Con metro a cuestas, se cambia a Morena
Hace unos meses, cuando el escándalo del cierre parcial de la Línea 12 estaba al tope, el senador Mario Delgado solicitó urgente audiencia con el jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Delgado está implicado en el problema del metro al autorizar el endeudamiento de mil 588 millones de pesos por la renta de los 30 trenes.
Ayer Delgado anunció que renunciaría a las filas del PRD para incorporarse a Morena, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, quien ostenta como una de sus principales banderas la honestidad.
Icela Lagunas
Hace unos meses, cuando el escándalo del cierre parcial de la Línea 12 estaba al tope, el senador Mario Delgado solicitó urgente audiencia con el jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Delgado está implicado en el problema del metro al autorizar el endeudamiento de mil 588 millones de pesos por la renta de los 30 trenes.
Ayer Delgado anunció que renunciaría a las filas del PRD para incorporarse a Morena, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, quien ostenta como una de sus principales banderas la honestidad.
En aquella audiencia urgente, su ingreso a las oficinas centrales quedó registrado en la estructura de seguridad interna del Gobierno del Distrito Federal.
El senador llegó con regalos. Uno para el jefe de Gobierno y otro para su secretario particular, Luis Serna, a quienes obsequió unas corbatas Banana Republic.
Por esas fechas, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México había ordenado el cierre parcial de operaciones en once de las 20 estaciones del tramo Tláhuac-Mixcoac y se confrontaba abiertamente por el tema con su antecesor, Marcelo Ebrard Casaubón.
Luego de esa decisión y que estalló el escándalo, el exsecretario de Finanzas en la administración de Ebrard pidió audiencia con el jefe de Gobierno.
El fantasma del sobrecosto
Mario Delgado forma parte medular de la polémica. En abril del 2014, esta casa editorial publicó la edición “Mario Delgado, el senador que endeudó al DF”, en la que se exhibía documentación clasificada como confidencial que tenía que ver con los números a detalle de ciertos procesos de adquisición que el senador, en su calidad de secretario de Finanzas del DF, había encabezado.
En esa publicación se dio cuenta que mientras el equipo de Marcelo Ebrard había proyectado desde el 2009, ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público un gasto de 6 mil millones de pesos para las compra del lote de trenes de Línea 12, de manera paralela, Mario Delgado había firmado la autorización para que los trenes se rentaran en mil 588 millones de dólares.
El documento, que aparece firmado de puño y letra del senador, lo marcó porque exhibió que fue él quien autorizó el endeudamiento de la Ciudad de México hasta el 2016 por un monto que no sólo pagará el gobierno de Miguel Ángel Mancera, sino la administración que le suceda.
Aunque Mario Delgado intentó explicar las consecuencias de adquirir un bien a largo plazo cuando no se tiene dinero en efectivo para pagarlo, las cuentas nunca cuadraron.
Menos, cuando se supo el precio real de la fabricación de los trenes de empresa española CAF, material que, dicho sea de paso, fue calificado de no empatar con las vías.
Su Plan B: ¿Apoyar a Mancera?
De manera casi simultánea al escándalo de la Línea 12 y de los trenes incompatibles que dictaminó la empresa francesa Systra, el senador del PRD comenzó una ardua campaña para fortalecer uno de los propósitos del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera: conseguir la reforma política para el Distrito Federal.
El proyecto que pretende transformar al Distrito Federal en una entidad federativa con el nombre de Ciudad de México avanzó y fue promovido por Delgado desde la Cámara de Senadores.
Con la pretendida reforma, la figura de las delegaciones se transformarían en alcaldías con consejos, cuyos integrantes serían elegidos por la vía electoral y que, en conjunto, le otorgarían a la Ciudad de México una autonomía, que incluso le permitiría un Congreso local, poder judicial y ejecutivo.
En este proceso, Mario Delgado se convirtió en el principal portavoz de la reforma política, que de lograrse, se le adjudicaría como mérito al gobierno de Miguel Ángel Mancera.
Pero se acabó el año y la ansiada reforma política para el Distrito Federal otra vez no pasó.
A la fecha, Mario Delgado no ha sido llamado a cuentas para aclarar su participación en el proceso de adquisición de los 30 trenes a la empresa CAF que investiga la Contraloría General del Distrito Federal.
Al cierre de 2014, la Contraloría del DF dio a conocer la lista de funcionarios sancionados económicamente e inhabilitados para ejercer un cargo público por daños al erario público.
Hiram Almeida, quien en ese momento encabezaba la Contraloría del Distrito Federal y que ahora fue nombrado como titular en la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), prometió que el tema de los trenes requería una investigación independiente a la fase de la obra y que entonces se analizaría la participación del senador en su calidad de secretario de Finanzas de la capital.
Iría por la delegación Miguel Hidalgo
El hasta ayer perredista explicó que ya había conversado de su salida del partido con el ex jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubón, quien se considera uno de sus mentores políticos y quien lo llevó a los altos cargos dentro del Gobierno del Distrito Federal.
Al referirse al también ex jefe de Gobierno de la ciudad, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, Delgado dijo que tiene una buena amistad con él, sin dar más detalles.
A muchos perredistas la decisión no sorprendió. De hecho, comentaron que el amarre entre Mario Delgado y Morena va más allá, pues podría ser el candidato a jefe delegacional de Andrés Manuel López Obrador que compita por la delegación Miguel Hidalgo.
En el GDF, pese a las corbatas que el senador les regaló al jefe de Gobierno y a su secretario particular, el expediente de los trenes sigue abierto.