Los principales responsables del combate al narcotráfico en México durante los dos sexenios anteriores se encuentran en prisión y con procesos abiertos en Estados Unidos, ambos señalados de participar de manera directa en el tráfico de drogas hacia el vecino país del norte.
Tanto Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón, como Salvador Cienfuegos Zepeda, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el gobierno de Enrique Peña Nieto, están acusados no solo de ser omisos en su labor de combatir a los grupos del crimen organizado, sino incluso de participar activamente en las redes criminales.
Estas acusaciones, por el nivel de los exfuncionarios, ponen en entredicho la estrategia de seguridad y combate al narcotráfico iniciada en el sexenio de Calderón (cuyo brazo derecho para ejecutarla fue Genaro García Luna), y que fue continuada durante el sexenio de Peña Nieto, en el que las Fuerzas Armadas, lideradas por Cienfuegos, tuvieron un papel fundamental en tareas de seguridad pública.
Incluso, en dicho periodo, fueron cuestionadas por su actuación en masacres como la de Tlatlaya o la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Estos procesos judiciales, radicados en una Corte en Nueva York, representan un hito en la historia de la relación bilateral entre ambos países, pues nunca un exfuncionario del nivel de un secretario de Estado, ni un extitular de la Sedena, habían sido apresados por autoridades estadounidenses.
En el Ejército el impacto de la detención y las acusaciones que pesan sobre Cienfuegos son aún imprevisibles, aunque los supuestos delitos que se le imputan fueron anteriores a la actual administración federal, también ponen en entredicho no solo la labor que continúan haciendo las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad, sino el poder que el presidente Andrés Manuel López Obrador les ha otorgado en este sexenio.
Acusaciones por narcotráfico
La noche del jueves, Salvador Cienfuegos fue detenido en el aeropuerto de Los Ángeles, California, a petición de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
La tarde del viernes, el extitular de la Sedena fue presentado ante una corte federal en donde se le imputaron cuatro cargos: tres por narcotráfico y uno por lavado de dinero.
Autoridades estadounidenses identificaban a Cienfuegos como “El Padrino” o “Zepeda”. Al General se le acusa de conspirar para fabricar y distribuir cocaína, heroína, metanfetaminas y mariguana; además de blanquear capitales con recursos obtenidos por su colusión con redes criminales. Dichos ilícitos se habrían cometido entre diciembre de 2015 y febrero de 2017.
La audiencia del viernes tuvo una duración de cinco minutos, el exjefe del Ejército indicó que conocía las imputaciones en su contra y se le informó de una segunda audiencia a realizarse mañana a las 13 horas, en la cual se desahogarán los lineamientos sobre su detención y se definirá si es posible que alcance un acuerdo para pagar una fianza.
No obstante, la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York, pidió que el General permanezca detenido por el riesgo de fuga. Al momento, Cienfuegos Zepeda se encuentra en el Centro Metropolitano de Detención de Los Ángeles.
Según la DEA, el extitular de la Sedena recibió sobornos del Cártel de los hermanos Beltrán Leyva a cambio de protección, cuando Juan Francisco Patrón Sánchez, conocido como el “H2”, lideraba la organización.
El “H2” encabezó el cártel a partir de 2014 y en febrero de 2017 murió en un enfrentamiento armado con elementos de la Marina en Nayarit.
Entre las evidencias presentadas por la Fiscalía, se encuentra la intervención a un dispositivo Blackberry en la que se encontraron miles de mensajes en los que consta la relación entre el general y el narco.
Sin precedentes
Salvador Cienfuegos es el militar mexicano de más alto nivel detenido por autoridades estadounidenses, es por ello que el caso no tiene precedentes en la relación entre ambos países.
“Pareciera que la DEA, que es la que solicitó la detención, optó por la estrategia de esperar a que el general Cienfuegos fuera a los Estados Unidos para detenerlo”, opina Andrés Sumano, especialista en temas de seguridad pública e investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef).
El académico agrega que la falta de comunicación entre las autoridades estadounidenses con las mexicanas pudo deberse a una falta de confianza en el sistema de justicia del país o la influencia que Cienfuegos todavía detenta al interior del Ejército y otras instituciones.
Más allá de las implicaciones que tiene la detención de Cienfuegos para la administración de Peña Nieto, este proceso abierto también incide en la imagen de la Sedena.
Durante su conferencia matutina del viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la captura del exjefe del Ejército es un hecho muy lamentable y mencionó que habrá una revisión de personas vinculadas con el exfuncionario para removerlas de la dependencia.