El secreto de Monterrey VI

Organizaciones civiles ponen sobre la mesa lo que apunta a la verdadera finalidad del proyecto Monterrey VI: El fracking para la extracción del gas shale.

Y es que califican al proyecto Monterrey VI como innecesario porque contempla traer un gran excedente de agua.

Sobredemanda del líquido porque no tiene un objetivo potable para la ciudadanía, sino que estaría dirigido a la fractura hidráulica del material rocoso para la extracción del gas shale en el norte del estado. 

Es decir, la población de Nuevo León estará pagando por 27 años en su recibo de agua potable cerca de 50 mil millones de pesos para esta obra, cantidad que termina por beneficiar a los grandes consorcios que tendrán el líquido suficiente para la extracción.

Por este secreto, es que organizaciones civiles denuncian el favoritismo para la concesión del contrato y la falta de transparencia en la inversión y en el objetivo final del proyecto.

Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM) describe al Proyecto Monterrey VI como la construcción de un acueducto de 372 kilómetros de largo, de 84 pulgadas de diámetro.

Y que traerá un caudal medio de cinco metros cúbicos por segundo, contando con seis estaciones de bombeo y obras complementarias, que provendrá de la cuenca del Río Pánuco hasta el municipio de Linares.

Que contempla interconectarlo con el acueducto ya existente entre la presa Cerro Prieto  y Monterrey, que mide 130 kilómetros, hasta la Planta Potabilizadora San Roque.

Y que de ahí se distribuye el agua al área metropolitana a través de dos anillos de transferencia ya existentes.

Pero hasta el momento Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey no ha dicho qué va a pasar con el enorme excedente de agua.

Especialistas enumeraron en  un documento entregado a la Asociación Vertebra una serie de discrepancias del plan Monterrey VI.

Entre ellas: “Hacerlo prácticamente desde el nivel del mar hasta la ciudad de Monterrey, utilizando una gran cantidad de energía eléctrica.

“Llevarla a la planta potabilizadora San Roque y en dos líneas de transferencia, llevarla hasta García, Salinas Victoria o Saltillo.

“Esto, además, de las consecuencias ambientales, sociales y económicas en la población, la sostenibilidad y la competitividad dejarán a Servicios de Agua y Drenaje en una situación de vulnerabilidad financiera que obligará al aumento desmedido de los costos de agua”.

Además, existen tres poderosas razones para que Monterrey VI sea una obra tan costosa: “Porque está sobreestimada la demanda futura de agua de la ciudadanía,  porque es una obra que no es para cubrir las necesidades de la ciudad de Monterrey y porque es para cubrir necesidades de grupos industriales no conectados a la red”.

Los especialistas explican que el volumen de agua que proyectan traer del Río Pánuco en 30 años, es de 6 mil millones de metros cúbicos, que multiplicados por los 8 pesos que Agua y Drenaje le va a pagar al Consorcio ejecutor de la obra, serían los 48 mil millones de pesos que tendría que recuperar el consorcio de cinco empresas que construirá y operará el proyecto.

“Entonces necesitaría consumir desde el día uno, hasta último día de los 30 años, los 6 mil millones de metros cúbicos por segundo. Es decir, está sobreestimada la demanda”.

De los 6 mil millones de metros cúbicos, la población sólo requiere de mil, especifica el documento, la industria otros mil y estarían sobrando 4 mil millones de metros cúbicos de agua.

Éstos tienen  que ser consumidos y pagados, pero ¿quién y cómo los pagará? 

¿Las empresas serían quienes podrían poner la suma económica?

“O sea, si no hay quién pague los 8 pesos por cada metro cúbico, es decir, si el primer año no hay consumo de agua –porque no se necesita- pero tenemos que pagar mil 800 millones de pesos, ¿de dónde van a salir?

“Si la ciudad no lo va a consumir, ni los industriales, y si dicen que ni el gas shale, entonces de algún lado va a tener que salir ese dinero, y sería de dos lados: de los impuestos o de aumento a las tarifas”.

Por otro lado, el contrato para la edificación de Monterrey VI fue ganado por el Grupo Higa, propiedad de Juan Armando Hinojosa Cantú.

El mismo grupo aquel obtuvo el contrato para la construcción del tren rápido México-Querétaro, que fue cancelado hace dos semanas.

Juan Armando Hinojosa Cantú, compadre del presidente, es quien construyó la Casa Blanca de 7 millones de dólares, de Angélica Rivera, esposa de Enrique Peña Nieto.

Reforestación Extrema, Consejo Cívico, Academia Nacional de Arquitectura, Evolución Mexicana, Vertebra, Rescatemos Nuevo León, Unión Neolonesa de Padres de Familia, Sueño Regio, Red por la Dignidad, Agua para Todos y Movimiento de Activación Ciudadana (Movac), lanzaron un ultimátum para que la información a detalle del proyecto sea pública.

Proyectos de infraestructura hidráulica de Monterrey, denominados desde 1971 y hasta 2010, como Monterrey I, II, III, IV y V, han provisto de fuentes de abastecimiento de agua superficiales: La presa de Cerro Prieto, El Cuchillo y La Boca.

Y fuentes subterráneas que provienen de pozos y galerías donde destacan el Sistema Mina y La Huasteca, que según datos oficiales de Comisión Nacional del Agua y de la Secretaría de Agua y Drenaje de Monterrey, tienen una capacidad de suministro de 12 mil 500 litros por segundo. 

El promedio de agua potable que recibe la zona conurbada en la actualidad, es de 11 mil 750 litros por segundo (1.75 metros cúbicos) con un incremento anual de 250 litros por segundo.

Hasta hace poco, las autoridades declaraban que esta cantidad de agua era suficiente para asegurar que tendríamos asegurado el vital líquido hasta por 15 años, pero repentinamente ahora el Estado dice que sólo alcanzaría para tres.

Según Agua y Drenaje, es requerida una nueva obra para asegurar el agua las 24 horas.

Para ello, la paraestatal formó un comité interinstitucional que analizó a fondo ocho distintas fuentes alternas para determinar si era factible considerarlas como opciones viables. 

Y Servicios de Agua y Drenaje y el Estado concluyeron que mejor opción es traer agua a Monterrey desde el Río Pánuco.

Según el gobierno de Rodrigo Medina, el Pánuco-Cerro Prieto es la mejor opción porque la cuenca del río tiene una disponibilidad media anual de 442 metros cúbicos por segundo.

Otra discrepancia, es el costo anunciado inicialmente por el gobierno estatal, que fue de 14 mil 161 millones 976 mil pesos, más IVA.

El Dirigente de Reforestación Extrema, Cosijopi Montero, cuestiona un cambio tan drástico en los montos de inversión.

“Era un proyecto que empezó costando 7 mil millones de pesos, luego le subieron a 14, luego a 17 y luego a 47”.

Posterior a la versión de que costaría 17 mil millones, le siguió otra que hablaba de 18 mil, pero que al sumarle el mantenimiento y la operación, resultó la cantidad de 47 mil.

El gobierno de Rodrigo Medina recibió un ultimátum por parte de las organizaciones civiles para que transparentara la documentación del proyecto. Lo hizo el lunes, unas horas antes de que se venciera el plazo.

Otro factor de las organizaciones contra el proyecto es la existencia de alternativas más económicas para proveer de agua a la región, además de que la opción del Río Pánuco resulta contraproducente porque son aguas contaminadas.

“El Río Pánuco es un río que tiene muchas corrientes de agua tributarias, una de las más importantes, que es tributaria al Río Pánuco, es el Río Tula, que es el segundo río más contaminado de México”, dice el documento.

Por ello el costo-beneficio no valdría la pena: Es decir, traer agua desde tan lejos, sin importar su nivel de contaminación, solamente sería remunerante si es que será destinada al negocio del fracking.

Hasta 29 millones de litros de agua

> El fracking o fractura hidráulica, es la técnica para hacer perforaciones en rocas a las que se les inyecta agua, arena y sustancias químicas a elevada presión, para  poder llegar a la extracción de gas y petróleo. 

> El gas shale es un carburo natural que se localiza en sedimentos de roca con materiales orgánicos, a una profundidad de entre mil y 5 mil metros.

> Para fracturar cada pozo son necesarios entre 9 y 29 millones de litros de agua.

> México está clasificado como uno de los países con más reservas de gas shale en el mundo.

> Información publicada en páginas especializadas, indica que un pozo en Estados Unidos tiene un valor de 3 a 10 millones de dólares. En nuestro país está entre los 12 y 15 millones.