Entre el luto y la rabia
En Aquila, el pueblo se volvió a alzar.
El aire está impregnado de odio.
Un niño resultó muerto este domingo –y una niña murió ayer– luego de que habitantes del poblado de Ostula protestaban por la detención de uno de los líderes de las Autodefensas de Michoacán.
Los pobladores de esta comunidad señalan como responsables de este ataque a elementos del Ejército que llegaron para disolver el bloqueo que tenían los comuneros en su manifestación.
J. Jesús LemusEn Aquila, el pueblo se volvió a alzar.
El aire está impregnado de odio.
Un niño resultó muerto este domingo –y una niña murió ayer– luego de que habitantes del poblado de Ostula protestaban por la detención de uno de los líderes de las Autodefensas de Michoacán.
Los pobladores de esta comunidad señalan como responsables de este ataque a elementos del Ejército que llegaron para disolver el bloqueo que tenían los comuneros en su manifestación.
Ayer la Comisión Nacional de Derechos Humanos anunció que iniciará una investigación de estos hechos ocurridos este domingo y que involucran a militares.
Los habitantes de Aquila salieron a las calles a pasear su odio y manifestarse en contra de este ataque. El rencor se les mira en los ojos. Los rostros tensos de tanto dolor por la provocación: aseguran que el domingo aun no amanecía cuando un convoy del octavo regimiento de infantería se abalanzó contra una barricada de autodefensas.
Apenas cinco horas antes la gente se había congregado para repudiar la detención de Semeí Verdía Zepeda, el jefe de las autodefensas de esta zona.
El líder de los civiles armados fue detenido en la comunidad de Ixtapilla por elementos de la Marina acusado de delitos graves como uso y portación de armas exclusivas de las Fuerzas Federales.
Los marinos se llevaron a Semeí Verdía, pero dejaron la irritación entre sus seguidores. Se hizo una convocatoria para hacer una manifestación con bloqueos a las carreteras federales de la zona sur del estado.
Los grupos de autodefensa de Aquila se declararon en guerra contra las Fuerzas Federales. En sesión comunal, con la presencia de algunos civiles desarmados, decidieron nombrar en forma inmediata un nuevo comandante que encauce las acciones de guerra que mantienen inalterables desde el 24 de febrero del 2013.
El nuevo comandante electo, que suple en el mando a Semeí Verdía Zepeda, es Germán Ramírez.
Él además cuenta con el respaldo del comisariado de bienes ejidales de la comunidad de Santa María Ostula, el lugar en donde la minera Ternium mantiene fuertes intereses por la explotación de la mina de hierra más grande del país.
También ayer el gobernador electo de Michoacán, Silvano Aureoles, se reunió con el general Felipe Gurrola Ramírez, mando especial para la seguridad en el estado, con el propósito de conocer “detalles” sobre el ataque armado que sufrieron habitantes de Ostula en Aquila.
Aureoles dijo que se encontraba sumamente preocupado por los hechos.
“Esto simplemente no puede seguir ocurriendo en Michoacán, es necesario construir las condiciones de seguridad idóneas para que los ciudadanos tengamos paz y tranquilidad”, remarcó.
El gobernador electo señaló que se encuentra revisando a detalle los acontecimientos, para que esto no vuelva a ocurrir.
“Es dolorosa la pérdida de vidas humanas y más cuando se trata de niños, sabemos que la situación no es fácil pero con un trabajo coordinado podremos, a partir del primero de octubre, generar las condiciones para que Michoacán salga adelante”.
Apegados a derecho
Civiles armados agredieron a la autoridad y a otros grupos de civiles, aseguró el coordinador especial para la Seguridad en Michoacán, Felipe Gurrola Ramírez.
“La autoridad actuó siempre apegada a derecho, nunca se agredió a nadie. Debemos respetar la ley y apegarnos a lo que dice para poder hablar en un futuro de un Michoacán donde impere la ley”, añadió el militar.
Gurrola fue enfático al declarar que el Grupo de Coordinación Michoacán (GCM), da la cara ante la sociedad y no actúa “anónimamente” a través de las redes sociales, “como muchos lo han hecho y que no tienen credibilidad, nosotros estamos presentando evidencia”.
El GCM se encarga de coordinar las acciones de la Policía Federal, la Marina Armada y el Ejército mexicano en tierras michoacanas.
“El niño de 12 años desafortunadamente falleció. Dos de los heridos fueron impactado a por arma de fuego, los otros tres por esquirlas”, confirmó Gurrrola.
El mando militar agregó que hubiera soldados retenidos, aunque reconoció que sí hubo intentos de hacerlo y confirmó que elementos del Ejército Mexicano sí realizó disparos, sin embargo dijo, “fueron al aire y con la intención de disuadir la situación”.
“Si hubo disparos del Ejército que dañaron a la sociedad, sin duda se harán las investigaciones y se actuará conforme a la ley”, sentenció.
El último rebelde
Semeí Verdía siempre fue incómodo para el Gobierno Federal. Desde que –escuchando el llamado de José Manuel Mireles- decidió fundar el grupo de autodefensas de Aquila.
En la Federación no dejaron de observarle como el sucesor del doctor Mireles.
Por eso, el que fuera el comisionado Alfredo Castillo, optó por no reconocerlo como líder de la comunidad de Ostula.
Su fama como comandante de los grupos de autodefensa en esa comunidad pronto creció hacia otras localidades del sur del estado de Michoacán, logrando agrupar bajo su mando a por lo menos 13 grupos de autodefensas que se mueven en los municipios de la zona Costa Sierra Nahua, desde los límites con Guerrero hasta los límites con Colima.
Fue su lucha contra la minera Ternium sumado a su lucha contra el cártel de Los Templarios, que le hicieron ganar la más alta de las popularidades.
Pero fueron los señalamientos que hizo, secundando siempre la postura del doctor Mireles, sobre la relación del crimen organizado con algunos funcionarios de las cúpulas del gobierno estatal y diversos municipales, lo que finalmente le valió la enemistad de los mandos estatales, desde donde fue criminalizada su lucha de autodefensas.
La tarde del pasado sábado, un comando de la Marina llegó hasta la barricada en donde se encontraba el comandante Semeí para informarle que quedaba bajo arresto.
Se le acusó de tener en su posesión dos rifles Ak-47, así como una pistola calibre .9 milímetros. Cuando Verdía Zepeda llegó a la sede de la Procuraduría de Justicia de Michoacán, allí fue informado que el gobierno local también le estaba imputando cargos por el secuestro, tortura y homicidio de 4 presuntos exintegrantes de Los Templarios.
Luto en Aquila
El aire de Aquila está impregnado de muerte. Todo el pueblo guarda luto por el fallecimiento de Heriberto Reyes García de apenas 12 años.
Una bala impactó en su frente cuando estaba dispuesto a una manifestación para protestar por la detención del líder de las autodefensas, Semeí Verdía.
No hay una sola casa en donde se escuche música o se vea la televisión.
El luto es generalizado.
Heriberto ni siquiera estaba en la calle. La bala que lo mató entró por la ventana de su casa.
En la balacera la niña Nataly Pineda Reyes, de 5 años de edad, también recibió un impacto de bala en el abdomen.
Ella se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Morelia.
Otros cuatro civiles, que estaban organizando la manifestación para exigir la liberación de Semeí Verdía, también fueron alcanzados por los disparos.
Horacio Valladares Manuel, Delfino Antonio, Alejo Luis y Melesio Cristino Dircio ya fueron dados de alta.
Junto con las instrucciones médicas para seguir su rehabilitación también recibieron la recomendación de no habar con la prensa.
¿Un audio revelador?
En Aquila un carro de sonido reproduce un audio en donde presuntamente un Policía Federal reporta que elementos del Ejército abrieron fuego contra pobladores que permanecían en algunas barricadas.
En el audio se escucha la voz de un supuesto oficial de apellido Caballero, quien avisa a la central sobre los disparos que hicieron con sus armas presuntamente elementos del Ejército Mexicano.
El audio que se difundió masivamente en la zona de Aquila, por medio del perifoneo, no ha sido confirmado por las autoridades.
En Michoacán, el gobernador Salvador Jara dejó que fuera el gobernador electo Silvano Aureoles el que se reuniera con los mandos militares encargados de la seguridad del estado para conocer de primera mano el incidente.