Falta integración de sistema nacional de inteligencia
La carencia de una estrategia nacional de seguridad, así como la poco coordinación que existe entre las diversas dependencias de los tres ámbitos de gobierno dificultan el cumplimiento de uno de sus principales objetivos: pacificar al país
sergio.gonzalezEn México hace falta un sistema nacional de inteligencia que haga más eficiente la operación entre las diferentes instancias que se dedican a estas operaciones.
“Podemos encontrar documentos rectores, como es la Agenda Nacional de Riesgos, la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, los programas sectoriales, tanto de seguridad y protección ciudadana como el de Defensa y Marina; pero, en sí, una política de inteligencia creo que es lo que hace falta a nivel nacional.
“También nos hace falta un sistema nacional de inteligencia, en algún momento durante los sexenios de Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto se llegó a hablar de esto. En el caso de Peña Nieto se lograron concretar los centros de fusión de inteligencia, que ahí están, con todo y las fallas de coordinación, porque esa es otra de las causales de las fallas, que no existe una cooperación óptima para lograr esa fusión de inteligencia”, explica Paloma Mendoza-Cortés, directora de Coordinación de Análisis en MB Consulting e integrante de Women in International Security (WIIS).
Aunque han habido casos de éxito en esta materia, como la detención de capos y grandes golpes en decomisos a la delincuencia organizada en nuestro país, se tratan de eventos efectuados por una sola dependencia.
“Uno de los éxitos que se aplaude es la detención de la esposa de ‘El Mencho’, pero esos logros son de una institución, en este caso fue el Ejército, pero a veces es la Marina o gracias al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), pero cuando se trata de trabajar en conjunto hay mucha desorganización”, expone Paloma Mendoza-Cortés.
La experta considera que existe una grave confusión entre “inteligencia estratégica”, que es para la toma de decisiones de seguridad nacional, con la inteligencia policial, que está abocada al combate del crimen organizado.
“Creo que en México hace falta delimitar muy bien esa diferencia. Otro punto muy importante es la participación y la influencia de las empresas de seguridad privada y de inteligencia privada en el fenómeno de violencia e inseguridad en México.
“Muchas veces hemos leído en los periódicos que justamente en los últimos años se da prioridad a las adjudicaciones directas, sobre todo en materia de seguridad, basadas en los criterios de discrecionalidad y falta de transparencia y acceso al información, entonces ellos están jugando un papel fundamental no solamente para las cuestiones de equipamiento y de tecnología”, dice
Resalta el caso del software Pegasus, propiedad de NSO Group, una empresa israelí que opera de manera importante en países de América Latina con esta finalidad.