La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) no ha estado exenta de señalamientos de dispendio y opacidad en el ejercicio de los recursos públicos, sobre todo en la ejecución de programas de asistencia consular, los cuáles han sido documentados por la Auditoria Superior de la Federación(ASF) y denunciados en investigaciones periodísticas.
El esquema de entrega de recursos a la organización a través de consulados en Estados Unidos y en depósitos a dos organizaciones estadounidenses, así como la omisión en explicar de manera transparente la forma en que se ejercieron fue denunciado por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad en 2016, lo que originó una revisión de la ASF y la posterior publicación de un informe específico sobre el caso en noviembre de 2017.
En el informe de la Auditoria de las erogaciones para la atención a comunidades mexicanas en el exterior y protección y asistencia consular correspondiente a los ejercicios 2014 y 2015, la ASF acreditó que las organizaciones mencionadas recibieron en esos años el equivalente a 477 millones de pesos.
Además, la ASF determinó recuperaciones probables por un monto de más de 39 millones de pesos derivados de diversas irregularidades.
Por ejemplo, hubo deficiencias en el ejercicio de 513 mil pesos que originalmente fueron etiquetados para utilizarse en acciones del Programa IME Becas y que se destinaron a otras actividades que no se identificaron claramente.
Por otra parte, no se acreditó que el pago por viáticos y pasajes a 163 personas ajenas a la SRE y al Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) fue estrictamente indispensable para el cumplimiento de sus programas de trabajo. El gasto en este concepto fue de 1 millón 777 mil pesos.
Asimismo, la ASF observó que los recursos radicados a 50 representaciones de México en el Exterior para ser entregados a diversas organizaciones e instituciones para la realización de programas y actividades para la atención de migrantes se ejercieron sin cumplir con “los criterios de legalidad, eficiencia, eficacia, economía, racionalidad, austeridad, transparencia, control y rendición de cuentas”.
Entre otras anomalías, se realizaron erogaciones en diversos consulados por concepto de traslado, hospedaje, alimentos y arrendamiento de vehículos para giras de trabajo para personas ajenas a la estructura de la SRE sin que se proporcionaran evidencias de los resultados de las giras.
Tampoco se pudieron encontrar comprobantes del uso de los recursos ni demostrar la existencia de entregables de trabajos realizados por las organizaciones a las que se dieron los recursos.
Entre las observaciones, la ASF detalló que hubo deficiencias en el ejercicio de recursos radicados en tres representaciones, pues se realizaron pagos a prestadores de servicios pero no se pudo acreditar que dichos recursos fueron aplicados en los conceptos para los cuales estaban destinados. Además se hicieron pagos por más de 46 millones de pesos a tres proveedores sin que los servicios se hayan proporcionado en su totalidad.
En 2016, en el programa de Erogaciones para la Atención, Protección, Servicios y Asistencia Consular, la ASF determinó una recuperación probable de 68 millones de pesos. En esta ocasión, entre las observaciones está el ejercicio de recursos para otras actividades distintas a las que estaban destinadas y por el pago de viáticos y pasajes a personas ajenas a la SRE de quienes no se pudo comprobar que fuera estrictamente indispensable.
Ese mismo año se detectaron nuevas irregularidades en los recursos que 50 representaciones entregaron a organizaciones e instituciones, ya que no se cumplieron los criterios de legalidad, transparencia y rendición de cuentas. Entre otras cosas, se proporcionaron informes parciales del ejercicio de recursos o no se presentaron.
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