El segundo comandante de la Policía Federal Preventiva (PFP) destacamentada en Michoacán fue ejecutado a balazos en las primeras horas de este jueves, cuando salía de su domicilio para dirigirse a la escuela de uno de sus hijos, al que llevaba de la mano.
El mando de la PFP cayó abatido por balas calibre .9 milímetros, según las primeras versiones de los policías que acudieron al lugar.
El mando Federal fue identificado con el nombre de Javier Armando Moran Ozuna, de 55 años de edad, quien tenía el cargo de segundo comandante regional de la PFP, división seguridad regional (caminos), quien al momento de la agresión no estaba acompañado de escoltas.
Fuentes oficiales informaron que la agresión al policía fue en punto de las 08:40 horas, justo en el momento en que el mando salía de su domicilio y estaba a punto de abordar su vehículo. Los hechos ocurrieron a las puertas de su domicilio, ubicado en las calle Pedro Patiño, entre las avenidas Albino García y Lucio Navarrete, en la colonia ampliación Torremolino de la capital michoacana.
A unos metros de su domicilio quedó mal herido el cuerpo de Moran Ozuna, quien fue atendido en el lugar de los hechos y trasladado aún con vida a un hospital privado de esta localidad, por parte de elementos de Protección Civil. El policía dejó de existir cinco minutos después de haber ingresado al nosocomio, a causa de una deficiencia cardiorrespiratoria.
De acuerdo a la versión de la Procuraduría de Justicia del Estado (PJE), los peritos de esa dependencia lograron colectar 20 cascajos de percutidos calibre .9 milímetros, encontrando que el vehículo particular del comandante regional de la PFP, un auto tipo Aveo, color vino, con placas de circulación PST-1157, presentaba al menos 15 impactos de bala del mismo calibre.
Se estableció que no hubo testigos presenciales del hecho, por lo que se desconoce si la agresión provino de una sola persona o fueron varios los atacantes. Lo que sí fue resaltado por fuentes de la Procuraduría de Justicia del Estado es que esta es la segunda agresión que sufren, en lo que va de esta semana, las fuerzas de la PFP destacamentadas en Michoacán.
El otro ataque, en donde no hubo víctimas, ocurrió el pasado lunes en una carretera aledaña a la zona urbana de La Piedad, en el tramo Irapuato-Guadalajara, en el kilómetro 9, cuando efectivos de la PFP fuero agredidos a balazos por los integrantes de una camioneta que circulaba por la zona. Tras ese incidente no hubo lesionado ni detenidos.
Ahuyentan a turistas
Debido a los problemas de inseguridad que se registran en el estado de Michoacán, sumado a la falta de un programa eficiente de promoción, existe el riesgo de que se vaya perdiendo la vocación turística de la entidad, indicó el empresario restaurantero Javier Solorio, cuya voz disidente no tuvo cabida en el encuentro del Segundo Congreso de Turismo de Michoacán que ayer concluyó en la ciudad de Uruapan.
Solorio destacó la ausencia de turismo podría elevar notoriamente el índice de desempleo, de por sí elevado, que ya se registra en esta parte del país.
El empresario no pudo participar en el congreso tras negarse a enmendar el discurso que habría de leer, en donde responsabiliza en gran medida al gobierno estatal de la crisis de seguridad que padece la entidad.
Solorio dijo que mientras el gobierno estatal de Jesús Reyna insista en no querer reconocer que la inseguridad se ha desbordado por las omisiones que se hicieron en el pasado, no habrá posibilidad de que se solucione el problema económico que afecta a todos los michoacanos con la falta de empleo.
Recordó que uno de los sectores más afectados por la crisis de gobierno que se vive en la entidad es el sector de la prestación de los servicios turísticos, en donde se incluyen hoteleros y restauranteros.
El colapso es inminente en todo el sector de la prestación de servicios turísticos, advirtió, mientras el gobierno estatal y federal no asuman su parte y definan acciones que garanticen la seguridad de todos los paseantes que llegan a Michoacán.
Soriano destacó que se calcula que zonas turísticas por tradición como Pátzcuaro y Morelia han visto reducida la presencia de turistas en más de un 45 por ciento en lo que va de este año.