La escisión al interior de las autodefensas es cada día más evidente. Ayer, durante la celebración del primer aniversario del surgimiento del grupo armado, hubo festejos y discursos por separado: Hipólito Mora Chávez y Estanislao Beltrán Torres encabezaron un desfile por las calles de la comunidad de La Ruana, en el municipio de Apatzingán, mientras en la cabecera municipal de Tepalcatepec, el fundador y destituido de la vocería oficial, José Manuel Mireles Valverde, lanzó un incendiario discurso asumiéndose como miembro de la dirección de las autodefensas.
El gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, se acomodó a las circunstancias, dijo públicamente que el primer año de las autodefensas ha sido de provecho y positivo para Michoacán. Chocó con las declaraciones que hizo hace un año cuando surgió el movimiento civil armado. En aquel entonces el gobernador Vallejo calificó a las llamadas autodefensas como un grupo fuera de la ley. Hoy aplaude la presencia de los civiles que por la vía de las armas mantienen el control en 35 municipios de la entidad.
Por su parte, el alcalde de Tepalcatepec, Guillermo Valencia Reyes, quien inicialmente fue invitado para encabezar el movimiento armado y que no se sumó a la revuelta –lo que le ha costado la persecución por parte de las autodefensas–, hizo un llamado al Gobierno Federal para que revise a fondo quiénes conforman los grupos de civiles armados bajo la figura que ha sido aceptada y tolerada por el Gobierno Federal.
A consideración del alcalde desplazado, en las autodefensas hay personas que tienen lazos con el crimen organizado, aunque no descarta que también haya personas de buena voluntad.
Postura cuestionada
El discurso de Hipólito Mora Chávez, versó sobre la necesidad de erradicar el crimen organizado de todo el territorio de Michoacán, reconociendo que a la fecha los logros que se han hecho por parte de las fuerzas federales, en cuanto a la detención de personas e incautación de armas y drogas ha sido gracias a la acción y presión de los grupos de autodefensa, quienes están trabajando y aportando la inteligencia a los operativos contra el crimen, encabezados por las fuerzas federales, siempre acompañadas de los civiles armados.
Por su parte, el doctor José Manuel Mireles Valverde, a su retorno a la zona de Tierra Caliente, luego de casi dos meses de ausencia por convalecencia médica, insistió en no perder de vista una de las directrices bajo la cual nació el grupo de autodefensas: combatir la corrupción del gobierno estatal en todos los ámbitos. Cabe recordar que desde el inicio del movimiento armado se comenzó a insistir en el señalamiento de los nexos con el crimen organizado, del gobernador Fausto Vallejo Figueroa y del secretario de Gobierno, Jesús Reyna García.
Fue hasta la salida de Mireles de la dirigencia del grupo de autodefensas que el gobernador Fausto Vallejo empezó a reunirse con los líderes Hipólito Mora y Estanislao Beltrán, a quienes públicamente les ha reconocido como líderes de una movilización social “que no tiene visos de interlocución con el crimen organizado”. La postura sobre la aceptación de las autodefensas ha sido cuestionada valientemente por el alcalde desplazado Guillermo Valencia, quien ha resaltado la posición cómoda en la que navega Fausto Vallejo al aceptar a las autodefensas, solo porque ya no lo han cuestionado en su persona.
