La falta de estadísticas sobre migrantes que tienen alguna discapacidad o que la adquieren en su camino hacia Estados Unidos muestra la falta de sensibilidad y atención a esta población por parte de los gobiernos.
Para Eunice Rendón, las secuelas de una persona en movilidad pueden aparecer de manera gradual o mucho tiempo después de que ocurrió el episodio traumático. En su rumbo hacia Norteamérica, los migrantes son vulnerables a sufrir asaltos, agresiones, secuestros o ser víctimas de trata.
“Por eso la ONU ha enfatizado mucho en la vulnerabilidad que tienen las personas en movilidad o en migración frente al riesgo de la discapacidad, tanto los trabajadores migrantes, que cuentan con menores niveles educativos o que sufren muchas veces de explotación laboral y tienen que ocuparse de trabajos manuales peligrosos”, afirma la especialista.
Es común que los migrantes se empleen en trabajos que implican riesgos a la salud y a adquirir alguna discapacidad y, aunque tengan buena paga, la carencia de seguridad social les condiciona a no tratarlas.
“Eso pasa en Estados Unidos y en varios lugares, incluso en Alaska hasta les pagaban más porque tenían que meterse a los barcos de pesca peligrosa. En los propios campos también te tocan algunas tareas más complicadas. Eso también es motivo de discapacidad al momento de ser un migrante en recepción. Se exponen las personas a alto riesgo de accidente y, por consiguiente, a condiciones también de discapacidad física”, asegura Rendón.
Los migrantes también viven escenarios de violencia que pueden dejar secuelas permanentes en su comportamiento.
“(Las personas en movilidad enfrentan) diferentes situaciones que pueden poner en riesgo de adquirir alguna condición de discapacidad, sobre todo física, por todas estas maniobras que a veces tienen que hacer cruzando el río, teniendo que ir por lugares inhóspitos, ahí pudiera estar el riesgo de adquirir alguna discapacidad física pero también psicosocial con todo el ambiente, el panorama, lo que tienen que vivir, al tener que huir y evitar una detención, trasladarse más rápido, todo esto puede ser un motivo para generar una discapacidad”, explica Eunice Rendón.
Por la dificultad para registrar estas discapacidades es que no hay en sí un censo o algún otro registro que ayude a estimar siquiera el número de casos.
“De por sí calcular el número de personas que tienen cierta discapacidad a nivel internacional es difícil, no existen lejanamente registros oficiales y también hay otro tipo de retos, como tener que distinguir el tipo de discapacidad”, enfatiza.
Personas con discapacidad, en total desamparo
Ni México ni Estados Unidos tienen medidas para resguardar a las personas migrantes que tienen alguna discapacidad, considera Irineo Mujica, director de la organización Pueblo Sin Fronteras.
“Anteriormente las personas discapacitadas pedían asilo por su misma discapacidad en los Estados Unidos y era otorgada o al menos se le llevaba un proceso, sin embargo, con las nuevas políticas, no. Y al mismo tiempo las personas que están en Tijuana y otros lugares, que son expulsadas hacia la frontera norte quedan en la misma situación de vulnerabilidad”, considera el activista.
Mujica afirma que no existe ningún tipo de cuidado especial en apoyo de las personas con alguna discapacidad, ya sea permanente o temporal.
Del lado mexicano, el activista considera que el Gobierno federal ha fallado al retirar las visas humanitarias que al menos ayudaban a las personas a cruzar por el territorio nacional.
“Anteriormente había unas visas, que le llamaban las visas humanitarias que utilizaban mucho los gobiernos anteriores del PRI y del PAN. En esas gestiones se les otorgaban a mujeres o niños, había un trato especial para el sector más vulnerable y que después con las caravanas, cuando entró AMLO, cambió esta situación y prohíben o quitan las visas humanitarias a personas mutiladas”.
“Todo esto cambia y al mismo tiempo toda persona que tenía ese tipo de visa le fue revocada. Muchas personas discapacitadas -que pierden una mano, por ejemplo- como está la situación en Centroamérica se les dificulta un poco más, pero eso es exclusivo de las nuevas políticas que se implementaron en el gobierno de Morena”, señala.
Los esfuerzos
En Honduras existe la Comisión Nacional de Apoyo a Migrantes Retornados con Discapacidad (Conamiredis) con el apoyo técnico y financiero del Comité Internacional de la Cruz Roja ofrece diferentes apoyos a migrantes retornados que padecen alguna discapacidad.
La Conamiredis ofrece asistencia psicológica a través de grupos de apoyo de personas con experiencias similares, capacitación profesional para emprender negocios y otros apoyos, como el capital inicial, así como la organización de conferencias y charlas para compartir las experiencias migratorias para crear conciencia acerca de los riesgos asociados con la migración hacia Estados Unidos de manera irregular.
En materia de apoyo en salud la organización ofrece apoyo en donación de prótesis y rehabilitación física, compra de sillas de ruedas y muletas; traslados en ambulancia, tanto en México como en Centroamérica y el restablecimiento del contacto entre familiares.