Daño ecológico sin atención
La contaminación que origina en Jalisco el robo de hidrocarburos, y los severos derrames que causan las tomas clandestinas, han rebasado la capacidad de Petróleos Mexicanos (Pemex) para subsanar este impacto ambiental que legalmente está obligado a hacer.
De los 31 sitios de Jalisco contaminados a causa de la sustracción de hidrocarburos por el crimen organizado, identificados por el área de Seguridad Industrial y Protección Ambiental (SIPA) de Pemex Refinación, ninguno está clasificado aún en etapa de remediación o saneamiento.
Luis Herrerahttps://www.youtube.com/watch?v=xBlFzgDfdFE
La contaminación que origina en Jalisco el robo de hidrocarburos, y los severos derrames que causan las tomas clandestinas, han rebasado la capacidad de Petróleos Mexicanos (Pemex) para subsanar este impacto ambiental que legalmente está obligado a hacer.
De los 31 sitios de Jalisco contaminados a causa de la sustracción de hidrocarburos por el crimen organizado, identificados por el área de Seguridad Industrial y Protección Ambiental (SIPA) de Pemex Refinación, ninguno está clasificado aún en etapa de remediación o saneamiento.
Lo anterior según el reporte obtenido por transparencia en noviembre de 2014.
Para ser específicos, 29 de esas zonas de Jalisco con daño ecológico por la ordeña ilegal, afectadas entre 2010 y 2013, están catalogadas como “pendiente de atención”, y únicamente dos como “caracterizadas”.
Pendiente de atención significa dos cosas:
Primero, que Pemex no ha procedido con la aplicación de planes de remediación para retirar los contaminantes del hidrocarburo fugado y restablecer así las condiciones del medio impactado (si bien existieron acciones básicas de limpieza).
Y segundo, que no se ha iniciado la etapa previa al saneamiento, esto es, la caracterización de la afectación ambiental, diagnóstico y valoración.
Tan sólo en un par de los incidentes nocivos para el ecosistema de Jalisco por tomas clandestinas, se cuenta con esta caracterización del menoscabo ecológico, en la que se hace una descripción minuciosa del área siniestrada, así como del tipo y volumen del contaminante presente y sus riesgos.
Este rezago tan importante en la atención de la contaminación por el robo de hidrocarburo en el estado, se muestra de igual forma a nivel nacional, Si lo vertido en Jalisco se extendió sobre 27 mil 919 metros cuadrados, en el país alcanzó un millón 143 mil 721 metros cuadrados.
De los 393 derrames causados por el robo de combustible en el país, según el Inventario de Sitios Contaminados de SIPA de Pemex Refinación, 310 son clasificados como pendientes de atención, por tanto, en ocho de cada 10 ni ha habido remediación ni caracterización del daño ecológico.
El resto es: 13 en caracterización, 59 caracterizados, y tres están como no procedentes.
La omisión de Pemex en la restauración de los lugares impactados en Jalisco por el hidrocarburo liberado por los grupos delictivos ha merecido sanciones de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) que ascienden a decenas de millones de pesos.
El 28 de octubre de 2014, la Profepa informó que de 2011 a la fecha había multado a Pemex con 28 millones de pesos dentro de 33 procedimientos, derivado de “la obligación de Pemex de realizar acciones para asegurar la restauración de los sitios afectados por tomas clandestinas.
“La delegación de la Profepa destacó que los procedimientos administrativos se deben a la falta de cumplimiento de las medidas correctivas y de urgente aplicación ordenadas por la Procuraduría, a efecto de que se realice la caracterización de los sitios contaminados y en su caso, se elaboren y ejecuten las propuestas de remediación”.
La Profepa asegura que en dos procedimientos sí logró el saneamiento.
El efecto ambiental
Un ejemplo concreto de las deficiencias en la respuesta de Pemex a este daño ambiental se dio en Atotonilco El Alto, el 2 de febrero de 2015.
Ese derrame a causa de una toma clandestina se presentó, “sobre canal de riego artificial por tratarse de predios de cultivo agrícola”, dijo la Profepa.
En aquella ocasión “se estima que en el sitio se derramaron 200 mil litros de combustible, de los cuales 10 mil se recuperaron”, es decir, las labores inmediatas de limpieza retiraron no más del 5 por ciento del contaminante liberado en esa área de cultivo.
En Guanajuato, otro de los estados con gran afectación por el robo y fugas de combustible, ya existen investigaciones sobre sus efectos ambientales.
El diario El Sol de Irapuato publicó el 18 de agosto del 2014 una entrevista con Gloria Quezada, de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde dice:
“El combustible cuando se derrama comienza a dispersarse entre las parcelas (…) Lo natural es que las plantas al detectar líquido comienzan a querer absorberlo y así sucede. Tenemos registros de cosechas que tienen altas concentraciones de hidrocarburos parafínicos, cicloparafínicos, nafténicos y aromáticos y partículas de otros elementos, incluyendo varios metales”.
Luego de advertir sobre los elementos tóxicos de los hidrocarburos que pueden causar cáncer en las personas, añade: “El agua y el combustible se van al subsuelo. Ya hay casos confirmados de contaminación de mantos freáticos en la zona de Guanajuato y apenas fueron positivos este año”.
Cinco días después de la fuga en Atotonilco, la Profepa dijo que “durante la visita se observó un derrame de gasolina Magna ocasionado por toma clandestina descontrolada en el ducto, el cual provocó una afectación de 17 mil 344 metros cuadrados sobre canal de riego artificial.
“La Profepa inició el procedimiento administrativo en contra de Pemex para que efectúe las acciones necesarias para el saneamiento del suelo contaminado”.
Los municipios con más siniestros ecológicos por tomas clandestinas son Tala, con nueve, Atotonilco, con seis; Tlajomulco, Zapotlanejo y Arenal presentan tres cada uno; Degollado registra dos, y Zapopan, Ayotlán y Tototlán tienen uno.
Sin fondos
Uno de los motivos que ha impedido a Pemex a dar respuesta adecuada al arista ambiental del robo de hidrocarburo, estaría en la falta de recursos presupuestales.
El 1 de marzo de 2014, en el Informe Anual sobre la Situación Operativa, Programática y Financiera de Pemex, su comisario Felipe Mellado abordó el tema.
“En los últimos cinco años, el inventario de sitios contaminados ha disminuido a razón de un 4.3 por ciento, pasando de mil 269 hectáreas en el 2008 a mil 20 en 2013, de seguir a ese ritmo, y considerando que ya no se incorporen nuevos pasivos, Pemex tardaría hasta 20 años en eliminarlos.
“La causa principal de este desempeño es la insuficiente disponibilidad presupuestal para ejecutar proyectos de remediación, incumpliendo así con la normatividad ambiental aplicable”.
La contaminación de la que habla el comisario no es sólo la producida por la acción criminal, sino por Pemex en general, con todas sus actividades incluyendo la exploración.
“Al cierre del 2013 se tiene un inventario de 84 presas, todas ellas de PEP (Exploración y Producción) y mil 20 hectáreas de áreas afectadas”.
Y agrega: “Pemex cuenta con un programa que incluye una serie de proyectos que abarcan del año 2014 al 2018, y con el cual quedarían remediados el 96 por ciento de los sitios contaminados y el 100 por ciento de presas. Para tal efecto es imprescindible contar con un presupuesto autorizado aproximado de 6 mil millones de pesos, mismo que no se tiene”.
Crimen ambiental
El robo de hidrocarburos en Jalisco ha dejado extensiones de tierra dañadas por la contaminación y afectaciones millonarias:
> 31
sitios en la entidad han sido afectados en su medio ambiente a causa del delito
> 33
procedimientos administrativos abrió la Profepa contra Pemex por la falta de atención a los lugares perjudicados por tal acción criminal
> 28
millones de pesos es el monto total de las sanciones impuestas por Profepa a Pemex, que debe atender los siniestros
> 27,000
metros cuadrados del territorio estatal han sido dañados por tomas clandestinas
> 8
municipios concentran los siniestros ecológicos derivados del robo de hidrocarburos