Contrabando y evasión con bebidas alcohólicas

La falta de capacidad para detectar y evitar el ingreso de bebidas alcohólicas con facturas apócrifas subvaluadas al país, aunado a la negativa de las autoridades hacendarias de modificar el cobro del IEPS para estos productos, han provocado que el problema permanezca en la impunidad y se pierdan millones de pesos en impuestos
Rubén Zermeño Rubén Zermeño Publicado el
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México retrocedió en el tiempo 100 años, al igual que se hacía en la época de la prohibición en Estados Unidos, actualmente y por lo menos desde hace cinco años, redes de empresas mexicanas e internacionales ingresan al país bebidas alcohólicas de manera ilícita y evadiendo impuestos.

Este contrabando técnico a través de la importación de bebidas alcohólicas con facturas subvaluadas resulta una tarea fácil, ya que en las aduanas gestionadas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), las empresas importadoras encontraban una puerta giratoria de fácil acceso ya que los agentes aduanales no tienen las herramientas para poder detectar la información falsa.

Reporte Índigo tuvo acceso a una factura subvaluada emitida por International Spirits & Wines, INC, una empresa con sede en Panamá a Ferel Global Solutions & Services S.A. de C.V., empresa con sede en Av. Las Americas 1545, Colonia Providencia en Guadalajara, Jalisco.

En dicha factura, el importador mexicano compró 300 cajas de 12 botellas Cognac Remy Martin VSOP a 23 dólares por caja, 200 cajas de Ginebra Hendricks a 19 dólares cada una y 531 de vodka Stolichnaya a 12 dólares cada una.

En el caso del Cognac Remy Martin VSOP, el precio de la caja habría sido de 434.70 pesos ya que el tipo de cambio oficial del día de la operación fue de 18.90 pesos, lo que daría un costo de 36 pesos por botella.

El precio de la botella actualmente en un supermercado es de más de mil pesos.

Además de la factura, Reporte Índigo tuvo acceso al Comprobante de Valor Electrónico (COVE) emitido por la aduana en la que se constata que efectivamente el lote 00982003 de Remy Martin ingresó al país con una factura cuyo valor fue de 23 dólares por caja.

Pese a que desde el Senado de la República, especialistas y legisladores le han planteado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público una posible solución a este problema modificando el esquema de cobro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), la dependencia federal no ha dado el paso en firme.

Ilícito en la impunidad

En abril de 2015, Reporte Índigo publicó la investigación “Marean a ‘Lolita’”, en la que reveló el esquema que utiliza la red de empresas nacionales importadoras, distribuidoras de vinos y licores y factureras internacionales para ingresar al país bebidas alcohólicas importadas con facturas subvaluadas.

A cinco años de distancia, la práctica sigue ocurriendo en total impunidad, comentó una fuente cercana al tema y especialista en seguridad nacional que prefirió el anonimato.

“Hay muchas empresas que están vendiendo más barato productos que cuestan más caros porque entran subvaluados a México. Hacienda tiene que hacer una revisión más profunda de estos temas porque están perdiendo recursos y además está habiendo un mercado paralelo. Es un tema de lavado de dinero y subvaluación rara porque las botellas sí son reales pero entran subvaluadas”, comenta a Reporte Índigo.

La red comienza con distribuidoras que radican en Panamá y Venezuela, las cuales además de venderles los contenedores con las botellas importadas a las distribuidoras mexicanas, les otorgan la factura con el precio más bajo

Después, tanto la mercancía como la factura se dejan en las aduanas de Laredo y Veracruz, principalmente. Como los agentes aduanales no tienen precios de referencia, las bebidas ingresan al país pagando menos aranceles y siendo legales.

“Realicé una investigación en Panamá y comprobé que las direcciones (de las empresas exportadoras) no existían. Desde allá mandan las botellas de alcohol de muy buena calidad. Al entrar a México ya están subvaluadas porque Hacienda no tiene la capacidad ni los precios de referencia del mercado para darse cuenta que esos productos no pueden costar lo que marcan las facturas.

“Como Hacienda no pueda hacer esa labor, legaliza la entrada de esos productos subvaluados. A la hora que entran a México, Hacienda los acepta a través de las comercializadoras, quienes venden las botellas incluso a grandes cadenas restauranteras”, agrega la fuente.

Estas bebidas alcohólicas al pisar territorio nacional se convierten en productos legales que no solo evaden aranceles, si no que al ser el monto de su factura menor, también pagan menos IEPS, lo que ocasiona un desfalco a la Hacienda Pública y una práctica desleal contra las comercializadoras que sí pagan los impuestos correctos en la importación.

La actual legislación establece que en bebidas alcohólicas de importación, con graduación superior a los 20 grados, las empresas tienen que pagar el 53 por ciento del IEPS, más el 16 por ciento del IVA.

Por ejemplo, si el precio en factura subvaluada de una bebida es de 200 pesos, ya con impuestos costaría 338 pesos, pero si se paga al costo real (400 pesos), el valor total sería de 676 pesos.

IEPS más justo en Bebidas alcoholicas

Para hacer más justo el pago del IEPS y evitar la evasión fiscal, el senador de Morena Gerardo Novelo presentó una iniciativa con proyecto de decreto para reformar la ley del IEPS con la finalidad de modernizar la configuración tributaria sobre bebidas alcohólicas bajo un enfoque de salud pública y bienestar económico.

Durante la presentación de la iniciativa, el legislador por Baja California, aclaró que cumpliendo el compromiso del presidente López Obrador, la reforma no propone un aumento de impuestos, sino una modernización del esquema tributario al cobrar 1.40 pesos por cada grado de alcohol por litro que tenga la bebida.

“Se propone que el cálculo del impuesto se haga con base en una cuota fija aplicada al contenido alcohólico, actualmente, el IEPS se cobra con base en el precio de venta del producto, lo que ha permitido que bebidas baratas, generalmente, de mala calidad, proliferen en perjuicio de la salud de los mexicanos (…) Todo lo que se necesita para calcular y enterar el impuesto se encuentra en la etiqueta de la botella o de la lata, lo cual dificulta la evasión fiscal”, argumenta la propuesta que no ha avanzado en la Cámara alta.

Durante el primer día del Parlamento Abierto de análisis del Paquete Económico 2021 en el que se analizó la iniciativa, Javier Arias, titular de la Unidad de Política de Ingresos Tributarios de la Secretaría de Hacienda, calificó de “precipitado” cambiar el cálculo del IEPS a bebidas alcohólicas, ya que supuestamente podría causar pérdidas recaudatorias por más de 20 mil millones de pesos.

Sin embargo, especialistas comentaron que si se combate este ilícito, se podrían recuperar más de 6 mil millones de pesos.

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