La Directora de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. (Cadhac), Consuelo Morales Elizondo, recriminó que el Gobierno del estado haya esperado más de cuatro meses y la muerte de 49 internos, para tomar el control del Penal del Topo Chico.
“Lo grave del asunto, me parece a mí, y muy penoso es que cómo es posible que están pasando un video en donde aparentemente está todo bien, claro que son de mujeres con su uniforme, que qué bueno.
“Pero si sí pudo hacerlo ahorita, ¿por qué tuvieron que haber muerto 49 internos?, ¿por qué esperarse tanto tiempo, cuando la directora estuvo pidiendo con tiempo que le dieran gente, cuando hacía propuestas de reubicación o de remodelación?”, declaró la hermana Consuelo Morales Elizondo a Reporte Indigo.
La dirigente de Cadhac pidió que de la misma manera en que se inició un proceso en contra de tres funcionarios responsables de la dirección del reclusorio, también se investigue a toda la estructura de seguridad penitenciaria.
Tras el motín suscitado en el Penal del Topo Chico el pasado 10 de febrero, en el que según las cifras oficiales, resultaron 49 internos muertos y 12 lesionados, el gobernador del estado anunció la detención de la directora del penal, Gregoria Salazar Robles.
También se dio a conocer el arresto del comisario de administración penitenciaria, Jesús Fernando Domínguez y el celador, José Reyes Hernández.
A la directora y el comisario les fueron imputados los delitos de homicidio calificado. A Hernández, además, el de homicidio calificado.
“Nos parece a nosotros que meter a un proceso a la entonces directora del penal, Gregoria, como al Licenciado Jaramillo, aunque a lo mejor podrían tener alguna responsabilidad penal, pues tendrían que hacer esto con toda la estructura hacia arriba y hacia abajo”, dijo.
La religiosa Consuelo señaló que si bien se pide justicia a las autoridades “no queremos venganza y no queremos chivos expiatorios”.
El 14 de febrero Jaime Rodríguez informó que Fuerza Civil tomó el control del reclusorio, y que “el cobro de piso, el tráfico de drogas y los privilegios se acabaron en el Penal del Topo Chico”.
En un comunicado apoyado por un video, el Gobierno estatal dio a conocer que algunos líderes del crimen organizado disfrutaban de celdas de lujo equipadas con salas, minisplits, pantallas, frigobares, televisión digital, acuarios, baños sauna y hasta un bar.
La representante de Cadhac consideró alarmante que después de estar cuatro meses en el gobierno, sumados a otros cuatro en la etapa de transición, sea hasta ahora que se ejerce acción y mando.
“Pero si ahorita nos están diciendo que apenas están descubriendo que hay cuartos de lujo, etc., pues nos preocupa mucho, entonces, desde octubre que recibieron el penal, ¿por qué no hicieron la supervisión antes, bien hecha?”.
“Y segundo, en el momento de la transición, recuerdo que el ahora procurador, el señor Roberto Flores, fue a visitar los penales, pasaba lista y todo eso, entonces ¿qué pasó, qué hicieron, cómo se les pudo haber pasado algo tan importante en la vida de los penales?”, cuestionó Consuelo Morales.
Tortura, abusos y moches
La hermana ha recibido información de que cada familia tenía que pagar entre 100 y 500 pesos a la semana, como derecho de piso, para que el interno no fuera golpeado o asesinado, dando jugosas ganancias a quienes controlaban el Penal.
“Si tú multiplicas los 500 pesos en promedio, por 3 mil 500 internos, te da un millón 750 semanales, en el Topo Chico nada más, vete al otro (Cereso).
“Es una situación de mucho dinero, esta situación que se quiere acabar de la noche a la mañana, va a tener una repercusión, ojalá me equivoque, me gustaría equivocarme”, precisó.
Aseguró que la información que le brindan los familiares de los internos, es que tanto en el Cereso de Apodaca como de Cadereyta, la situación de tortura y abusos es difícil para los reclusos.
Consuelo Morales apremió a recuperar el control de las cárceles, dejando de lado la corrupción e impunidad, para lo que insistió, se requiere hacer una investigación objetiva, en todos los niveles.
“Que entonces se haga objetiva la investigación, pero en toda la cadena de mandos, hacia arriba y hacia abajo, hasta arriba llegando hasta el gobernador y hasta abajo llegando hasta el último celador.
“No es posible admitir que por un director esté todo esto, sino que hubo toda una serie de cosas, una serie de permisivos, en donde hay un millón 750 mil pesos semanales que se recibían, al menos”, indicó.