuencia de la persecución que encabezó contra el cártel de Los Templarios.
Mora se sigue rodeando de un grupo de amigos –sus muchachos, les llama él- que lo custodian día y noche. Trae su chaleco antibalas, pero se sabe expuesto a un ataque de sus enemigos. No esconde el miedo con el que vive, al igual que miles de michoacanos.
Los consentidos del sistema
Los candidatos del PRI, Asención Orihuela Bárcenas; y del PAN, Luisa María Calderón Hinojosa, han sido calificados por sus oponentes político como los consentidos de la Federación. Ambos candidatos han recibido recomendaciones para su seguridad:
> Los comisionados para la seguridad de los candidatos del PRI y PAN al gobierno de Michoacán usan chalecos antibalas.
> Se les ha sugerido que eviten grandes concentraciones.
> Se propone que la mayoría de los eventos políticos se hagan en espacios cerrados, con accesos controlados de personas.
> Les propusieron visitar lo menos posible los municipios en conflicto abiertos entre civiles armados.
> En todo momento se recomienda no sostener reuniones con grupos de autodefensa
> Mantenerse alejados de los municipios en donde las células del crimen organizado aún persisten por reposicionarse.
> No acudir a eventos políticos en compañía de familiares, a fin de evitar dividir sus equipos de seguridad.