Felipe cambia el tablero
La inclusión de último momento del exalcalde de Monterrey a la contienda electoral parece confirmar una premisa: Nuevo León es de hombres y para hombres.
Hasta hace una semana en Nuevo León se perfilaba un duelo histórico por la gubernatura entre dos mujeres: la priista Ivonne Álvarez y Margarita Arellanes. Eso no será posible ya.
La victoria de Cantú ayer sobre Arellanes convertirá la elección del 7 de junio en una contienda de tres hombres y una mujer
Melva FrutosLa inclusión de último momento del exalcalde de Monterrey a la contienda electoral parece confirmar una premisa: Nuevo León es de hombres y para hombres.
Hasta hace una semana en Nuevo León se perfilaba un duelo histórico por la gubernatura entre dos mujeres: la priista Ivonne Álvarez y Margarita Arellanes. Eso no será posible ya.
La victoria de Cantú ayer sobre Arellanes convertirá la elección del 7 de junio en una contienda de tres hombres y una mujer
El nombre de Cantú se agregará al de Jaime Rodríguez, quien se presentará como candidato independiente, y al de de Fernando Elizondo, postulado por Movimiento Ciudadano.
Hace tres semanas, cuando el gobernador Rodrigo Medina y el PRI de Nuevo León designaron a Ivonne Álvarez como su candidata a la gubernatura, el nombre del exalcalde de Monterrey y hoy virtual candidato panista simplemente no existía en los planes priistas.
La candidatura de Ivonne siempre se pensó como una contraofensiva al proyecto de Margarita Arellanes y su fuerte popularidad entre los electores.
Hoy Felipe Cantú se incorpora a la contienda en condiciones favorables: sin desgaste y con un fuerte potencial de crecimiento de aquí a los comicios.
Tanto Ivonne como sus contrincantes, Elizondo y Rodríguez, tendrán que cambiar su estrategia con la inclusión de Cantú a la competición.
La principal tarea que tendrá Cantú en los próximos días será la de iniciar una urgente operación cicatriz con los panistas que apoyaron a su contrincante Margarita Arellanes.
De su éxito o fracaso en esa operación dependerán su suerte en la elección por la gubernatura de Nuevo León.
Un PAN dividido, como pasó en el 2009 con Fernando Elizondo, no tiene posibilidades de regresar a gobernar el estado de Nuevo León.
El fin del mito
Finalmente no fue ningún escándalo lo que tumbó a Margarita Arellanes y su proyecto por llegar al Palacio de Gobierno.
Fueron los líderes del PAN –que tienen el control del padrón de panistas- los que terminaron por sepultar las aspiraciones de quien era considerada la puntera en las encuestas electorales.
Dos de las tres estructuras que hay en el PAN de Nuevo León –la del Grupo San Nicolás y la de Raúl Gracia- sellaron ayer la derrota de Arellanes en la elección interna albiazul.
La clave del triunfo de ayer de Cantú estuvo en la diferencia de 3 mil votos que logró en los municipios de San Nicolás y San Pedro.
El Grupo San Nicolás, que encabeza Zeferino Salgado y Víctor Fuentes, contribuyeron con 2 mil 300 votos a favor de Cantú.
En el municipio de San Pedro, Cantú logró una ventaja de mil votos sobre Margarita Arellanes, gracias al apoyo del Grupo San Nicolás, Raúl Gracia y del alcalde sampetrino Ugo Ruiz.
La ventaja que tuvo Margarita Arellanes en los municipios de Monterrey, Santa Catarina y Guadalupe no fue determinante para la causa de la alcaldesa con licencia de Monterrey.
Arellanes ganó apenas por 500 votos la ciudad de Monterrey, cuna del grupo de la División del Norte, su principal aliado en esta elección tras la fractura con el Grupo San Nicolás y con Raúl Gracia.
La precandidata del PAN mostró madurez en la derrota y junto con su familia acompañaron anoche públicamente a Felipe Cantú en el Comité Directivo Estatal del PAN para reconocerle su triunfo.
El evento fue atestiguado por el líder nacional del PAN, Gustavo Madero.
Con todo y nómina
Por la mañana, Felipe Cantú llegó a la casilla ubicada en el Club de Leones Monterrey, acompañado de su esposa.
Ahí aseguró que las nóminas de los municipios panistas no afectarían el resultado a su favor.
“Suponiendo que los de nómina hicieran caso de votar por alguien que se les ordene, pero yo creo que eso tampoco se va a dar, por lo menos no de manera consistente.
“Probablemente algunos podrían estar en esa situación, pero el grueso de la militancia vota como le pega su regalada gana, que es lo que les hemos pedido”, declaró a los medios de comunicación.
Desde temprana hora del domingo trascendió que los empleados de los municipios regidos por administraciones panistas fueron advertidos que tendrían que votar por Margarita Arellanes, de lo contrario, serían despedidos.
Cantú Rodríguez dijo que la cantidad de empleados en nómina municipal del PAN no supera los 3 mil y aseguró que no representaría una merma en votos a su favor.
La confianza del panista fue sin duda derivada de los amarres que se hicieron en la última semana, cuando vio un nicho de oportunidad en la ruptura de su contrincante con las estructuras de poder del PAN.
Arellanes había pactado recibir apoyo de la militancia que comulga con el Grupo San Nicolás, que encabeza Zeferino Salgado y el grupo del senador, Raúl Gracia.
Así también de Iván Garza y José Serrano, del grupo de la División del Norte.
Parte del arreglo con San Nicolás era que en la elección de candidatos a diputaciones, celebrada el domingo 8 de este mes, ganara Sergio Cavazos para la diputación del distrito 5 local.
Pero ganó Marco Antonio Martínez, allegado a Arellanes y de Arturo Salinas.
Entonces Zeferino Salgado y Raúl Gracia le retiraron su apoyo.
Se dijo que además del caso de Sergio Cavazos, fue porque Salgado buscaba posiciones en el gabinete de Arellanes, y ésta se habría negado.
Salgado y Gracia ofrecieron mover los hilos de las estructuras panistas a favor de Felipe de Jesús Cantú.
A partir de entonces, diputados y líderes se sentaron a la mesa con él y le prometieron su voto.
Ante la retirada de quienes serían su soporte, Margarita intentó durante una semana atraer más adeptos a sus filas, pero el resultado no fue a su favor en las urnas.
Después de votar, Felipe aseguró que respetaría el resultado final, e hizo la misma declaración de su contrincante, advirtiendo que ganaría por un amplio margen.
“En eso coincidimos ella y yo, yo pienso que voy a ganar por amplio margen”, declaró Cantú.
El resto del día, el candidato se mostró imperturbable a pesar de las múltiples denuncias de irregularidades como acarreos, compra de votos y amenazas por parte de personas supuestamente aliadas con Arellanes.
Y Cantú Rodríguez fue declarado ganador por el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero.
Margarita Arellanes nunca imaginó verse en dicho escenario.
Se decía triunfadora y daba por hecho que su nombre iría en las boletas del 7 de junio, contendiendo contra la candidata priista, Ivonne Álvarez, una mujer a la que vería de tú a tú y contra quien pelearía con todas las herramientas posibles.
Eso no pasará.
O por lo menos esta vez no.
El mito Arellanes se acabó.