Crimen organizado se ensaña con ciudades medias de Jalisco
En poco más de un mes dos ciudades medias de Jalisco perdieron a sus comisarios de seguridad en ataques directos del crimen organizado
Luis HerreraDos de las principales ciudades medias de Jalisco han perdido a sus responsables de seguridad pública en ataques directos perpetrados por el crimen organizado, en el transcurso de poco más de un mes: Tepatitlán, primero, y ahora Lagos de Moreno, cuyo comisario municipal fue asesinado durante el fin de semana.
Este 7 de septiembre fue ultimado quien fuera el comisario de Lagos de Moreno, Vany Rodríguez Méndez, junto a sus dos escoltas, a las afueras del hogar del mando municipal, justo cuando se disponían a abordar un vehículo.
Tanto instituciones de seguridad pública del Gobierno de Jalisco como fuerzas federales implementaron un operativo de reacción para intentar dar con los responsables del asesinato de Rodríguez Méndez, aunque sin éxito hasta el momento.
La propia Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana federal señaló ese mismo día del ataque: “Estamos en coordinación con las autoridades estatales y municipales a fin de capturar a los responsables y llevarlos ante la justicia”.
Solo unas semanas antes de este homicidio, el 2 de agosto de 2019, otra de las ciudades medias de Jalisco, que así como Lagos de Moreno destaca por su tamaño poblacional y dinámica económica, Tepatitlán, había presenciado también el asesinato de su responsable de seguridad pública, Arturo Gómez Vargas.
Este último viajaba con su escolta en una camioneta sobre la Carretera Tepatitlán-Guadalajara cuando fueron sorprendidos por miembros del crimen organizado quienes dispararon en su contra: los dos tripulantes del vehículo perecieron en el sitio.
A diferencia del comisario municipal ultimado de Tepatitlán quien había sido capacitado como policía civil, el de Lagos de Moreno contaba con formación militar y con experiencia en actividades contra el terrorismo al interior de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), según se ha difundido.
Las autoridades estatales y federales en Jalisco, aun con el arribo de la Guardia Nacional, se han visto incapaces de prevenir los ataques de la delincuencia organizada contra los mandos de las instituciones de seguridad locales.
Incluso la Fiscalía del Estado ha sufrido bajas sensibles en este tipo de hechos, como la de quien fuera su fiscal regional, Gonzalo Huitrón Reynoso, asesinado el 26 de julio.
Apenas el 20 de agosto pasado, Alfonso Durazo Montaño, titular de la Secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana del Gobierno federal, había emitido el siguiente mensaje desde Guadalajara:
“Hoy venimos a Jalisco quienes integramos el Gabinete de Seguridad a decirle a la gente del estado que con este trabajo conjunto entre Federación, Estado y los ayuntamientos, vamos a cerrar este ciclo de violencia que ha vivido por sexenios la entidad.
No vamos a permitir que ningún grupo criminal reivindique para sí el nombre de la entidad federativa tan importante y relevante como Jalisco (sic). Ningún grupo criminal es más fuerte que el Estado, y ningún valor es más importante que el de la justicia y el estado de derecho que lo vamos a hacer prevalecer en la entidad”.
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