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El debilitamiento en la estructura del cártel de Los Caballeros Templarios en Michoacán ha impactado negativamente en la economía formal del estado.
El grupo criminal había extendido su presencia en todos los renglones económicos de la entidad, por lo que ahora, empresas acereras del puerto de Lázaro Cárdenas -las cuales eran suministradas de mineral por parte de las células del cártel- disminuyeron su actividad y con ello comenzó el despido de trabajadores.
La empresa Arcelor Mittal, una de las más grandes del mundo, asentada en el Puerto de Lázaro Cárdenas, anunció el cese de actividades argumentando dificultades económicas para seguir operando en el estado.
Fuentes al interior del complejo acerero apuntan que en realidad la razón es la falta de acero a bajo costo. Los Caballeros Templarios vendían el metal robado al mejor postor, hasta en un 90 por ciento más abajo del precio de mercado.
De acuerdo a informes de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) durante su reinado en el estado de Michoacán este cártel no se limitó al trasiego de drogas, secuestro y extorsión. También extendió su presencia a sectores formales de la economía, como la minería y la comercialización del acero, el que se distribuyó y vendió a empresas acereras asentadas en la zona portuaria de Lázaro Cárdenas.
Antes de que Los Templarios fueran oficialmente desarticulados, el movimiento promedio del volumen de hierro en la zona costera de Lázaro Cárdenas -entre fundidoras y comercializadoras para exportar en bruto hacia China- oscilaba entre 11 millones y 13 millones de toneladas. A la fecha, no alcanza los 3 millones de toneladas anuales.
Para estimar el volumen de hierro que estaba en poder del cártel basta recordar los decomisos insignia que hizo el Gobierno Federal, cuando Alfredo Castillo era Comisionado para la Seguridad de Michoacán.
Al crimen organizado se le confiscaron dos cargamentos portuarios con volúmenes estimados en 68 mil 760 toneladas y otro con más de 100 mil toneladas de hierro. Los dos aseguramientos del mineral tenían como destino una fundidora legal.
El ‘boom’ acerero de Los Templarios
Desde mediados de 1990, el entonces líder de Los Caballeros Templarios, Nazario Moreno Gonzalez, “El más loco”, se apropió de minas y yacimientos, lo que impuso un boom acerero en la región, pues representó una oferta económica para las empresas acereras.
Cuando el precio del acero en el mercado oscilaba entre los 160 y los 180 dólares por tonelada, Los Templarios vendían el hierro a solo 10 dólares la tonelada.
La oferta del mineral hizo posible que la mayoría de las empresas acereras asentadas en el puerto de Lázaro Cárdenas flexibilizaran sus criterios de compra.
Cesaron los requisitos y documentos para poder adquirir los volúmenes ofertados por extraños que se acercaron a las empresas. La Federación también mantuvo laxos sus sistemas de control para saber la procedencia y calidad del mineral que se comenzó a vender al por mayor en toda la zona sur de Michoacán.
En el puerto de Lázaro Cárdenas no se mueve un gramo de hierro sin la voluntad de “El Chayo”, se decía.
Ahora no solo Arcelor Mittal ha anunciado la disminución de actividades también la minera Ternium -que maneja yacimientos en la zona de Aquila- se sumó. También las acereras Altos Hornos de México S.A.B. de C.V. (AHMSA), Deacero y Simec han disminuido su movilización de hierro.
Otras empresas que han dejado de comprar hierro en Michoacán, o por lo menos han disminuido notablemente sus volúmenes, son las mineras Henzhen Golden E-Fast Technology Co. Ltd., Zhejiang Losun Holding Group Co. Ltd., Sunju Mining & Resources S.A. de C.V. y Liming Heavy Industry, las que estaban comprando mineral michoacano para exportarlo a China, a fin de volver a introducirlo, con utilidades de hasta el 7 mil por ciento por cada tonelada.
El gigante de acero
Con la reactivación de algunas minas de hierro que han retornado a sus legítimos propietarios, el precio del mineral se ha normalizado.
El costo promedio de una tonelada de hierro puesta en el puerto de Lázaro Cárdenas es de 56 dólares. La tarifa es alta para las acereras, aun cuando se trata de un precio bajo para los extractores del mineral, que compraban a 10 dólares la tonelada.
Durante el reinado de Los Caballeros Templarios empresas como Arcelor Mittal pudieron repuntar considerablemente. En 2014 la producción acerera esta compañía llegó a 8 millones 700 mil toneladas procesadas en sus hornos, lo que representó un incremento del 5 por ciento en relación al 2013.
Las otras empresas que en el 2014 compartieron y celebraron el boom acerero de Michoacán fueron AHMSA, Ternium, Deacero y Simec, las que en conjunto obtuvieron utilidades por más de 45 mil millones de dólares.
Las utilidades logradas por la acerera Ternium, sirvieron para capitalizar un proyecto con la japonesa Nippon Steel para ampliar la cobertura de extracción minera en Michoacán y en otras partes de México.
La empresa Arcelor Mittal -desde su producción acerera en Michoacán- se afianzó como la más grande del mundo en su ramo, con exportaciones importantes hacia España y Alemania. Por eso extrañó que a finales de marzo pasado se anunciara “un paro técnico, por dificultades económicas”, las que –insisten funcionarios de la misma empresa- no obedece a otra cosa que a la falta de acceso a hiero de bajo precio.
El argumento oficial para disminuir la producción de acero por parte de Arcelor Mittal fue la supuesta entrada ilegal de acero terminado procedente de China, Turquía y Rusia. Pero a pesar de ello, no se interpuso ante la Secretaría de Economía una demanda antidumping para frenar legalmente la competencia desleal.
Las únicas empresas que se han quejado de la importación desleal de acero son Altos Hornos de México, S.A.B. de C.V., como productora, y las importadoras Aceros Levinson, S.A. de C.V., Andritz Hydro, S.A. de C.V., C&F Steel International México, S.A. de C.V., Industrial Mexicana del Hierro y el Acero, S.A. de C.V. y Servicios de Aceros de Occidente, S.A. de C.V.
Arcelor Mittal, afectada por el alza del precio al acero, amenazó con despedir al 60 por ciento de su planta laboral, la que se estima en más de 8 mil 500 trabajadores, todos integrados en la sección 271 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros. Incluso cesó en forma inmediata a cerca de 300 empleados no sindicalizados.
El anuncio de la suspensión de labores de Arcelor Mittal fue atendido en forma inmediata por el Gobierno Federal, que negoció con la acerera de capital inglés e indú para que no aplicara el recorte de personal anunciado. Las negociaciones se llevaron en secreto y dos días después de nueva cuenta Arcelor Mittal anunció la reanudación de su producción.
Trascendió que el paro fingido por la acerera transnacional fue en respuesta a una indagatoria de la Procuraduría General de la Republica (PGR) para averiguar la responsabilidad de algunos directores de área de esa empresa de haber negociado por años la compra de acero proveniente del crimen organizado.
Los chinos, en retirada
Mientras el control del hierro estuvo en manos del cártel de Los Templarios, las empresas comercializadoras chinas establecidas en la zona costera de Lázaro Cárdenas fueron las principales compradoras del mineral. El 90 por ciento de las compras de hierro que lograron los chinos, se hizo con fines de exportación en bruto.
Los compradores orientales no solo se beneficiaron con el bajo precio del hierro, también lograron utilidades en los minerales en bruto que iban revueltos con el metal, entre ellos oro, cobre, zinc y aluminio.
Tras la desarticulación oficial de Los Templarios, todas las oficinas de comercialización china que abundaban en el puerto de Lázaro Cárdenas cerraron.
Los chinos simplemente se fueron de la noche a la mañana. Algunas de las empresas que siguen explotando minas, han reducido su producción para la exportación de hierro con destino a Hong Kong.
Las minas de ‘El más loco’
En el recuento del saldo que dejó la desarticulación oficial del cártel de Los Caballeros Templarios en Michoacán, se ha establecido que -desde 1996- al menos 450 de las mil 128 minas que operan en la entidad estuvieron en manos de algún miembro o socio de ese grupo criminal.
La mayor parte de las minas que fueron manejadas por Los Templarios, y en ellas se empleaba a jornaleros de la zona casi en condiciones de esclavitud, se ubican en Coalcomán, Arteaga, La Huacana, Huetamo, Aquila, Apatzingán y Villa Madero.
En esas zonas, el grupo criminal extrajo mineral sin control de la Federación, mismo que se colocó entre las empresas transnacionales.
Los Templarios no solo se limitaron a la venta de material de hierro a precios por debajo del índice internacional sino que también cobraban 5 dólares por cada tonelada extraída por mineros independientes.
Entre la venta de mineral y la extorsión por la extracción de hierro del subsuelo michoacano, el cartel de los Caballeros Templarios –de acuerdo a cálculos de la Comisión Nacional de Seguridad- lograba ingresos diarios promedio de un millón y medio de pesos, dinero con el que se financiaron las células de ese grupo criminal, principalmente cuando era liderado por Nazario Moreno Gonzalez, “El más loco”.