El primer Congreso de la CDMX (Ciudad de México) ha caído en un bache legislativo que impide la aprobación de nuevas leyes.
Dicho rezago se presenta en un año en el que se deben armonizar y crear al menos 30 nuevas normas.
Según el apartado de transparencia del portal electrónico del Congreso de la ciudad, hasta el término de septiembre de este año se han presentado 433 iniciativas de reforma y de nuevas leyes. Pero en el mismo periodo solo se han publicado 62 decretos de ley.
Esto significa que del total de propuestas de ley que llegan a las comisiones del Congreso para ser analizadas y discutidas, sólo el 14 por ciento se han presentado al pleno y aprobado.
Lo anterior, pese a que el órgano legislativo de la capital registra un promedio de asistencia de enero a septiembre de este año de 57 diputados y en todos los inicios de sesión hubo quórum, de acuerdo con las listas de asistencia.
El quórum para discutir leyes se logra cuando existe una asistencia superior a la mitad de los 66 diputados que conforman el Congreso.
Claudia Guzmán, presidenta de la Comisión de Desarrollo Democrático de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) de la capital, asegura que la poca eficiencia del Congreso hace que exista incertidumbre jurídica en la sociedad.
También señala que desincentiva la inversión por no crear los mecanismos regulatorios que la ciudad requiere.
Por otra parte, afirma que el órgano legislativo capitalino no tiene la coordinación técnica suficiente pues se presentan muchas iniciativas que no se discuten ni tampoco forman parte de un trabajo armonizado. Lo que califica como una falta de operatividad.
Esto también provoca que las leyes que tienen que crear o armonizar por mandato constitucional, las discutan con poco tiempo antes del límite señalado.
Puso de ejemplo que el 18 de octubre el Congreso de la CDMX fijó como meta aprobar nueve leyes de noviembre a diciembre entre las que destaca la de la Fiscalía General, de Pueblos y Barrios Originarios así como la de División Territorial, entre otras.
“No se prevé el debate ni se hace el análisis técnico y se tiene que meter el acelerador para cumplir los plazos”, explica.
El diputado local y presidente de la Comisión de Transparencia y Combate a la Corrupción del Congreso, Carlos Castillo, considera que el rezago legislativo se debe a que algunos de sus colegas de la oposición no votan cuando están presentes en el pleno, lo que provoca que se suspenda la sesión.
“Tenemos en archivo alrededor de 500 iniciativas y la falta de compromiso hace que no se esté desahogando el rezago. Hay una falta de disciplina tremenda por parte de los compañeros”, señala Castillo.
Menciona que esto ocurre a pesar de que los diputados tienen la opción de votar en contra, a favor o abstenerse.
“El no votar es traicionar esa representación que la ciudadanía nos hizo el honor de concedernos”, explica.
Por ello, Castillo presentó el pasado 11 de octubre una iniciativa para que los diputados que estén presentes pero no voten, pierdan su dieta mensual.
El argumento del legislador de Morena fue que el 1 de octubre 17 diputados no votaron aún cuando estaban en el recinto legislativo.
Comisiones sin laborar en Congreso de la CDMX
El diputado local por Coyoacán señala que otro problema es que las comisiones del Congreso no se reúnen a trabajar en tiempo y forma aunque la designación de sus presidencias así como de sus integrantes es un tema disputado entre las diferentes fracciones partidistas.
La congresista local del Partido del Trabajo (PT), Leonor Gómez Otegui, señala que durante este periodo de sesiones ha presentado tres iniciativas de ley. Sin embargo, ninguna se ha analizado en comisión.
“Estamos esperando que el presidente y los técnicos de la Comisión quieran trabajar”, menciona Otegui.
Sus propuestas de reforma son de temas electorales, por lo cual, se enviaron a la Comisión de Asuntos Político-Electorales.
Esa comisión, presidida por el panista Jorge Triana, no se ha reunido a trabajar desde el 1 de septiembre, cuando comenzó el actual periodo de sesiones, hasta el pasado 15 de octubre, de acuerdo con las actualizaciones de las listas de asistencia disponibles en el portal de transparencia.
Pero hay otros órganos en una situación similar, por ejemplo, los comités de Asuntos Internacionales y el de Asuntos Editoriales, presididos por Jannete Guerrero Maya del PT y Sandra Esther Vaca Cortés del PRI, respectivamente.
Durante el actual periodo de sesiones, ambos comités sólo se han reunido en una ocasión, el 26 de septiembre.
El legislador Carlos Castillo añade que las comisiones unidas de Medio Ambiente y Desarrollo Urbano, hasta el 11 de octubre, tampoco han sesionado.
Ante esta situación, la especialista de Coparmex, Claudia Guzmán, afirma que debe existir un órgano regulador del labor del Congreso de la CDMX.
Dicho instituto podría ser conformado por ciudadanos expertos en el tema legislativo, señala Guzmán.
Y deberá vigilar no solo la efectividad cuantitativa del Congreso, también que las leyes creadas tengan una repercusión real y positiva en la vida social de la capital.
“Tendría que evaluar los resultados de las leyes expedidas, su funcionamiento y que no choque o se contrapongan a derechos ya adquiridos por la ciudadanía”, señala.