Ejército Mexicano de vida ante la pandemia
El Ejército en México, desde su creación, fue diseñado principalmente para ayudar a la población en casos de desastres naturales o emergencias sanitarias más que para operaciones de combate armado, una labor que resulta fundamental en momentos como el que enfrenta actualmente el país ante la pandemia de Covid-19
Julio RamírezEl Ejército mexicano y en particular la Guardia Nacional se encuentran ante uno de los mayores retos en la historia moderna de México: la defensa de la vida en medio de una pandemia.
El reto es administrar los insumos de los hospitales y resguardar la seguridad de las calles.
Además, hay población rural que solo tendría acceso a la salud a través de un hospital móvil del Ejército mexicano en caso de un brote mayor.
“Las tareas que son más próximas a las militares son la seguridad de las fronteras y montar hospitales de campaña, así como el transporte y la distribución de insumos médicos, lo cual no conlleva a un contacto cercano con los ciudadanos.
“Son tareas que no implican una alta posibilidad del desvío de la función principal. Al mismo tiempo es cierto que sería más efectivo si esa tarea fuera suministrada por las autoridades de Salud y no por las fuerzas armadas”, explica Anaís Medeiros Passos, profesora de ciencia política en la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC) en Brasil.
La experta asegura que existe una alta probabilidad de que en países de América Latina, como ya se ha visto en Argentina, se desplieguen a los militares para cumplir con funciones de la policía.
Los militares de muchos países de América Latina están actuando de manera complementaria o reemplazando a las autoridades de salud y de seguridad para auxiliar en la pandemia. Las fuerzas armadas tienen como función principal la defensa externa, dice.
Es un momento de grandes retos para el mundo y la actuación de las fuerzas armadas es fundamental, sin embargo se debe evitar desviarlos en la mayor medida de lo posible de sus funciones, especialmente en materia de seguridad para evitar posibles violaciones a derechos humanos.
“La desinfección de lugares públicos como calles, estaciones de autobús, escuelas o aeropuertos y el control de fronteras con los países vecinos es clave para contener la propagación del virus, y el apoyo logístico a hospitales como en el préstamo de tiendas y la ayuda a partir del personal de salud que trabaja en las fuerzas armadas, ayuda en la atención de ciudadanos sospechosos de estar infectados”, asevera la profesora.
El nuevo negocio
Los grupos criminales -ante la inactividad social- han cambiado su modus operandi y los cubrebocas especializados N95 y el gel antibacterial se vuelven materia comercializable para el mercado negro.
Ante el riesgo de una incursión criminal a los hospitales, el Ejército se ha instalado de manera permanente en resguardo de los materiales.
“Podría suceder como cuando se roban los tráileres en las carreteras y luego todo eso termina revendiéndose”, explica Javier Oliva, académico de la UNAM.
Un soldado en cada hijo, Ejército mexicano
México optó desde la formación del Ejército en 1913 por un modelo militar que no fuera tanto de combate sino de apoyo a la población en caso de desastres, sin embargo fue en el sexenio de Felipe Calderón cuando se comenzó a utilizar de forma abierta para labores de seguridad ciudadana y de combate al narcotráfico.
“La posición estratégica de nuestro país no lo hace vulnerable a un ataque exterior a pesar de ser el primer socio comercial de Estados Unidos y de ser su frontera sur. Somos por mucho más vulnerables a un ataque interior provocado por la naturaleza o provocado por nosotros mismos”, dice el investigador Juan Ibarrola.
Además asevera que en caso de saqueos, principalmente en las zonas más remotas del país, el Ejército mexicano tendría que entrar para contenerlos.
“Ahorita lo que hemos visto no han sido saqueos por necesidad, han sido saqueos criminales. Se roban aparatos electrodomésticos, teléfonos, alcohol”, detalla.
GN, solo si se requiere apoyo
En el caso que se presenten intentos por parte de grupos del crimen organizado para tratar de apoderarse de insumos médicos o medicamentos destinados a la atención del Covid-19, en primer instancia las autoridades ministeriales de cada estado o la misma Fiscalía General de la República tendrían que recibir las denuncias, solo si se requiere el apoyo de la Guardia Nacional entonces podrá intervenir, explicaron autoridades del cuerpo de seguridad.
“La Guardia Nacional realiza acciones de vigilancia en algunos centros hospitalarios, sin embargo, hasta el inicio de la Fase 3, este cuerpo federal de seguridad pública resguardará instalaciones de salud conforme se requiera de su apoyo, incluso el número de elementos se destinaría de acuerdo a cada hospital”, detalló en respuesta a Reporte Índigo.
Las instrucciones del comandante de la Guardia Nacional, General Luis Bucio Rodríguez, para apoyar al Gobierno federal a contener la pandemia por el Covid-19 constan de acciones de vigilancia en algunos centros hospitalarios.
Este cuerpo de seguridad continúa con los operativos recurrentes en carreteras, aeropuertos, centrales camioneras y paqueterías para detectar cualquier delito. Guillermo Espinosa | @Guiesg