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Como nunca antes, políticos de todos los partidos han volteado a ver a los mexicanos que viven en Estados Unidos y comenzarán en breve una gira por la Unión Americana para “demostrar el apoyo” a migrantes.
Dirigentes de PRI, PAN, PRD y Morena, así como senadores de distintos partidos, emprendieron tareas de urgencia para –dicen- proteger a los connacionales de la amenaza Trump.
Aprovechando el viaje, los políticos irán también a comenzar sus campañas rumbo a la elección del 2018.
En el proceso electoral del 2012, un total de 40 mil 714 personas votaron desde el extranjero.
El mayor número de estos votos se lo llevó Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN, quien obtuvo el 42.1 por ciento; Andrés Manuel López Obrador, postulado entonces por el PRD, el PT y MC, tuvo el 39; Enrique Peña Nieto, candidato del PRI y el PVEM, solo el 15.6 por ciento.
Ganar el apoyo de los paisanos para las próximas elecciones podría darles una pequeña cantidad de votos, pero una gran influencia entre quienes envían al país miles de millones de dólares en remesas.
Sin embargo, la percepción entre los activistas que apoyan a los migrantes es que ha faltado compromiso de la clase gobernante mexicana para ayudarlos y solucionar algunos de los problemas que enfrentan estando en EU o al volver a México.
Interés repentino
Líderes de partido y legisladores acudirán a la Unión Americana en los próximos días.
El primero en anunciarlo fue Andrés Manuel López Obrador, presidente nacional de Morena. El 12 de febrero comenzará una gira en Los Angeles, California.
“Vamos a defender a migrantes, vamos a construir frentes cívicos contra la xenofobia, contra los extranjeros desde el gobierno de Estados Unidos, echándole la culpa de todo a nuestros paisanos migrantes, que son en realidad héroes”, dijo López Obrador.
Su gira se prolongará por 100 días. Se prevé, que el político tabasqueño intercale sus eventos en EU con otros en el Estado de México, donde apoyará a Delfina Gómez, la candidata de su partido a la gubernatura.
A la pasarela se unió también Ricardo Anaya, presidente nacional del PAN, quien acudirá a Texas el jueves 9 de febrero.
“Son, sin duda, tiempos muy difíciles dentro y fuera de México, en los que la ignorancia, la insensibilidad y la improvisación están presentes en la toma de decisiones. Acción Nacional no permitirá que se pisotee la dignidad de nuestros paisanos y mucho menos que se les arrebate lo que han conseguido a base de trabajo, esfuerzo y sacrificio”, dijo Anaya.
El líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, también hará presencia en Nueva York y Nueva Jersey este jueves, donde planea reunirse con comunidades migrantes.
“El PRI no dejará solos a las mexicanas y los mexicanos fuera del país, ante las amenazas del gobierno norteamericano. Llevará a cabo las acciones que sean necesarias para proteger los derechos fundamentales de los connacionales en la Unión Americana”, enfatizó el PRI.
Del PRD, la secretaria general, Beatriz Mojica, acudió hace unos días a la ciudad de Baltimore, para participar en una reunión de la Convención Nacional Demócrata, donde logró amarrar el apoyo de algunos miembros.
Del 10 al 16 de febrero, senadores de varios partidos, pertenecientes a la “Operación Monarca” –que trabajan en el Senado en temas de migración y relación bilateral entre México y EU- acudirán a las ciudades de Phoenix, Arizona, y Sacramento, California, con el mismo propósito.
Hugo Castro, miembro de la organización Ángeles de la Frontera, criticó que no hay un acompañamiento a la comunidad.
Fría relación
Los migrantes en EU se convierten en proveedores de cientos de miles de hogares –alrededor de 1 millón 292 mil, en el 2014- y palanca del desarrollo de comunidades.
En los últimos 10 años, la vinculación de las administraciones gubernamentales con las comunidades migrantes en EU ha sido marginal.
El presidente Enrique Peña Nieto, se ha mantenido alejado de las comunidades de migrantes mexicanos, aun cuando Barack Obama, trabajó en una reforma migratoria que no pudo alcanzarse.
El distanciamiento obedece a la postura de Peña Nieto, de que el tema corresponde a la Unión Americana.
La estrategia del gobierno mexicano fue no cabildear en Estados Unidos el tema, por lo que desde la Secretaría de Relaciones Exteriores, y desde la Embajada de México en ese país, no se desplegó ningún apoyo a esa reforma, a pesar de que con ella se intentaba proteger sobre todo a los migrantes indocumentados.
Desde el Congreso de la Unión y la academia se pidió al Gobierno federal cabildear en el Congreso norteamericano para concretar la reforma migratoria. Nada ocurrió.
Ahora, frente a las amenazas y acciones de Donald Trump, el Gobierno mexicano comenzó con una improvisada estrategia para proteger a los migrantes que viven en EU.
Ayer, en una acción inédita, el presidente Enrique Peña Nieto acudió al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a recibir a mexicanos repatriados, con quienes se reunió en privado.
Bajo el mandato del expresidente Felipe Calderón, el debate migratorio pasó a segundo plano y se centró en temas de combate al narcotráfico.
El presidente que más contacto tuvo con los migrantes de EU fue el panista Vicente Fox.
Su administración cabildeó la reforma migratoria que el propio gobierno mexicano propuso, de la mano del entonces secretario de Relaciones Exteriores, Jorge Castañeda. El acuerdo migratorio que buscaba México fue llamado “la enchilada completa”, por el propio canciller.
