[kaltura-widget uiconfid=”38728022″ entryid=”0_p6nmqi1p” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] Los delegados de las dependencias del Gobierno federal reciben ingresos anuales que, en algunos casos, superan los recursos federales que llegan a los municipios.
En lo individual, varios de estos representantes federales exceden en ingresos a los gobernadores de los estados.
Un análisis de los ingresos de los delegados federales en la Ciudad de México, el Estado de México, Jalisco y Nuevo León, revela que el costo del aparato burocrático que representa al Ejecutivo federal en esas entidades, a veces es mayor que el dinero que llega a algunos municipios de esos estados.
Esto, sin contar a todas las personas que trabajan en esas delegaciones, que pueden sumar a subdelegados, directores, jefes de departamento y otro personal operativo.
El virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha propuesto que desaparezca la estructura de las delegaciones estatales; a cambio, nombrará a un sólo representante del Gobierno federal que concentrará las funciones de estas delegaciones.
Según expertos, el problema es que a quienes se ha perfilado como los 32 “coordinadores estatales de programas de desarrollo”, como se llamarán los nuevos cargos, son políticos cercanos a López Obrador, lo que politizaría las decisiones.
Los partidos de Oposición han acusado que se trata de una estrategia política para “sembrar” a futuros candidatos en las entidades.
Actualmente, casi todas las secretarías de Estado tienen una delegación en las entidades del país que se conforma no sólo por el delegado o representante, sino por todo un aparato burocrático que puede incluir subdelegados, directores, jefes de departamento y otro personal operativo.
En algunos estados existen decenas de delegados federales con sus respectivos aparatos burocráticos; se trata no sólo de quienes representan a las secretarías de Estado, sino a programas, comisiones, fideicomisos, institutos o empresas productivas del estado.
En Baja California, por ejemplo, operan más de 70 delegaciones y representaciones; en Guanajuato, 55; en Nuevo León, al menos 42; la lista es larga en cada entidad y así lo es la nómina de cada una de ellas.
Y no sólo son los delegados; quienes coordinan a estos representantes —coordinadores de delegaciones— de las 14 entidades federales analizadas por Reporte Índigo perciben 25 millones 824 mil pesos al año.
Paradójicamente, el mejor pagado de esos funcionarios es Juan Manuel Valera Piedras, director general de atención y operación de Prospera, el programa estrella de combate a la pobreza.
Valera Piedras, bajo cuyo mando están los delegados estatales de Prospera, cobra 194 mil 454 pesos mensuales —2 millones 333 mil pesos al año—.
Más sueldos que obras
Reporte Índigo analizó las percepciones de los delegados de 14 dependencias federales.
Éstas fueron la secretaría de Gobernación, Relaciones Exteriores, Educación, Desarrollo Social, Medio Ambiente, Economía, Agricultura, Comunicaciones y Transportes; del Trabajo, de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano; la PGR, el IMSS, el ISSSTE y el Programa Prospera en la Ciudad de México, el Estado de México, Jalisco y Nuevo León.
En todos los casos, la sumatoria de los ingresos anuales supera el dinero que algunos municipios reciben de ciertos programas y fondos federales.
Ciudad de México: más que al Centro Histórico
En la Ciudad de México, donde se encuentran las sedes de las secretarías de Estado, también hay delegados de algunas dependencias.
Sólo los representantes de estas 14 entidades federales —sin tomar en cuenta a todo su staff— perciben remuneraciones mensuales, en conjunto, de 1 millón 959 mil pesos; al año son 23 millones 516 mil pesos.
Mientras los representantes federales en la CDMX cobraron 23.5 millones de pesos en conjunto al año, el Fideicomiso del Centro Histórico recibió 18.4 millones de pesos en el mismo periodo
Esta cantidad es mayor a la que se destinó a obras del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) en el 2017, en algunas delegaciones de la capital.
La delegación Azcapotzalco, por ejemplo, recibió únicamente 20.2 millones de pesos; Benito Juárez, 19.9 millones; Cuajimalpa, 16.5 millones; Iztacalco, 18.2 millones; Magdalena Contreras, 23.4 millones y Miguel Hidalgo, 13.2 millones.
La nómina de los delegados federales en la capital del país también es mayor que el dinero que recibieron las delegaciones del Fondo para el Fortalecimiento de la Infraestructura Estatal y Municipal en 2016 (en 2017 muy pocas recibieron recurso de este fondo).
La delegación Álvaro Obregón recibió 11.9 millones de pesos; Azcapotzalco, 3.9 millones; Cuajimalpa, 5.9 millones; Gustavo A. Madero, 21.5 millones; Magdalena Contreras, 16.8 millones; Miguel Hidalgo, 6.1 millones y Venustiano Carranza, 4.9 millones.
Mientras los funcionarios federales cobraron 23.5 millones, el Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México recibió 18.4 millones de pesos.
El delegado mejor pagado es Armando del Río Leal, delegado de la Procuraduría General de la República, quien percibe 178 mil 967 pesos mensuales —2 millones 147 mil pesos al año—.
Le siguen los dos delegados del IMSS, Francisco Ruiz Ávila y Jorge Arturo Trujillo Hernández, quienes perciben 140 mil 685 mensuales cada uno —1 millón 688 mil pesos al año—.
José Alfonso Rivera Domínguez, delegado de la Secretaría de Desarrollo Social en la Ciudad de México, percibe 122 mil 248 pesos mensuales —1 millón 466 mil pesos—.
Todos estos funcionarios perciben más que el jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, quien cobra 106 mil 537 pesos al mes —1 millón 278 mil pesos al año.
Estado de México, más que participaciones
En el Estado de México la historia se repite: delegados de dependencias federales que reciben más ingresos que el dinero que llega a los municipios vía presupuesto federal.
En la entidad mexiquense, los representantes de estas 14 entidades cobran, en conjunto, 1 millón 550 mil pesos al mes —18 millones 611 mil pesos al año—.
Esto es más que lo recibido en el 2017 por numerosos municipios por concepto del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal, dinero que se utiliza para la construcción de obras en las localidades.
Amecameca, por ejemplo, recibió por ese concepto solamente 11.4 millones de pesos en 2017; Coacalco, 13.9 millones; Ixtapan de la Sal, 17.2 millones; San Mateo Atenco, 16.3 millones; Tepotzotlán, 15.8 millones; y Tultepec, 16.7 millones. Otros municipios recibirán mucho menos.
El ingreso de los delegados federales también es mayor que las aportaciones a algunos municipios por el concepto de Participaciones Federales (Ramo 28).
Almoloya del Río, por ejemplo, recibió solamente 17.8 millones de pesos; Ayapango, 16 millones; Chapultepec, 17.3 millones; Ecatzingo, 16.8 millones; Ixtapan del Oro, 18.2 millones; Tenango del Aire, 17.7 millones; y Tonanitla, 12.7 millones.
Algunos de estos funcionarios reciben ingresos similares a los del gobernador Alfredo del Mazo Maza, quien mensualmente percibe 174 mil 409 pesos —2 millones 092 mil pesos anuales—.
El mejor pagado es Jorge Peña Sandoval, delegado de la PGR, quien obtiene 159 mil 556 pesos mensuales.
Le siguen los dos delegados del IMSS en la entidad, Fernando Luis Limón Meraz y Enrique Gómez Bravo Topete, quienes perciben 140 mil 685 pesos mensuales cada uno.
En tercer lugar se ubica Adrián Patricio Torres Becerril, delegado de la SEP, quien cobra 131 mil 932 pesos al mes.
Jalisco, más que 100 municipios
En Jalisco, los representantes de estas 14 delegaciones federales perciben 1 millón 284 mil pesos mensuales; lo que significa un ingreso anual de 15 millones 415 mil pesos.
Esa cantidad es mayor a lo que 101 municipios de la entidad (de un total de 125) recibieron en todo el 2017 por concepto del Fondo de Aportaciones de Infraestructura Social Municipal.
De ese Fondo, el municipio de Ocotlán recibió 14.4 millones de pesos; San Juan de los Lagos, 14.8 millones. La localidad de Ejutla fue la que menos recibió, con 1 millón 85 mil pesos; es decir, 14 veces menos de lo que cobraron estos 14 delegados federales.
Lo que cobran estos funcionarios es mayor también de lo que reciben 23 municipios del Fondo General de recursos federales.
Los mejor pagados son el delegado de la PGR, Jaime Rodríguez Aguilar, que gana 159 mil 556; el del IMSS, 140 mil 685 pesos; y la de Sedesol, con 122 mil 248 pesos.
Nuevo León, más que el más pobre
Los delegados de las 14 entidades federales analizadas en Nuevo León cobran, en conjunto, 1 millón 265 mil pesos al mes —15 millones 180 mil pesos al año—.
Al igual que en los otros estados, este monto es menor a lo que 37 municipios (de un total de 51) recibirán este 2018 como parte del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal.
El municipio de San Pedro Garza García, por ejemplo, tendrá acceso a 5.4 millones de pesos; General Zaragoza, 12.9 millones de pesos; Mier y Noriega, el municipio más pobre de la entidad, recibirá 11.5 millones.
En cuanto al Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios Mier y Noriega es el municipio de NL con más gente en situación de pobreza. Foto: especial (FORTAMUN) también hay localidades que recibirán menos recursos de los que cobran estos 14 servidores públicos.
El gobernador de la entidad, Jaime Rodríguez Calderón, tiene registrados ingresos por 105 mil 674 pesos mensuales en el más reciente reporte de transparencia estatal, correspondiente a abril del 2017.
Varios delegados ganan más que el gobernador de la entidad. El representante de la PGR, Héctor Viniegra Hernández, tiene ingresos mensuales de 159 mil 556 pesos; el delegado del IMSS, Sergio Manuel Zertuche Romero, cobra 140 mil 685 pesos; el de la SCT, Roberto Cervantes Martínez, tiene ingresos mensuales por 119 mil 670 pesos.
Benéfico, pero con condiciones
La eliminación de las delegaciones federales en los estados podría ser benéfica si se privilegiaran perfiles independientes y no políticos cercanos al nuevo gobierno, considera Kristóbal Meléndez, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
El experto, especialista en temas de cuentas sub nacionales y políticas publicas, expone que el principal beneficio sería económico, pues el Gobierno federal ahorraría millones de pesos en la nómina de estas oficinas; el problema, señala Meléndez, será político.
“El gran problema que se tendría aquí podría ser de carácter político. El hecho de centrar tanto poder o control en una sola persona, y que el perfil de las personas sea uno político, puede generar inestabilidad porque algunos gobernadores que sean de oposición al Gobierno federal podrían no estar de acuerdo en esas negociaciones.
Ahí lo ideal sería que hubiera un perfil más independiente de la política para que las negociaciones fueran en un sentido más benéficas y provechosas para los ciudadanos”, indica el experto en entrevista.
El equipo de Andrés Manuel López Obrador dio a conocer ya una lista de las 32 personas que estarán al frente de las delegaciones electorales; en todos los casos, se trata de políticos cercanos a Morena y al virtual presidente electo.
Entre los más conocidos se encuentra Delfina Gómez, excandidata a la gubernatura del Estado de México y senadora electa; Carlos Lomelí, excandidato al gobierno de Jalisco; Rabindranath Salazar, quien compitió contra Cuauhtémoc Blanco por la gubernatura de Morelos; entre otros.
Meléndez opina que otro beneficio de la desaparición de las delegaciones será la simplificación de las estrategias y el manejo de los recursos federales, pues hoy día al haber varias representaciones, puede haber esfuerzos duplicados o se diluyen los proyectos.
El problema constante, insiste, será la politización en el manejo de los recursos, por lo que conviene que para el Presupuesto de Egresos del 2019 haya comunicación constante entre los gobernadores y los coordinadores para construir una propuesta conjunta mediante la negociación.
Guillermo Cejudo, académico del CIDE y especialista en temas de federalismo y políticas públicas, señala que la medida propuesta por López Obrador implica tres temas principales.
Primero, se trata de una decisión que se toma para tener un ahorro de recursos públicos, lo que puede ser una buena idea en un primer acercamiento.
“Sí hay una oportunidad enorme de ahorro en la estructura burocrática de las delegaciones; no de todas, pero en promedio sí. Hay delegaciones en donde hay mucho personal de estructura de mando para ejecutar muy pocos recursos con muy pocas actividades. Y sí creo que tiene sentido pensar en una estructura más concentrada y que no tenga tanto gasto burocrático el ejercicio de recursos federales en los estados”, indica Cejudo en entrevista.
Sin embargo, el nuevo gobierno deberá partir del hecho de que no todas las delegaciones son iguales, por lo que se debe realizar un diagnóstico cuidadoso para definir cuáles sí y cuáles no pueden desaparecer o ser disminuidas.
“Hay delegaciones que sí requieren una estructura operativa amplia; por ejemplo, para entregar las pensiones para adultos mayores a zonas donde no están banderizados los beneficiarios. Esos funcionarios deben recorrer amplios territorios en vehículos y llegar directamente a las comunidades. Prospera es otro que tiene una carga operativa importante”, comenta.
Cejudo resalta que la clave de este posible cambio en la organización de la representación federal en los estados será la figura del coordinador estatal que ha planteado López Obrador, quien no debe actuar como un “jefe”, sino como un articulador de los programas y recursos públicos.
El experto considera que la cercanía política de los representantes federales es un fenómeno que ya ocurre hoy día con los actuales delegados, pues en muy pocas ocasiones se privilegian perfiles técnicos y se prefiere poner a personajes cercanos a los delegados.