En Estados Unidos, los migrantes están siendo más criminalizados que nunca; tal parece que Donald Trump quiere que la palabra inmigrante se asocie con la palabra delincuente.
Igual que como ocurrió con Adolfo Hitler en los días de su gobierno, cuando publicó una lista de los judíos que estaban acusados de cometer algún crimen, ahora Donald Trump ha prometido hacer públicas listas semanales de actos supuestamente cometidos por algún extranjero.
Esta semana, del 2 al 8 de abril, se celebra en EU la Semana Nacional de los Derechos de las Víctimas del Crimen.
Trump no ha perdido la oportunidad de reforzar la campaña lanzada desde Washington para mostrar a los migrantes como criminales.
En una de las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Trump el 25 de enero, una de las indicaciones fue la publicación de informes de crímenes cometidos por migrantes.
“Para informar mejor al público sobre las amenazas a la seguridad pública asociadas a las jurisdicciones santuario, el Secretario (de Seguridad Interior) utilizará el Reporte de Órdenes de Detención Rechazadas o su equivalente y, de manera semanal, hará pública una lista de actos criminales cometidos por extranjeros y la jurisdicción que ignoró o incumplió cualquier orden de detención respecto a esos extranjeros”, expone la orden.
La primer y segunda listas ya fueron publicadas por el Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés). En ellas, se publicaron los casos en los que las autoridades locales de diversas ciudades se negaron a cooperar con las agencias de migración federales y liberaron a los detenidos.
Además, en la misma orden ejecutiva, el gobierno de Trump determinó la creación de una oficina que se dedicara exclusivamente a atender a las víctimas de delitos cometidos por migrantes.
“Una oficina que preste servicios proactivos, oportunos, adecuados y profesionales a las víctimas de delitos cometidos por extranjeros extraíbles (que puedan ser expulsados del país) y los familiares de dichas víctimas. Esta oficina proporcionará informes trimestrales que estudien los efectos de la victimización por parte de extranjeros criminales presentes en los Estados Unidos”, exponía el texto presidencial.
Será la Oficina de Víctimas de Crímenes Relacionados con Migración (Victims of Immigration Crime Engagement, VOICE por sus siglas en inglés.
“Trabajará para servir a las víctimas de las políticas de las fronteras abiertas que ya no serán la base de nuestro sistema de inmigración. Las víctimas no serán ignoradas por los medios de comunicación o silenciadas por intereses especiales por más tiempo”, expuso Trump ayer en una proclamación sobre la Semana Nacional de Víctimas del Crimen.
En una clara intención por exponer a los migrantes como criminales, y también de evidenciar a las ciudades santuario que se niegan a cooperar con la Casa Blanca, el gobierno de Trump avanza en su estrategia de exponer a la opinión pública que los migrantes son un peligro de seguridad para su país.
Evidenciar santuarios
En los últimos días de marzo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) hizo pública la primer lista de supuestos actos criminales cometidos por extranjeros, pero que no pudieron castigarse porque las autoridades locales no cooperaron con ellos.
El procedimiento oficial es que las autoridades de Migración solicitan a las autoridades locales que no se libere a los migrantes sin delitos pendientes, y mantenerlos en retención por 48 horas para que ICE pueda detenerlos y se inicie el proceso de deportación.
En el listado, se evidencia que “ICE está poniendo a disposición del público las jurisdicciones no federales que liberaron a los extranjeros de su custodia, a pesar de que dichos extranjeros estén sujetos a una orden de detención o solicitud similar de custodia emitida por ICE”, explica la lista, que contiene datos del 4 al 10 de febrero de este año.
La relación incluye los 47 casos en los que fue negada la retención de los presuntos criminales, el delito cometido, la nacionalidad de las personas, así como el condado y el estado que se negó a “entregar” a los extranjeros.
En ella se encuentran los casos criminales de 27 personas procedentes de México; 4 de El Salvador; 4 de Guatemala; 2 de Honduras; y 10 de una decena de países diferentes.
Si bien hay delitos como posesión de drogas, mariguana, robo, violencia doméstica o falsificación, hay otros acusados de ofensas de tránsito, “exposición indecente” o manejar bajo la influencia del alcohol.
Las jurisdicciones no federales no tienen la obligación de avisar a ICE sobre la liberación de estas personas, por lo que las autoridades federales enfrentan obstáculos para detenerlos; por ello, Trump ha amenazado con quitar fondos federales a las ciudades santuario.
En el mismo documento, ICE ofrece una relación de las ciudades y condados que no cooperan con ellos para realizar estas detenciones, así como las razones que dan para no hacerlo.
Son 150 jurisdicciones, enlistadas una a una, y dos estados, los que evidencia ICE y que han prohibido cooperar con las autoridades de Migración o lo hacen bajo parámetros muy estrictos.
Las localidades que este año –de enero a la fecha- han adoptado medidas para no cooperar con ICE son la ciudad de Baltimore, Maryland, que ha hecho pública su postura de no ayudar a ICE; Tulare, California, que avisará notificará a ICE cinco días antes de que libere a una persona, pero no la retendrá.
Ithaca, Nueva York, que solo actuará en caso de que se trate de crímenes violentos o actividades terroristas; Travis, en Texas, está dispuesta a apoyar a las autoridades federales cuando se tenga las órdenes de la Corte correspondientes, siempre y cuando se trate de una persona que haya cometido asesinato, abuso sexual agravado o continuo robo a las personas.
Están también Iowa City, Iowa, donde solo se aceptan algunas notificaciones de retención; y Boulder, Colorado, donde solo se actuará si se tiene una orden de arresto por cada individuo acusado.
La evidencia
ICE está poniendo a disposición del público las jurisdicciones no federales que liberaron a los extranjeros de su custodia:
> 27
Mexicanos están incluidos en la relación de casos criminales
> 10
Personas de distintos países están en la lista de ICE
> 4
Ciudadanos de El Salvador están sujetos a una orden de detención
> 4
Guatemaltecos también tienen orden de permanecer en custodia
> 2
Hondureños forman parte de los 47 casos de extranjeros
> 47
Casos que se negó la retención de los presuntos criminales
Contra los migrantes
Desde que estaba en su campaña política, Donald Trump hizo de los migrantes su principal blanco de ataques.
Junto a él, una organización de víctimas de crímenes cometidos por migrantes sin documentos alimentó –y alimenta- el rechazo ante quienes consideran que no tienen derecho a estar en Estados Unidos.
Se trata del Proyecto Remembranza (Remembrance Project), un grupo de personas que tienen algún familiar o cercano que fue asesinado por un migrante sin documentos.
Esta organización, que este mes acaba de mover su base a la capital de Estados Unidos, Washington D.C., es dirigida por Maria Espinoza, una mujer texana –hija de padre mexicano que emigró a EU en los años 50- que no ha tenido ninguna pérdida a manos de un migrante ilegal, pero que al ver los beneficios que tenían muchos indocumentados y tras un escándalo por el asesinato de un policía en Houston, decidió enfocarse en las historias de las familias que sufrieron una pérdida.
“Educar y aumentar la conciencia de la epidemia de asesinatos de estadounidenses por individuos que no deberían haber estado en el país en primer lugar. Los estadounidenses deben ser los primeros en detener la separación permanente de las familias”, señala el sitio de la organización.
Maria Espinoza encontró desde 2009 un recurso para hacer notar su activismo: en lonas, imprimió los rostros de algunas víctimas y datos de sus historias.
Con ellas, Maria y los familiares afectados comenzaron a hacer giras en todo el país para “alertar” sobre que la migración indocumentada no era un crimen sin víctimas.
El grupo usa las historias de las familias que han sufrido por el asesinato de alguna persona cercana a manos de un indocumentado, lo que ha fortalecido un discurso de odio contra los “ilegal aliens”, como se les conoce comúnmente en EU.
El discurso y la organización fueron catapultadas a la fama a raíz del apoyo que recibieron de Donald Trump cuando era aspirante a la candidatura presidencial del Partido Republicano.
Conforme Trump se dio cuenta de que el discurso contra los migrantes era pegajoso para los electores, el Proyecto Remembranza tomó notoriedad en todo Estados Unidos.
La narrativa de criminalización a los migrantes indocumentados ha ido creciendo desde el arribo de Trump al poder.
El 25 de enero, cuando el mandatario estadounidense firmó las dos órdenes ejecutivas que criminalizan a los inmigrantes, Maria Espinoza flanqueó a Trump y cuando este mostró el documento firmado, ella estiró su mano para tocar la carpeta presentada por su mandatario.