El gobierno de Michoacán ha suspendido los tratamientos médicos a todos los enfermos de cáncer registrados en los hospitales públicos de la entidad, bajo el argumento de que no tiene para la adquisición de medicamentos.
Sin embargo, reconoce que tampoco ha buscado que la Federación le suministre recursos para solventar esta situación.
En los hospitales públicos se tiene un registro de 542 pacientes con padecimientos de cáncer en diversos grados, 179 de ellos se encuentran hospitalizados y 363 son tratados en forma ambulatoria.
Ninguno de ellos ha recibido medicamentos ni quimioterapias desde el 7 de agosto.
Esta no es la primera ocasión que a los enfermos de cáncer en Michoacán se les suspende el tratamiento. El mes pasado se dejó de suministrar el apoyo terapéutico en tres ocasiones. La razón fue la misma: la falta de pagos del gobierno estatal a las empresas encargadas de hacer llegar los fármacos de alivio a ese padecimiento.
El gobernador de Michoacán, Salvador Jara, no ha anunciado acciones oficiales que pudieran solucionar el problema que es, literalmente, de vida o muerte para cientos de enfermos.
De acuerdo al colectivo #YoSoy17 en Michoacán, tres niños con cáncer murieron en agosto, durante los días en que los hospitales se quedaron sin abastecimiento de medicamentos oncológicos y nutrición parenteral por una deuda del estado con la empresa proveedora.
De acuerdo con Animal Político, en conferencia de prensa el titular de la Secretaría de Salud de Michoacán, Carlos Aranza Domiz, desmintió esa información y afirmó que ningún menor se quedó sin tratamiento.
La denuncia del colectivo #YoSoy17 asegura que alrededor de 150 niños y niñas fueron afectados por la falta de medicamentos quimioterápicos y otros necesarios.
Michoacán tiene regiones que por años han tenido el primer lugar en casos de cáncer a nivel nacional, de acuerdo a datos de la propia Universidad Michoacán de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH): las zonas agrícolas de Apatzingán y el área aguacatera de Uruapan.
El uso de pesticidas y fertilizantes para impulsar la producción agrícola es lo que empuja los índices de enfermos de cáncer a la alza.
La Secretaría de Salud de Michoacán aún no sabe la cifra exacta de la deuda que se reconoce desde 2010, 2011, 2012 y 2013 con SAFE-PISA, pero según la nota de Animal Político, ya ordenó que todos los hospitales afectados entreguen facturas que comprueben la adquisición de estos medicamentos para que la Secretaría de Finanzas estatal pueda realizar el pago.
“Uno de los principales obstáculos por los cuales la Secretaría de Finanzas no ha podido pagar es porque no existe un contrato que se hiciera válido o firmado por el Comité Estatal de Adquisiciones (…) obviamente no se puede generar un pago mientras no haya un contrato”, dijo Aranza Domiz en conferencia de prensa.
Reclaman ayuda Federal
Ante el silencio del gobierno estatal para anunciar acciones emergentes de apoyo a los enfermos de cáncer, los familiares de los afectados están buscando la intervención del Gobierno Federal, para que se les permita atender urgentemente a sus enfermos en las clínicas del IMSS o del ISSSTE de esta entidad.
La delegación del IMSS Michoacán se ha mostrado también insensible ante la emergencia médica que viven los enfermos de cáncer en el estado, pues en ninguno de los hospitales de esa institución se le ha dado cabida a quienes requieren urgentemente la atención clínica que les ha negado el gobierno estatal.
Varios de los familiares de enfermos han acudido ante las direcciones de hospitales del Seguro Social para pedir apoyo emergente, pero se les ha negado, argumentando la autonomía de los regímenes médicos de la Federación y del gobierno estatal.
Familiares de enfermos aseguraron que de no haber solución a la falta de medicamentos y terapias químicas por parte del gobierno estatal, acudirán ante la Secretaria de Salud Federal para que les brinden una solución.
“Porque lo que está haciendo el gobierno de Michoacán es condenar a muerte a nuestros enfermos”, aseguraron.
El ‘oro’ del mal
Mientras que el Gobierno Federal finca sus campañas de promoción del aguacate como el “oro verde de los michoacanos”, las cifras en el Sector Salud -tanto en el IMSS como en los hospitales estatales- apuntan que el trabajo en los cultivos de aguacate son de alto riesgo para los jornaleros.
El padrón de enfermos de cáncer en Michoacán, principalmente hombres y mujeres entre los 25 y 44 años de edad, revela que la mayoría de ellos fueron trabajadores agrícolas en zonas de cultivo agrícola, principalmente en la zona aguacatera de Uruapan o en las huertas de limón de la zona de Apatzingán.
El registro de los niños enfermos de cáncer revela que la mayor parte de ellos proviene de zonas rurales cercanas a las áreas de cultivo agrícola, en donde se hace la fumigación de las vastas extensiones de cultivo por medio de avionetas.
De acuerdo al doctor en agronomía Rubén Quintero Sánchez, es el uso excesivo –y a veces sin regulación- de productos químicos en los cultivos de agrícolas lo que ha hecho que se disparen los casos de cáncer en la entidad.
Por esa razón, el investigador ha propuesto la utilización de fertilizantes orgánicos en las zonas de cultivo.
Esta iniciativa, pese a ser el resultado de años de investigación, no ha sido considerada por ninguna instancia del Gobierno Federal o estatal.
Si no es el cáncer, es la violencia
De acuerdo a las cifras emitidas por la Secretaria de Salud de Michoacán, el año pasado el cáncer en la entidad era la tercera causa de muerte entre los niños de 5 a 15 años de edad.
Ese índice solo es superado por los decesos derivados de violencia o accidentes viales.
Durante el 2013 fallecieron por cáncer 2 mil 104 menores de 18 años en todo el país, lo que da una tasa de 4.9 casos por cada 100 mil.
En Michoacán, en este mismo lapso, fallecieron 57 enfermos con una tasa de 3.3 casos por cada 100 mil.
“El cáncer infantil es una enfermedad letal y en temas generales, tiene una sobrevida del 60 por ciento”, dijo el entonces titular de la dependencia, Rafael Díaz Rodríguez.
Veneno sin regulación
De acuerdo a investigaciones del Colegio de Michoacán (Colmich) en la mayor parte de la zona agrícola de Michoacán –incluida las áreas de Apatzingán y Uruapan- no hay ninguna regulación en el uso de plaguicidas.
Se han detectado al menos 9 compuestos químicos que tienen efectos comprobados graves sobre la salud de los trabajadores agrícolas.
Entre los plaguicidas más dañinos que se utilizan sin regulación oficial se destacan: Azinfos Metilj, el que tiene potencial cancerígeno y mutagénico; el Captán, es tóxico en peces y cancerígeno en ratones; Dicofol Organoclorado puede provocar convulsiones y epilepsia; Oxidemeton Metil es tóxico en vida silvestre en general.
También se ha detectado el uso de Menvinfos que es irritante dérmico, ocular, de mucosas y del tracto respiratorio; Peratión Metílico es extremadamente peligroso por inhalación, ingestión y rápida absorción por la piel; Epenthion es neurotóxico, teratogénico y mutagénico. Y el Ethion que es irritante dérmico y de mucosas, que llega a ser teratogénico y mutagénico.
Otros productos químicos que se están utilizando en Michoacán, sin la regulación debida por parte de las entidades de salud, control ambiental o desarrollo rural son fórmulas que han sido prohibidas en algunos países de Europa, así como en Estados Unidos y Canadá. Descontinuados de la agricultura del primer mundo debido a los efectos en la salud de los trabajadores agrícolas, tras demostrarse que esas sustancias pueden provocar cáncer y malformaciones congénitas en los seres humanos, no solo en quienes trabajan el campo sino en los consumidores finales de los productos.
> Plaguicidas
Las empresas que siguen vendiendo los plaguicidas son representantes de las trasnacionales que dominan el mercado mundial:
> Bayer
> Syngenta
> Dow
> BASF
> Monsanto
> Agricultura Nacional