Culpan a policías de masacre

La balacera del pasado 6 de enero registrada frente al Palacio Municipal de Apatzingán, en Michoacán, no solo motivó la salida del excomisionado de Seguridad en la entidad, Alfredo Castillo. 

Las inconsistencias de la versión oficial sobre el enfrentamiento dieron pie a una investigación periodística que revela que al menos 16 personas fueron asesinadas por policías federales.

Proceso, Univisión y Aristegui Noticias difundieron ayer un reportaje basado en alrededor de 50 entrevistas, actas de defunción y grabaciones de audio de la periodista Laura Castellanos.

De acuerdo con Castellanos, al menos 16 integrantes y simpatizantes de la Fuerza Rural de Michoacán fueron ejecutados y no fallecieron debido al “fuego cruzado”, como lo había asegurado Alfredo Castillo, excomisionado para la Seguridad en ese estado. 

Uno de los testigos contó que sus compañeros estaban desarmados cuando fueron atacados por los policías, quienes les habían ordenado levantar las manos y arrodillarse.

“Nos quedamos en desconcierto y nada más escuchamos cuando dijeron: ¡Maten a esos perros, mátenlos a todos!”, dijo el testigo citado en la nota titulada “’Fueron los federales’”.

Las víctimas eran integrantes de un grupo de autodefensas que buscaban detener al líder del cártel de los Caballeros Templarios, Servando Gómez, alias “La Tuta”, capturado en febrero por fuerzas federales. 

De acuerdo con el reportaje, las víctimas estaban protestando por la disolución del grupo ordenada por Alfredo Castillo, quien era entonces comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán. Asimismo, pedían que se les pagara por sus servicios en la búsqueda de “La Tuta”.

El rol de Castillo

Reporte Indigo publicó el pasado 23 de enero que la matanza en Apatzingán fue la que propició que Alfredo Castillo saliera del cargo como encargado de seguridad en Michocán.

Y es que antes de la balacera, Castillo había soportado toda suerte de cuestionamientos. 

Ni siquiera la detención y encarcelamiento del fundador de los grupos de autodefensa, José Manuel Mireles, había hecho que se minara su posición.