Con la llegada del 2022 y su estrategia digital para hacerse notar a cualquier costo, los representantes del PAN han redoblado posturas de talante conservador a un grado populista, pues lo mismo promueven la polarización que critican del Gobierno de López Obrador, como ponen en la mira a grupos vulnerables y a todo lo que consideren “progre”.
Durante las primeras semanas del año, Gabriel Quadri ha promovido en redes sociales la idea de un “lobby trans” que busca marginar a las mujeres en favor de “hombres vestidos de mujer”. La diputada María Clemente solicitó su desafuero por incitar a la transfobia y Salma Luévano se rapó a manera de protesta, a lo que el legislador panista redobló su narrativa.
A nivel local, América Rangel, del Congreso de la Ciudad de México, ha copiado la agenda -legislativa y mediática- de la expanista Elsa Méndez, ambas promotoras del ultraderechista español VOX en México. Rangel ha dedicado el inicio del año a enfrascarse en controversias con activistas de la comunidad LGBT+, a quienes acusa de impulsar la “ideología de género”.
Sobre esto, la doctora Ivonne Acuña Murillo, de la Universidad Iberoamericana, comenta a Reporte Índigo que se trata de una estrategia digital que el PAN ya ha empleado antes para tratar de generar miedo en la población, recordando que no solo lo hicieron durante el gobierno de López Obrador en la Ciudad de México, sino también durante el de Marcelo Ebrard.
“Esa estrategia ya la caminaron y no les funcionó. Construyeron este discurso que se replicó por distintos medios sobre que López Obrador está destruyendo al país. También desde que Ebrard gobernó la Ciudad de México y llevó a cabo medidas más progresistas que las de López Obrador, porque hasta eso él se mostró moderado, conservador incluso”.
Acuña plantea que en el PAN “hay mucha desesperación” ante la falta de una estrategia digital para hacer frente a Morena y busca ganar apoyos al generar miedo en la población mediante discursos tergiversados, como los que estigmatizan a la diversidad sexual y al movimiento feminista, o el que la educación sexual “pervierte” a los niños.
“Tiene un público muy específico que es gente ultraconservadora, pero, también, con poca información o formación en estos temas y efectivamente les asustan. Pero no les ha funcionado la estrategia, Antonio Solá dijo que la emoción que guiaba la elección de 2018 era el enojo, no el miedo. Quien capitalizó perfectamente el enojo fue López Obrador y lo sigue capitalizando”.
Rosas Marín advierte que, en su desesperación, el PAN busca adaptar el radicalismo de Donald Trump y VOX, así esto implique dejar de lado valores democráticos y tomar discursos de odio para buscar el apoyo de un sector de la población con el que comparta esa ideología de corte más conservador.