"Son chatarra que ya no usarán en el Reino Unido y, por ello, la empresa inglesa se los vendió a México, pues además de incómodos en el segundo piso, tampoco cuentan con la tecnología que reduce las emisiones contaminantes"
Los 90 autobuses que recorrerán la Línea 7 del Metrobús son chatarra, pues son vehículos desechados por Reino Unido, afirmó la Comisión Permanente del Senado de la República, la cual solicitó al gobierno capitalino un informe sobre la adquisición de las unidades.
“Son chatarra que ya no usarán en el Reino Unido y, por ello, la empresa inglesa se los vendió a México, pues además de incómodos en el segundo piso, tampoco cuentan con la tecnología que reduce las emisiones contaminantes”, indicó la Comisión en un comunicado.
Los legisladores indicaron que se ha dado a conocer que los 90 autobuses usarán diésel de Ultra Bajo Azufre, por lo que su compra va contra el acuerdo firmado por el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, en la Cumbre de Alcaldes C40.
“Se subraya que, a pesar de que transportarán a 30 pasajeros más por unidad, la desventaja es que usará diésel, que emite 80 por ciento más óxidos de nitrógeno que un vehículo a gas natural”, indicaron los legisladores en el comunicado.
La Comisión Permanente también señaló que existe la posibilidad de que las unidades que recorrerán Paseo de la Reforma se saturen y que, por disposición interna del autobús de doble piso, se retarden los ascensos y descensos.
Los autobuses de la nueva línea del Metrobús también fueron criticados a finales de julio por la altura del segundo piso de las unidades, la cual será de 1.70, una medida que algunas personas han considerada como insuficiente para el tamaño de algunos mexicanos.
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La construcción de esta línea ha estado rodeada de dificultades y problemas legales con autoridades y vecinos, incluso un juez ordenó detener las obras, aunque finalmente el gobierno capitalino obtuvo los permisos para seguir con la construcción.
