Es Fox
En México no hubo un presidente como él, ni tampoco ha habido un expresidente.
Vicente Fox Quesada dejó la residencia oficial de Los Pinos en 2006, sin embargo, no ha practicado el retiro político pero sobre todo el silencio expresidencial.
Al contrario, no hay semana en que el exmandatario panista no protagonice una polémica o que haga alguna declaración controversial en temas como la mariguana, lanzando ataques contra Trump y luego disculpándose, entre muchos otros.
En México no hubo un presidente como él, ni tampoco ha habido un expresidente.
Vicente Fox Quesada dejó la residencia oficial de Los Pinos en 2006, sin embargo, no ha practicado el retiro político pero sobre todo el silencio expresidencial.
Al contrario, no hay semana en que el exmandatario panista no protagonice una polémica o que haga alguna declaración controversial en temas como la mariguana, lanzando ataques contra Trump y luego disculpándose, entre muchos otros.
Cuando anunció sus aspiraciones para ocupar la silla presidencial, muchas personas confiaron en que Fox, en ese ciudadano a caballo de botas y sombrero sería aquel que terminaría con 70 años de gobierno priista.
Desde su campaña presidencial apuntaba formas que después se agudizaron durante su presidencia.
Su promesa de sacar a las alimañas de Los Pinos, las víboras prietas y tepocatas, la necedad del
‘hoy, hoy, hoy’, su promesa de resolver el problema de Chiapas en 15 minutos.
Durante su sexenio se vió envuelto en diversas polémicas, no solo la decepción de su administración, las acusaciones de corrupción y tráfico de influencias contra su esposa Martha Sahagún y los hijos de ella o su pleito con López Obrador.
Sus modos bruscos, sus declaraciones polémicas, el desapego a los protocolos y su ignorancia fueron una constante en su sexenio.
Apenas unos meses después de tomar la presidencia, en el Congreso de la Lengua Española en Madrid, España, y ante el rey Juan Carlos, confundió el apellido del poeta José Luis Borges, por ‘Borgues’.
Su tristemente célebre llamada al mandatario Fidel Castro, para pedirle que se retirara lo más pronto posible de la cumbre de la ONU celebrada en Monterrey, el ‘comes y te vas’ pasó a la historia como uno de los momentos más incómodos para el expresidente.
En otra ocasión, esta vez en 2005, para exaltar el aporte y el valor de los trabajadores mexicanos en la economía estadounidense dijo que “los mexicanos hacen los trabajos que ni los negros quieren hacer”, lo que generó una gran molestia de la comunidad afroamericana.
“Ya puedo decir cualquier tontería, al fin que ya me voy”, señaló Fox antes de iniciar una entrevista en octubre de 2006, un par de meses antes de terminar su sexenio
Tras concluir su mandato, en 2006, se fue con más pena que gloria a vivir a su rancho en Guanajuato, sin embargo, no dejó los reflectores.
La vida tras la presidencia
Una vez que entregó la banda presidencial a su sucesor, Felipe Calderón, Fox emprendió la construcción del Centro Fox dentro de su rancho San Cristóbal, en Guanajuato.
En una de las primeras polémicas como expresidente, Fox y Martha Sahagún, abrieron las puertas de su rancho a la revista ‘Quién’, y a través de las páginas de la publicación se dió cuenta del lujo con el que vivía la expareja presidencial.
Tras la publicación, muchos de sus adversarios exigieron a las autoridades investigar el origen de los recursos para la remodelación del rancho y la construcción del Centro Fox. Entre los denunciantes estaba Ricardo Monreal y Lino Korrodi, ex colaborador de Fox.
También se recuerda la manera intempestiva en la que abandonó una entrevista que le realizaba el periodista Rubén González en la cadena Telemundo, cuando se sintió ofendido ante los cuestionamientos de González sobre sus propiedades.
O cuando afirmó que ha sido el mejor presidente mexicano de la historia, incluso mejor que Benito Juárez.
“Me los llevo de calle a todos”, dijo en una entrevista. El cabildo de Oaxaca lo declararía persona non-grata.
De vuelta a la vida política
La víspera de las elecciones federales de 2012 fue el momento que Vicente Fox eligió para volver a la arena política. Lo hizo por la ‘puerta grande’, rodeado de polémica.
El expresidente fue, irónicamente, uno de los que apoyaba públicamente al candidato priista Enrique Peña Nieto, por encima de la candidata de su partido Josefina Vázquez Mota.
“Solo un milagro hará que el PAN no pierda la presidencia”, se expresó Fox en abril de 2012.
El 19 de junio, unos días antes de los comicios, y ante la ventaja de Peña Nieto en las encuestas declaró: “Este arroz ya se coció”.
Aunque se reunió con la candidata panista previo a las elecciones y se refirió a ella como “Mi presidenta Josefina” en lo que fue calificado como un acto de unidad, el exmandatario continuó sus muestras de apoyo al candidato del PRI. Tras las elecciones, muchos panistas pidieron la expulsión de Fox del partido.
Aunque durante su mandato, nunca se pronunció a favor de la legalización de las drogas, tras concluir, Fox se convirtió en uno de los principales impulsores de la legalización de la mariguana.
“La mariguana debe de comercializarse en tiendas como la cadena Oxxo”, declaró.
Aprovechó entrevistas, foros y reuniones para impulsar sus propuestas, y dijo que él estaba dispuesto a ser un productor de mariguana cuando sea legalizada.
Su más reciente polémica tuvo como blanco al aspirante republicano a la presidencia estadounidense Donald Trump, al que llamó ignorante, loco y egocéntrico.
“Este personaje va a morir políticamente por mentiroso, por ser un falso profeta”, afirmó Fox.
Después le pidió disculpas al magnate neoyorquino, a quien incluso invitó a su rancho en Guanajuato para probar ‘verdaderos tacos’.
“La disculpa es en serio, yo me siento mal teniendo enemigos”, expresó Fox.