De un tiempo a acá el tema de las terapias con delfines empezó a cobrar popularidad. Estas terapias se utilizan para tratamientos con niños que tienen necesidades educativas especiales como en los casos de autismo, síndrome de Down y parálisis cerebral.
Estas terapias son personalizadas y deben estar adecuadas a las necesidades de cada paciente. La Universidad de Barcelona es la institución que se ha encargado de profundizar en los efectos y beneficios de las terapias. En 2014, doce niños del DIF Quintana Roo fueron parte del proyecto que hicieron en cooperación la Universidad de Barcelona y Delphinus en la Riviera Maya.
El estudio que llevó a cabo Merixtell Arias, fundadora de DISCAN, evaluaría si había mejoras en los niños después de seis sesiones de terapia. Las fases eran: contacto con el agua y el delfín, ejercicios con los órganos que intervienen para articular palabras (el aparato bucofonador), ejercicios para el movimiento y los músculos, y la despedida con el delfín.
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Según los resultados, el 78% de los niños de entre dos y siete años tenían mejoras después de las terapias asistidas. Especialmente en sus habilidades en lenguaje mímico y visual; fuera del agua los niños podían comunicarse mejor. Es común que a personas con autismo se les facilite más entablar una relación e interactuar con animales que con otras personas. Por su parte, las terapias acuáticas sirven para ayudar al desarrollo motriz. Los niños mayores de siete años no mostraron grandes mejoras, lo que se puede deber a que es más fácil adquirir nuevos aprendizajes cuando los infantes son más pequeños.
Las delfinoterapias han recibido fuertes críticas que expresan su preocupación por el trato que reciben los animales mientras que los lugares en donde se dan las terapias aseguran que se procura su bienestar y se les trata con respeto.
Estos cetáceos son de las especies más inteligentes del planetas, son amigables y continuamente interactúan con los humanos. Se cree que con su ayuda en las terapias también se pueden favorecer las habilidades de comunicación de los pacientes, mejorar su autocontrol y ayudar a centrar su atención.
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Actualmente el Programa de Terapia Asistida de Delpinus está dirigido a niños con Síndrome de Down de la organización El Espacio de Michelle, y lo lidera una terapeuta que da seguimiento antes y después del programa en su consultorio.
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