CEAV, pura simulación de apoyo a víctimas de violencia

Edgar Morín, autor del libro “Crímenes de Cuello Blanco”, asegura que la creación de la CEAV no sirve para lo que se previó, que es ayudar a las víctimas de la violencia en el país
Julio Ramírez Julio Ramírez Publicado el
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La creación de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) es una simulación ya que no se atiende de manera integral la condición de las personas a las que está dirigida y quiere resolver todo con dinero.

“Cómo cuadra eso de la justicia y su retórica con un mecanismo que es eminentemente económico. Eso es una contradicción interesante. Se creó un mecanismo que es una burocracia, que sólo se reduce a lo económico y que además no resuelve los casos porque son muchos. Es demasiada simulación”, considera el autor de “Crímenes de cuello blanco”, Edgar Morín.

El académico critica esta situación porque no se está atendiendo el aspecto social ni tampoco dando el tratamiento psicológico necesario a las víctimas.

Además, dice, el Estado queda en deuda con los familiares de las personas asesinadas o desaparecidas a las que no se les hizo justicia.

“Es una simulación porque haces un mecanismo para arreglar problemas que tienen las víctimas que ni siquiera da un acompañamiento terapéutico.

“Si nos ponemos en el papel de víctima, a veces no sólo es un asunto de dinero lo que necesitas, requieres más cosas, como que quienes cometieron los abusos paguen por ello”, explica el profesor universitario.

El Gobierno federal también ha fallado en regular y revisar el trabajo de la CEAV que a todas luces está actuando de manera incorrecta en la atención que brinda a las víctimas de la violencia.

“Estamos ante un asunto inmoral pero también frente a un fallo institucional gravísimo. Lo que estamos viendo es que hay un hueco y nadie está supervisando.

“Dónde está la Secretaría de la Función Pública, está de adorno. Ellos tendrían que estar revisando a todos estos funcionarios, pero hasta donde sé la SFP no ha hecho gran cosa en ese sentido”, abunda.

Considera que es lamentable que a través de este mecanismo se busque resarcir el inmenso daño que padecieron las víctimas de la inseguridad en el país, ya que con el aporte económico es insuficiente para cubrir la deuda que se tiene con ellos.

“La pregunta del millón es cómo conecta todo eso con el aparato de justicia. Seguramente no conecta. Y si no conecta para qué sirve tener algo así, en términos de hacer algo diferente”.

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