Caso Mireya Agraz: Alienación parental, ¿una figura que revictimiza?

El concepto de alienación parental es relativamente nuevo en México, sin embargo, recientemente se ha colocado en el ojo del huracán tras la difusión del caso de Mireya Agraz, la mujer que se suicidó y envenenó a sus hijos para evitar que vivieran con su padre, Leopoldo Olvera.

Elementos de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México encontraron sin vida, el pasado 7 de junio en un domicilio en la delegación Magdalena Contreras, a tres menores de edad, así como dos adultos; Mireya y el abuelo de los niños.

Días antes, un juez había determinado que los tres niños sufrían de alienación parental, es decir, que era influenciados por madre para que se alejaran, física y emocionalmente, de su padre, por lo que ordenó que la custodia de los menores pasara a manos de Olvera para revertir la situación.

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Desde 2011, Olvera había denunciado en varias ocasiones a su exesposo por violencia familiar, incumplimiento del pago de alimentos y en dos ocasiones por abuso sexual en contra de los niños, por lo cual las autoridades iniciaron dos juicios en el Tribunal Superior de Justicia capitalino.

Las investigaciones apuntan que la mujer envenenó a sus hijos para evitar entregarlos a su padre, pues ella lo consideraba un abusador sexual, aunque en los juicio se desestimaron dichas acusaciones, incluso el procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza, quien dejó el cargo la semana pasada, declaró que no encontraron elementos de abuso sexual por parte de Olvera.

El caso dio un nuevo giro luego que este martes, organizaciones civiles denunciaron que el caso de Mireya estuvo lleno de irregularidades, pues a su parecer las autoridades capitalinas ignoraron las pruebas médicas y psicológicas que presuntamente prueban la culpabilidad de Olvera en el delito de abuso sexual contra sus hijos.

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“Cuando las pruebas apuntaban a la culpabilidad de Olvera, en octubre de 2012 él solicitó a la titular del Juzgado Décimo de lo Familiar que se realizaran pruebas periciales sobre alienación parental”, señalaron en un comunicado la organizaciones, encabezadas por la Asociación para el desarrollo Integral de Personas Violadas.

En conferencia de prensa, las organizaciones pidieron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que declare la inconstitucionalidad del artículo 323-Septimus del Código Civil de la capital, el cual contempla la alienación parental como una forma de violencia familiar, incluso la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) ha pedido al máximo tribunal que derogue dicho artículo.

“En el supuesto de que el menor presente un grado de alienación parental severo, en ningún caso, permanecerá bajo el cuidado del progenitor alienador o de la familia de éste, se suspenderá todo contacto con el padre alienador”, señala el Código Civil de la Ciudad de México.

Para el presidente de la Asociación Mexicana de Padres de Familia Separados, Alejandro Heredia, derogar el concepto de alienación parental de las leyes de la Ciudad de México dejaría en la indefensión a miles de niños, sólo un por un caso que denominó como “atípico”.

Heredia, uno de los principales impulsores del concepto en México y América Latina, comentó para Reporte Índigo que la propia Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha reconocido la alienación parental como una forma de violencia familiar, lo que se contrapone con la postura de la CDHDF.

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“Las comisiones de derechos humanos se contradicen, incluso la CNDH hizo un libro en el que aborda el problema de la alienación parental, además la Suprema Corte lo ha aceptado en algunos artículos, los diputados han hecho un llamado para que se homologuen los códigos, no veo razón de esta controversia; la alienación parental existe”, señaló Heredia.

El activista recalcó que la alienación parental no es un problema de género, pues aunque afecta en su mayoría a hombres, las mujeres también pueden sufrirlo, ya que cualquiera de los padres puede influenciar a los hijos para que rechacen a la otra parte.

Heredia pidió no satanizar el concepto, pues la solución no derogar la alienación parental de las leyes, sin reforzarla para impedir que los niños convivan en un ambiente sin amor, ni respeto, porque al final son los menores quines terminan pagando el hecho que los adultos no hayan podido arreglar sus diferencias.

Aunque la Suprema Corte recibió desde 2014 la acción de inconstitucionalidad en contra de la alienación parental en las leyes de la capital, los ministros aún no se han pronunciado sobre si este concepto vulnera o no algún principio de la Constitución.