El castigo por ‘La Tuta’

Los videos de “La Tuta” que exhibían a funcionarios de la administración estatal priista, incluyendo al hijo del exgobernador Fausto Vallejo, fueron clave en Michoacán para que el PRI perdiera este estado.

El hartazgo por estos escándalos que involucraban a Rodrigo Vallejo, llevó a miles de michoacanos a reconsiderar su voto y otorgárselo al candidato del PRD, Silvano Aureoles, que se perfila para ser el próximo gobernador.

Todavía horas antes del proceso electoral del domingo caló hondo en el sentir social la liberación inexplicable de Rodrigo Vallejo Mora, al que pese a estar investigado por el delito de delincuencia organizada, la PGR lo dejó en libertad.

En el conteo final de las boletas se observó el hartazgo social de la mayoría de los michoacanos, los que en el mejor de los casos votaron por cualquier partido que no fuera el PRI.

El voto de inconformidad se observó en los mensajes de irónicos y de impotencia escritos en las boletas anuladas.

El IEM no contabilizó los mensajes de los ciudadanos escritos en las boletas, solo fueron catalogados como votos nulos, pese al cúmulo de leyendas en donde la impotencia hizo hablar del hartazgo social.

La mentadas de madre a los partidos y a varios de los candidatos fue la tónica de las leyendas escritas en las boletas.

La muestra del cansancio de los michoacanos contra el PRI se observa no solo en la derrota del candidato a gobernador por el tricolor, sino también en la derrota registrada en varios de los municipios más importantes del estado, en donde el PRI había sido avasallador en otros procesos.

La capital, Morelia, hoy quedó en manos de un candidato independiente. Un ciudadano que se alejó de los partidos y que fincó su promoción al voto como una administración con una visión ciudadana, donde la medida del trabajo es la distancia con los partidos políticos.

Alfonso Martínez Alcázar será el primer candidato independiente que pudo capitalizar el voto de castigo de la ciudadanía.

Municipios como Zacapu y Yurécuaro, donde el PRI se había mantenido como la principal fuerza política, hablan de la nueva realidad del estado: la llegada de los partidos emergentes que garantizar una oposición más constante al sistema priista. En Zacapu ganó Movimiento Ciudadano, y Morena arrollo en Yurécuaro.

El retorno del PRD al gobierno de Michoacán se hace en las mismas circunstancias en que regresó el PRI en las elecciones del 2011, con la esperanza de cerrar el paso a la corrupción.

Solo que en esta ocasión los votantes encauzaron su voto hacia los partidos emergentes, y a veces, por inercia hacia los partidos tradicionales, el PRD y PAN.

Por eso en esta ocasión los michoacano decidieron darle la espalda al PRI, al mismo partido al que la mayoría se abrazó esperanzadoramente en el 2011, cuando los escándalos de corrupción en la administración del perredista Leonel Godoy Rangel salieron a flote.

En esta ocasión, el voto de castigo de los michoacanos habla de un resentimiento contra el PRI que parece que perdió su última oportunidad de seguir siendo gobierno.