Durmiendo con el enemigo

En Michoacán los cuerpos de seguridad pública siguen infiltrados por al menos tres cárteles distintos de las drogas, de acuerdo a un informe del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

El documento establece que al menos 120 elementos de la Policía Estatal podrían estar a las órdenes de células criminales que siguen vigentes en la zona de Tierra Caliente.

J. Jesús Lemus J. Jesús Lemus Publicado el
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120
elementos de la Policía Estatal de Michoacán estarían a las órdenes de células criminales

En Michoacán los cuerpos de seguridad pública siguen infiltrados por al menos tres cárteles distintos de las drogas, de acuerdo a un informe del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

El documento establece que al menos 120 elementos de la Policía Estatal podrían estar a las órdenes de células criminales que siguen vigentes en la zona de Tierra Caliente.

El grupo que mayor presencia tiene dentro de la estructura de la Fuerza Rural es el “H3”, el cual tendría nexos entre los autodefensas de Luis Antonio Torres, “El Americano”, y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Y los que más han sido infiltrados son los grupos de policías que trabajan en los municipios de Apatzingán, Arteaga, Los Reyes, Zamora, La Piedad, Yurécuaro, Coahuayana, Lázaro Cárdenas y Morelia, en donde se ha reconocido la reorganización del cártel de Los Caballeros Templarios y el surgimiento del H3, también conocido como la Tercera Hermandad.

Esta organización toma su nombre debido a que es la tercera ocasión que se reintegran en un cártel como hermanos, luego de ser La Familia, Los Caballeros Templarios y hoy el H3.

En respuesta a esta infiltración, la Secretaría de Gobernación (Segob) desplegó un operativo en toda la entidad, con el que pretende depurar los cuerpos policiales. La dependencia federal busca reducir la corporación por lo menos en una tercera parte. Sin embargo, ha negado la posibilidad de que la corporación sea disuelta. 

El  gobernador, Salvador Jara, fue el promotor de la depuración de los policías sospechosos de colaborar con el crimen organizado, pero sin trastocar la operatividad de la corporación que se ha confrontado abiertamente con los autodefensas leales a José Manuel Mireles en diversas localidades del estado.

Por lo pronto, la purga ya comenzó en Apatzingán, donde 35 policías fueron dados de baja al no pasar los exámenes de confianza.

La Fuerza Rural fue creada el 13 de mayo del 2013 por instrucción del presidente de la Republica, a través del comisionado Alfredo Castillo, para meter al orden a los grupos de autodefensa. Pero con el fin de dar cabida a todos los civiles armados no se aplicaron exámenes de control. Las denuncias de infiltrados llegó desde los grupos de autodefensa que se negaron a sumarse a esa corporación.

Castillo logró incorporar a por lo menos 772 exmiembros de las autodefensas, que no tuvieron que hacer nada, solo pedir su ingreso a la policía. El Comisionado siempre negó la posibilidad de estar uniformando y armando a exmiembros del cártel de Los Caballeros Templarios.

Policías contra autodefensas

Grupos de autodefensas leales A José Manuel Mireles denunciaron la persistencia de la Fuerza Rural para retirar las barricadas rebeldes que siguen activas en por lo menos 13 localidades del estado. Los civiles armados aseguran que esto es como consecuencia del servicio de la policía a las órdenes de algunas células criminales.

En los últimos ochos días, la Fuerza Rural ha intentado retirar al menos cinco barricadas en diversos municipios de todo el estado, la mayoría de ellos en la zona de la Costa Sierra Nahua, en donde la población civil ha reprochado esta acción.

Lo dijo Mireles

La infiltración de la policía Fuerza Rural ya había sido expuesta por el propio Mireles, quien en su momento denunció que el entonces comisionado Alfredo Castillo estaba haciendo acuerdos con los representantes de algunas células locales del crimen organizado, a fin de enfundarlos como policías estatales. 

La denuncia causó el encarcelamiento del jefe de las autodefensas, quien sigue siendo un reo incomunicado en la cárcel federal de Hermosillo, Sonora.

El H3, dentro de la Policía

De acuerdo a los reportes de agentes de inteligencia desplegados en Michoacán, para el Gobierno Federal el principal infiltrador de la Policía local es el llamado cártel de la Tercera Hermandad, o H3. Este grupo es el resultado de una presunta alianza entre algunos autodefensa de Luis Antonio Torres, “El Americano” y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

De acuerdo al Cisen, el CJNG sería el principal financiador de la estrategia de infiltración a los cuerpos de seguridad, tal como lo hicieron al armar a por lo menos 18 de los 37 grupos de autodefensa que brotaron enwtre febrero del 2013 y mayo del 2015.

El H3, que tiene el control de toda la zona limítrofe de Michoacán con Jalisco y Colima, estaría formado por exintegrantes de La Familia Michoacana, encabezados por familiares directos de Jesús Méndez Vargas, fundador de esa organización criminal y quien se encuentra recluido en prisión en la cárcel federal de Almoloya.

Con el apoyo del CJNG –socios de la organización que dirige Joaquín “El Chapo” Guzmán– los remanentes del cártel de La Familia Michoacana se han concentrado dentro del grupo de la Tercera Hermandad.

A las células del H3 se les atribuye la embestida directa contra los remanentes de Los Caballeros Templarios, quienes también han comenzado a infiltrar a los cuerpos policiacos de todo el estado, principalmente a los grupos de la Fuerza Rural que mantienen el control de la seguridad en la mayoría de los municipios.

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