Con la llegada del COVID-19 todo cambió, incluso la manera en la que consumimos. Hoy el sentido social de las empresas es una parte fundamental.
La necesidad de disminuir el contacto social ha replanteado la manera en que conseguimos nuestros alimentos, además de que se adquirió la conciencia de hacer menos daños al medio ambiente y se piensa en estar en espacios con mayor contacto con la naturaleza.
En esta pandemia las empresas han aprendido a tener un sentido social en sus servicios y productos, ya que la idea de hacer dinero sólo por hacerlo se queda como parte del pasado.
El empresario Jorge Monsalve, quien es presidente de Torres Livet, un desarrollo de departamentos ubicado en Jilotzingo, Estado de México, en el que se promueve el contacto con la naturaleza, afirma que uno de los primeros errores que cometen los emprendedores es “hacer dinero por hacer dinero”.
Monsalve también es propietario de una escuela en la que se busca que los alumnos desarrollen mejor todos sus talentos.
“Eso ya lo viví en un inicio cuando todo lo que hacía era para hacer más dinero y por pertenecer a una sociedad, ser exitoso, y dejé de hacer las cosas con amor y con pasión. Por eso, ahorita con Foresta International School, mi escuela, estoy tomando esa segunda vida. Empecé a hacer mis proyectos realmente con esta pasión, con este amor y todo eso fue lo que yo aprendí en este caminar del emprendedurismo”, afirma el empresario mexiquense.
De acuerdo con Jorge Monsalve, hacer las cosas con pasión va a hacer que todo fluya más rápido y siempre vas a estar satisfecho con tu negocio.
Salario de trascendencia, agregado del sentido social
El sentido social es muy valioso para los emprendimientos ya que mejora la calidad del trabajo y la imagen para los clientes, considera Ana Estrada, directora y fundadora de Brújula Interior, una consultoría para el desarrollo empresarial y de talento.
“El sentido social es muy importante porque hay una cosa que hoy se llama ‘salario de trascendencia’, ese salario sólo lo obtienes cuando agregas esa dimensión social. Hay muchas empresas, no importa el tamaño, esto tiene que ver con el estilo de vida, puedes hablar de una trasnacional de tres mil empleados o una startup de tres. También tiene que ver con el líder, porque es quien transmite esa visión”, explica la coach.
Ana Estrada considera que esto hace a las empresas y negocios mucho más atractivos para el consumidor que tiene en mente el cuidado de la naturaleza y el respeto o ayuda a otros seres humanos.
“A la empresa le da un toque más atractivo y a muchas personas las lleva a elegirte versus los demás porque queda bien hacer algo por otros a nivel empresa. A nivel líder, el alcance de tu proyecto se magnifica. No es lo mismo vender algo y querer hacer tanto dinero, lo cual es un estado de resultados versus tener un para qué”, explica la especialista.
Por su parte, Juan Francisco Pérez, director general de Lean Construction México, una empresa que asesora a constructoras y proyectistas en la mejora de la logística en la construcción, asegura que con la pandemia se aceleró la necesidad de contar con espacios abiertos y de mayor contacto con la naturaleza.
“La pandemia nos modificó el estilo de vida y sigue ese cambio. Incluso con los últimos reportes de esta nueva variante (Ómicron). La vida a nivel país, y a nivel mundial, ha cambiado y muchos de los espacios que estaban diseñados como cerrados para contener algún tipo de evento en particular ahora tienen que estar ventilados y tienen que tener pasillos más amplios para evitar la aglomeración de gente”, afirma.
Esto ha traído que parte importante de los proyectos de construcción se estén enfocando en la remodelación de espacios. Hay proyectos importantes que ahora están en rediseño para que se permita el paso del aire y la entrada de los rayos del sol, una tendencia que irá en incremento.
“Te puedo mencionar que entre un 60 y 70 por ciento está cambiando en adecuaciones para que no sean centros de contagio y a lo mejor un 30 o 40 por ciento en vocación para cambiar el giro de negocio.
“Cada vez son más comunes los empresarios que se van por espacios abiertos, por espacios amplios, por espacios con vegetación, que tengan reciclado del agua, y yo creo que la pandemia provocó eso pero también era una necesidad natural de la gente, tener lugares más sanos para tener una mejor convivencia”, explica el especialista.